La Duda, Novela
lolo1617 de Marzo de 2015
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Tranquilo, en la noche, sentado en su silla de estudio, cafe como los zapatos que decidio usar aquel dia, lleno de calma y de paz dejaba volar sus ideas, sus pensamientos, sin decir nada hacia afuera o hacia adentro, repasando cada idea una y otra vez, aceptando todas las posibilidades que podia elegir, y descartando todos los sueños que creia conseguir, pues en ese tranquilo momento sabia que todo podia ser posible pero una ilusion a la vez.
Esperanza, pensaba, era la que viva mantendría a la ilusión, pero la realidad seria quien lo aterrizaria a la tierra donde los sueños se puede llegar a perder, lleno de dudas y de sentimientos se preguntaba si era correcto lo que deseaba o si pudiera llegar a ser cierto, dudaba de la ilusion del pasado, de los buenos momentos que habia vivido y queria repetir, pero la dulzura del recuerdo no borraria lo que un error causo, la fe por otra parte le seguia haciendo creer, perder la fe sonaba tentador pero pensar en el dia que todo cambiaria, lo reconfortaba y lo hacia seguir con su dolor, de esperar y ser paciente.
Firmeza y valentia lo rondaban esa noche, tal vez de seguir adelante y agradecer al tiempo lo que le ofrecio, pero como todo, se iba con los dias y los segundos que quedaban en el pasado, la idea de seguir lo atemorizaba pero un capricho lo aterraba, es que duele menos, el pensaba, y lo mas adecuado seria, tambien lo creia, ¿sera que me estanque? el miedo lo consumia por aquella idea, “debo seguir adelante” -el penso- “pues mas hay haya afuera y listo esta para que yo lo encuentre”, palabras que lo llenaban de alivio y una chispa de aventura sintio, un mundo nuevo ante sus ojos yacía, y la idea de posibilidades infinitas lo dominaban, “se valiente, lo mas duro en la vida” -se dijo a si mismo- “es dejar ir aquello que formo parte de ti” pero como todos saben se cierran las puertas y se abren otras, la emocion de saber ¿que le esperaba? lo llenaba y seguro se sentia, aunque fuera tan solo por un instante.
Dudas tenia pues la noche afecta hasta el mas cuerdo y lo pone a pensar, ¿sera cierto?, ¿seria lo mejor?¿seria lo correcto?¿es lo que quiero?, y era esta, su ultima pregunta la que lo hacia temblar, pues como la noche, la duda aflige los sentimientos y la cordura, las pone a prueba y las tienta, ¿y si la duda es la gota de cordura que es necesaria? el se lo preguntaba una y otra vez, volviendo a las posibilidades de lo que pudiera ser y las desilusiones, tal vez, de lo que la realidad es, tormento y calma sentia cuando a trabajar su mente ponia, cierto es que el hombre vive de dos cosas, del sueño, la que algunos llaman ilusion, y de la realidad, la que pesa y nos despierta si dormidos vamos, pero cierto es que cuando la ilusión de un sueño en una persona crece dentro del corazon con el tiempo su realidad se vuele, si fuerte lo suficiente es de mantener viva la esperanza.
La balanza equilibrada esta entre la realidad y la ilusion, pero no eran aquellas estrellas las que lo detenian, no eran sus sentimientos los que le pesaban, sino la duda, aquella mortal curva que la mente toma para asegurar lo que entre el deseo y lo correcto se encuentra, de lo que puede llegar a ser y lo que al final de todo es.
La noche era larga y llena de calma, el no decia nada, y sus pensamientos volaban, todo en su contra y a su favor, pero la promesa de un mejor mañana de pronto paro su corazon y la controversia se detuvo, un silencio profundo lo lleno, y ni las ideas pudieron sonar, olvido respirar y de pronto un gran suspiro reanimo su sentir, parpadeo y se levanto dejando aquel cuarto que le sirvio para meditar un rato, subio las escaleras y entro a su alcoba, se recosto apago una vela que se encontraba en su tocador junto a la cama, miro el techo y dijo “decisiones, todo en la vida parece ser decisiones, pero hoy no debo decir nada, no aun” cerro los ojos y el sueño fue alivio al igual que lo incierto, que con el tiempo
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