La Crónica Como género Literario

LA CRÓNICA COMO GÉNERO LITERARIO

Un malestar difuso se expande por territorios diversos, en ellos aparece la crónica como un texto fronterizo que cabalga entre el periodismo, el análisis social y la literatura.

Rossana Reguillo.

La crónica es un discurso narrativo que transmite información sobre diversos acontecimientos reales o hechos sociales. La crónica en sí es un relato, un hecho narrativo. En esto se parece mucho al cuento y todos aquellos textos que tienen como característica la narratividad. En ambos encontramos una voz, la de alguien que narra o que da cuenta de los acontecimientos (la voz del escritor, su Yo/Narrador). La crónica es testimonio de la realidad social. “La crónica ve, observa, se sorprende a sí misma en el acto de ver, de comprender”. Es interpretativa. Es una “historia en que se observa el orden de los tiempos”, o también: “artículo periodístico sobre temas de actualidad”. Se diferencia de la Historia en la medida en que ésta sigue “un orden lógico” y aquélla, “como su nombre lo indica, un orden cronológico”.

Desde antaño las relaciones entre la Historia y la Crónica han sido objeto de estudios y apreciaciones variadas entre los diversos autores que se han ocupado de su estudio. Lo mismo ha sucedido entre quienes se han preocupado por el estudio y las relaciones entre la literatura y el periodismo.

Antes de definir a la crónica como género literario será preciso establecer primero la diferencia entre ésta y la crónica periodística. Algunos consideran que la crónica literaria y la periodística pertenecen a dos mundos totalmente diferentes. Hay otros que, por el contrario, conciben la idea de un periodismo literario conformado por la hibridación de los elementos o recursos de ambas.

Sea de una manera u otra, tanto en el periodismo como en la literatura podemos encontrar una misma información, pero la manera como ésta se encuentre organizada en el discurso será la que hará la diferencia entre un estilo narrativo y otro; pues existen características específicas que los delimitan. Una de ellas, por ejemplo, es que el periodismo se mueve básicamente en el plano de la objetividad, y la literatura en el de la subjetividad. Pero esto no es tan radical en ambos casos ya que no todo en el periodismo es objetivo ni todo en la literatura subjetivo; aunque así pareciera.

La crónica es literaria en tanto que para transmitir información recurre al empleo de los diversos estilos y recursos literarios como los distintos tiempos, modos y personas gramaticales; el monólogo, el diálogo, la prosa poética, el retrato o la autobiografía, los recuerdos, la imaginación, etc. En la crónica literaria, además de la información del autor o del cronista, éste puede externar sus opiniones “emitiendo juicios, sopesando acciones, sacando conclusiones…”

El cronista literario es, en otras palabras, “un lector de la ciudad y sus calles”, un voyeur que observa, registra, e interpreta el entorno social de las grandes ciudades; un flaneur que testimonia la sucesión de los hechos y la realidad social de su tiempo tratando de encontrarles un sentido.

La crónica, por otra parte, no inventa sino que recrea el hecho social, principalmente el de las grandes urbes o ciudades. La crónica como narrativa del hecho social se distingue del cuento en tanto que el universo de este es imaginario y se mueve en el plano de la ficción; la crónica, en cambio, es recreación del testimonio de la realidad, de la verdad, de lo objetivo.

Los acontecimientos, historias o relatos de que da cuenta pueden en un momento dado haber sido vistos o presenciados por él o por otros, quienes refieren al escritor su testimonio de la verdad social.

La crónica periodística, por su parte, es objetiva en tanto que su discurso narrativo, principalmente el de la nota periodística, es unívoco y está narrado en pretérito y tercera persona, lo cual lo torna impersonal. Aquí el cronista no emite sus opiniones sino que se atiene y apega a la veracidad de los acontecimientos, al contexto de la realidad.

En relación con la noticia ésta en su organización puede recoger en su entrada lo más sobresaliente de un acontecimiento y después proporcionar el resto de la información.

En el terreno del periodismo ubicamos además de la nota al reportaje, la caricatura, el artículo, el ensayo, la columna y el editorial, los últimos cinco básicamente de carácter interpretativo u opinativo. En relación con este contexto la crónica en tanto que medio de transmisión de información sobre sucesos reales o acontecimientos sociales forma parte también de los géneros denominados periodísticos. La crónica

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