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La Culpa Es De La Vaca


Enviado por   •  5 de Junio de 2014  •  5.515 Palabras (23 Páginas)  •  317 Visitas

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LA CULPA ES DE LA VACA

Este libro constituye un desafío y una invitación, para que cada lector abra su mente y reflexione sobre cada uno de los textos que se encuentran compilados allí, teniendo en cuenta los valores que rigen nuestras vidas tanto en el trabajo, el amor, la familia y los demás.

A continuación empezaremos con un breve resumen de la primera historia:

LA CULPA ES DE LA VACA

Se estaba promoviendo la exportación de cuero a Estados Unidos, pero el precio es muy alto y la calidad muy baja por tal motivo el investigador encargado realiza una encuesta para saber el porqué de la situación.

La respuesta de los fabricantes es no es culpa nuestra, las curtiembres tienen una tarifa arancelaria de protección de 15% para impedir la entrada de cueros argentinos.

Los propietarios de las curtiembres responden el cuero radica en los mataderos, porque sacan cueros de mala calidad.

Los ganaderos dijeron las vacas se restriegan contra los alambres de púas para aliviarse de las picaduras.

La conclusión del consultor extranjero fue que los productores colombianos de carteras de cuero no pueden competir en el mercado de E.E.U.U. porque sus vacas son estúpidas.

En este texto podemos darnos cuenta que muchas veces culpamos los demás así sean animales para no aceptar nuestra culpa.

ASAMBLEA EN LA CARPINTERIA

Hubo en la carpintería una extraña asamblea; las herramientas se reunieron para arreglar sus diferencias. El martillo fue el primero en ejercer la presidencia, pero la asamblea le notificó que debía renunciar, porque hacia demasiado ruido, y se pasaba el tiempo golpeando.

El martillo reconoció su culpa, pero pidió que fuera expulsado el tornillo: había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.

El tornillo, aceptó su retiro, pero a su vez pidió la expulsión de la lija: era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.

La lija estuvo de acuerdo, con la condición de que fuera expulsado el metro, pues se la pasaba midiendo a los demás, como si él fuera perfecto.

En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo, utilizando alternativamente el martillo, la lija, el metro y el tornillo.

Al final, el trozo de madera se había convertido en un lindo mueble.

Cuando la carpintería quedó sola otra vez, la asamblea reanudó la deliberación. Dijo el serrucho: "Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades, muchas veces solo nos dedicamos a ver nuestros defectos sin darnos cuenta que podemos aprovechar las cualidades de cada uno.

EL PERRITO COJO

El dueño de una tienda pone cachorros en venta, de pronto aparece un niño y le pregunta ¿Cuál es el precio de los perritos? El dueño contesta entre 30 y 50 dólares, el pequeño se mete la mano al bolsillo y se da cuenta que no le alcanza pero aun así pide ver los cachorros.

Cuando sale una perra con cinco cachorros el niño inmediatamente se da cuenta que uno se queda atrás por tal motivo pregunta ¿qué le pasa a ese perrito? El hombre le dice que el animalito tiene la cadera defectuosa.

El niño decide comprar aquel perrito, pero el hombre le dice que se lo regala, el niño se agacha levanta su pantalón para mostrar su pierna izquierda retorcida e inutilizada y le dice al hombre que se lo comprara que le dará todo lo que tiene en el bolsillo y cada mes vendrá a darle una cuota hasta que termine de pagárselo.

El hombre avergonzado y con los ojos llenos de lágrimas exclama espero que cada uno de estos cachorros tenga un dueño como tú, muchas veces le tenemos compasión a las personas que tienen alguna enfermedad sin darnos cuenta que les hacemos más daño.

EL AGUILA QUE NUNCA FUE

Un guerrero indio encontró un huevo de águila y decidió empollarlo junto a los huevos de la gallina, con el tiempo los pollitos y el aguilucho salen del cascaron, pero el águila aprende a ser una gallina.

Con el transcurrir del tiempo se vuelve vieja, pero un día mirando el cielo ve una majestuosa ave y pregunta a la gallina que pájaro es, es el águila dorada pero no pienses en ella tu y yo somos de aquí abajo.

El águila no volvió a mirar nunca más hacia arriba y murió creyendo que era una gallina. Muchas veces sentimos el impulso que nos dice que si podemos, sin embargo nos dejamos cortar las alas por otras personas que nos dicen lo contrario.

EL JUICIO

Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de asesinato. El culpable era una persona muy influyente del reino, y por eso desde el primer momento se encargó de hacerlo parecer culpable.

El hombre fue llevado a juicio y comprendió que tendría escasas oportunidades de escapar a la horca. El juez, aunque también estaba confabulado, se cuidó de mantener todas las apariencias de un juicio justo. Por eso le dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre justo, voy a dejar tu suerte en manos de Dios: escribiré en dos papeles separados las palabras 'culpable' e 'inocente'. Tú escogerás, y será la Providencia la que decida tu destino".

Por supuesto, el perverso funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: "Culpable". La víctima aun sin conocer los detalles, se dio cuenta de que el sistema era una trampa. Cuando el juez lo conminó a tomar uno de los papeles, el hombre respiró profundamente y permaneció en silencio unos segundos con los ojos cerrados. Cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y, con una sonrisa, tomó uno de los papeles, se lo metió a la boca y lo engulló rápidamente. Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon.

Pero, ¿qué ha hecho? ¿Ahora cómo diablos vamos a saber el veredicto?

-Es muy sencillo -replicó el hombre-. Es cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me tragué.

Con refunfuños y una bronca muy mal disimulada, debieron liberar al acusado, y jamás volvieron a molestarlo.

Por más difícil que se nos presente una situación, nunca dejemos de buscar la salida, ni de luchar

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