La Perla Del Norte

La Familia Cordone y la Perla del Norte

Un 30 de julio de 1890 en la ciudad de Concepción, departamento norteño del Paraguay llegaban una familia de cuna adinerada, de Venecia – Italia; muy conocida en su país por los millones y millones que poseían y por el aire de grandeza que respiraban. Aquella familia se apellidaba Cordone y estaba compuesta por Don Kike, doña Juliana, sus hijos: Griselda, Fernando, Adriana y María.

Su llegada a la Ciudad fue de gran sorpresa para todos los ciudadanos de aquella región, nadie entendía porque tanto barullo, bombas de aquí para allá, ruido de Aeronaves; todos salieron de sus casas a ver lo que acontecía, unos quedaban boquiabiertos sin poder decir nada, al ver lo que pasaban, otros gritaban: -“ya llegaron, ya llegaron” pero no sabían quienes, es más pensaban que eran los extraterrestres o ángeles modernos, y otros se quejaban por el inmenso barullo que hacías esas raras cosas y decían: -“hash! Tanto escándalo por dos aviones, un cartel de Bienvenida y algunas bombas”.

Los Aero Naves aterrizaron en el barrio Inmaculada de la ciudad, los vecinos del barrio fueron a ver el aterrizaje esperando ver a las personas que bajaban. De la primera Aero nave bajaron Don Kike, su señora doña Juliana y su hija menor María, del segundo bajaron Griselda, Adriana y David (los hijos menores de Don Kike). Cuando don Kike bajo y vio a tanta gente a su alrededor se quedó conmovido y alzando la mano derecha saludo a las personas que estaban allí diciendo: - “Muy buenos días bellísima Perla del norte, querida opulenta villa real de la Concepción “.

Las personas al escucharlo decir estas hermosas palabras, lo aplaudieron y le dieron la bienvenida. Don Kike y su familia saludaron a sus nuevos vecinos hasta llegar a su casa, se instalaron en su nueva casa, que por cierto era una gran mansión, cuando terminaron de meter todas sus cosas y ver en qué condiciones estaba la casa y las cosas dentro se pusieron a descansar ya que el viaje de Venecia a Concepción resultó muy cansador.

En la ciudad, los vecinos no tardaron ni un día en hacer correr el chisme, publicaban a todos que un tal don Kike y su familia vinieron a vivir en la ciudad, que son de Italia, tienen mucho dinero y parecer ser que el señor es muy buena persona, ¡pero sus hijos! Son de insoportable, apenas sonreían cuando saludaban. Al día siguiente don Kike y su señora fueron a recorrer la ciudad, Doña Juliana quedó impresionada con todo lo que veía, todo le parecía hermoso y no se arrepentía en ningún momento de haberse mudado. Luego de recorrer todo fueron junto al gobernador para presentarse, pero cuando llegaron a la gobernación se quedaron más sorprendidos por que el gobernador los atendió de la manera más cordial, Don Kike le conto que hacían por allí, de donde eran y hablo de toda su familia, el gobernador le dio la más grata bienvenida y le empezó a contar la hermosa historia de aquella ciudad.

Cuando llegaron a su nueva a casa, contaron a sus hijos todo lo que vieron, las hermosas cosas que había en cada lugar que iban, las bellas y grandes casas construidas, Doña Juliana contaba de manera muy conmovida y feliz pero sus hijos los escuchaban de mala forma porque no les gustaba aquella ciudad, Doña Juliana se dio cuenta de la actitud de sus hijos les dijo: -“se tendrán que acostumbrar y alegrar por que de aquí no nos vamos, háganse de amigos que aquí la gente es muy cálida, la historia de esta pequeña ciudad es increíble, todo lo que hay aquí debe ser cuidada, es un gran tesoro esta gran perla del norte ”

Y así pasaron los años, la familia Cordone llego a ser muy querida por todos, Don Kike fue elegido como gobernador por varios años, su señora muy valerosa hizo grandes cosas por las mujeres, los niños y por todos los enfermos y pobres, muchos centros públicos se abrieron gracias a la ayuda de ellos. Los hijos

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