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La Ofrenda Prehispanica Y Su Composicion


Enviado por   •  15 de Octubre de 2014  •  2.119 Palabras (9 Páginas)  •  497 Visitas

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OFRENDAS

Durante la era prehispánica, pasando por la época colonial y hasta nuestros días, los alimentos han jugado un papel muy importante en las ofrendas de los muertos. Se podría decir que los alimentos son indispensables en el altar de las ofrendas; estos suelen ser muy variados y que en nuestros días varían según los gustos y las regiones de la república, en donde la tradición culinaria de la región cuenta mucho. Así mismo su variedad radica en las costumbres de quién las coloca.

No importa si es grande o chica, pobre o rica, ya que la ofrenda de muertos se prepara y se exhibe para agradar a los difuntos que puntuales llegan a visitarnos cada año. En ella, que no es sino un altar, se disponen artísticamente las flores, las velas y veladoras las fotografías, el papel crepé, las vasijas, los platones, las botellas y sobre todo los alimentos que habrá de consumir el goloso espíritu visitante. Así, lo más común es que en altares domésticos se coloquen esquisitos panes, tamales de todos sabores y colores, atoles espesos y humeantes guisos de diferentes clases, desde los exquisitos moles hasta los nopalitos preparados de diversas maneras, dulces sabrosos de calabaza y tejocote.

Generalmente el altar se divide en dos niveles marcados por una mesa y el suelo, que según la tradición popular representan el cielo y la tierra respectivamente. Es por ello que en la mesa se localizan las imágenes de los muertos en culto, y los símbolos de fe, así como los elementos agua y fuego representados por líquidos como el atole, pulque, agua u otras bebidas, y por velas, ceras y veladoras. Sobre el suelo se colocan los elementos que simbolizan el aire y la tierra: incienso y mirra, Sahumerios, semillas y frutas.

El día 31 de octubre al medio día, se colocan sobre una mesa aquellos objetos destinados al culto de los niños difuntos: flores blancas, vasos con agua y un plato con sal. Cada vela que se enciende representa a un niño muerto. Se enciende además el sahumerio con copal e incienso.

Por la tarde se ofrece una merienda a los niños, donde se incluye como pan, atole, chocolate, tamales de dulce y frutas. Nuevamente se enciende el sahumerio.

Al día siguiente, el 1° de noviembre, por la mañana, se sirve el desayuno de los niños, antes de que sus almas regresen al lugar que pertenecen. Entre los alimentos que se colocan están el pan, atole, chocolate, tamales y frutas. Al medio día la mesa se adorna con flores amarillas con las que se indica la llegada de los difuntos adultos; se colocan candelabros negros con velas grandes, agua y sal; más tarde se ofrendan frutas, pan, conservas y tamales.

El 2 de noviembre al medio día las almas de los difuntos adultos son despedidos con una comida en donde se pueden encontrar una gran variedad de guisos mexicanos, entre los que destacan el arroz, mexicano en su preparación, cocinado de diferentes maneras; mole con pollo o guajolote, pozole, frijoles de olla, tortillas, frutas como jícamas, tejocotes, cacahuates, dulces entre los que aparecen las tradicionales calaveritas de azúcar o chocolate, cocadas, calabazates, limones rellenos, camotes, amaranto, jamoncillos (dulce de leche), calabaza en tacha, peras e higos cristalizados, tamarindo, arroz de leche y conservas de tejocote, guayaba o durazno. Igualmente hay aperitivos como cerveza, el tradicional pulque, tequila o la bebida favorita de aquellos seres queridos. No podían faltar los cigarillos para quienes acostumbraban fumar.

Como ya se mencionó con anterioridad, los alimentos suelen ser muy variados de ofrenda a ofrenda; sin embargo las ofrendas que actualmente se colocan no son totalmente diferentes a las prehispánicas; en realidad sólo se transformó sustituyendo sus componentes originales. De acuerdo a la tradición debe componerse de nueve elementos esenciales los cuales nunca deben o pueden faltar.

El AGUA. Considerada como fuente de vida, se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de un largo camino y como fortalecimiento para su regreso al más allá.

LA SAL. Elemento de purificación, sirve también para que el cuerpo no se corrompa.

INVITACION AL BANQUETE. Elemento de sabiduría.

EL CIRIO. La flama que produce significa luz, fe y esperanza. Llamarada de triunfo, porque el alma pasa de esta vida a la otra, ala inmortalidad, a lo desconocido.

COPAL o INCIENSO. Ofrenda a los dioses. Elemento que sublima y transmite a la oración o alabanza, uniendo al que ofrece y a quién recibe. Perfume de reverencia soberana, para alejar a los malos espíritus.

LAS FLORES. Las blancas (alhelí y nube) significan pureza y ternura. Las amarillas, cempoaljochitl, significan riqueza, flor de oro. Se cree que antiguamente era usada como medicamento, para curar, conservar la vida y alejar la muerte.

EL PETATE. Es un objeto de ofrenda para el descanso, para merecer el banquete.

JUGUETES. Perro izcuintle para las ánimas infantiles son elemento de juego. Por otro lado, el perro izcuintle ayudaba a las ánimas a cruzar el caudaloso río Chiconahuapan, último para llegar al Mictlán (lugar de los muertos).

EL PAN. Es lo que se invita al recién llegado, alimento que se comparte fraternalmente.

EL GOLLETE y LAS CAÑAS. Este pan en forma de rueda se coloca en ofrenda, sostenido por un trozo de caña. Se podrán relacionarse estos elementos en el zompantli; los golletes podrían significar los cráneos de los sacrificados y las cañas las varas conque se ensartaban.

Existen algunos otros alimentos que al paso del tiempo, al igual que los antes mencionados se han convertido en parte medular de las ofrendas de muertos como lo son:

EL PAN. Es precisamente uno de los alimentos más importantes en la ofrenda. Aunque no es de origen mexicano puesto que el cultivo del trigo y el establecimiento de las panaderías en América tienen su origen durante la Colonia, lo cierto es que en México al pan se le dio una característica propiamente nacional. Una decoración que se puede apreciar durante los primeros días de noviembre, es un pan con una muy especial peculiaridad, y que consiste en adornar su superficie con pequeñas tiras de la misma pasta, las cuales guardan gran semejanza con los huesos que comúnmente son llamados "Canillas", y sobre estos se colocan una gran "Lágrima", que simboliza el cráneo humano.

Es importante señalar que durante la época prehipánica, las "Canillas" cruzadas con el cráneo encima, se referían a la forma en que se expresaban o representaban la muerte o al "Dios de la Muerte" llamado Mictlantecuhtli.

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