La buena suerte: Una guía para crear tu propia fortuna

En el libro “La Buena Suerte” de Alex Rovira. Nos encontramos con un material de autoayuda y reflexión espiritual, bastante profundas. Nos hace mención en diez reglas básicas para encontrar –La Buena Suerte-, como lo plantea el autor. Toma de personaje motivador de la historia a Merlín, un famoso mago de la edad media. En las reglas se plantea algo más que solo lineamientos, sino más bien, modo de ver la vida en diferentes perspectivas. Es un trabajo bien elaborado con reflexiones profundas del ser y su relación con los proyectos que se desarrolla, desde el lado humano que puede expandirse, su bien, hacia la humanidad.

¡TU ERES LA BUENA SUERTE!

(Reflexión del libro “La Buena Suerte”)

En este escrito de cuarenta y cuatro páginas se extiende una profunda introversión al tema de la buena suerte. Partiendo desde el hecho de que la buena suerte no es algo que exista en un ambiente paranormal o quizá de hechos al azar, tampoco es algo que se traiga de antemano, como un don. Se interpreta en esta obra, que la buena suerte es para todos y que depende en gran medida de nuestro esfuerzo. La obra tiene diez reglas, dictadas en su interior, que hacen un análisis bien elaborado del capítulo en curso. Tomaré en cuenta tres reglas de ellas e intentaré abarcar las demás dentro de estas tres.

La tercera regla que menciona el libro, en su orden de capítulos, la tomaré como la primera para este ensayo. Literalmente dice:” Si ahora no tienes Buena Suerte tal vez sea porque las circunstancias son las de siempre. Para que la Buena Suerte llegue, es conveniente crear nuevas circunstancias.”; como mencionaba anteriormente, la suerte no es un regalo que se otorga a ciertas personas afortunadas, es un trabajo de cada individuo que hace que esta perdure para toda una vida. Y aunque muchos puedan desearla y querer comprarla solo es posible alcanzarla a través de esta maravillosa frase, citada anteriormente. La buena suerte será producto de las circunstancias que vayamos creando. Y Estas no son las mismas siempre, van variando, y es nuestro deber saber apreciar éstas y crear nuevas circunstancias cuando la situación lo amerite.

La regla número cuatro del libro dice: “Preparar circunstancias para la Buena Suerte no significa buscar solo el propio beneficio. Crear circunstancias para que otros también ganen atrae a la Buena Suerte.”; el acto de buscar la buena suerte va acompañado de un misericordioso y fervoroso corazón, que debe manifestarse en nuestros hermanos, nuestro prójimo, y conlleva una responsabilidad; no debe buscarse solo el bien propio. El apoyar a los demás a crecer, nos hace crecer con ellos. Si somos energía para otros, ellos pueden ser material para trabajar con esa energía. Y si buscamos el bienestar de los demás, no solo recibimos satisfacción personal sino también podemos recibir ayudas y conocimientos que no los recibíamos o habilidades que no poseemos.

Nada de lo que hacemos debe dejarse al azar, según el libro debemos estar pendiente de todos los detalles y no dejar de hacer hoy lo que parezca innecesario. Tampoco debemos dejarnos engañar o persuadir de los vendedores de la buena suerte. Muchos que no han recorrido un camino y te cuentan como es el final, quizá algunos ignorantes te querrán adular de sus conocimientos. Es necesario tener un criterio muy amplio para saber que lo que buscamos y no dejarnos llevar por las opiniones no tan cimentadas en algo lógico. Tampoco quedarnos con una sola fuente. Aprendemos mucho de varias personas. Porque cada cabeza es un mundo, dice la expresión popular. Y como motivación, no dejarnos caer sino mantener nuestra motivación, nuestros esfuerzos, y no dejar plantados nuestros logros.

El libro concluye con su décima regla que dice:” Crear Buena Suerte es preparar las circunstancias a la oportunidad. Pero la oportunidad no es cuestión de suerte o azar: ¡siempre está ahí! Crear Buena Suerte únicamente consiste en... ¡crear circunstancias!”; ésta es un resumen del enfoque al éxito o a la buena suerte. La enseñanza principal que puedo percibir es: Nosotros somos los creadores de nuestra buena suerte y si las circunstancias no están preparadas debemos buscarlas, no es cuestión de azar, es cuestión de esfuerzo y de esperanza determinada. Pues nuestra determinación y trabajo serán nuestros aliados para el éxito de la vida. Será nuestra Buena suerte.

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