La convivencia

La convivencia

La educación juega un papel vital en la socialización y difusión de los principios de la sana convivencia, la comunicación y la resolución de conflictos, que son fundamentales para crear una sociedad libre de violencia, especialmente si se desarrolla en la familia, la escuela y la comunidad. Es el centro del espacio de la vida social.

 En este contexto, la constitución de 2008 establece que el Estado ecuatoriano, a través del orden público y la acción interinstitucional, garantizará la seguridad humana, asegurará la convivencia pacífica entre las personas, promoverá una cultura de paz y evitará toda forma de violencia y discriminación. Esta política pública se fundamenta en el reconocimiento de los derechos de todas las personas e incluye la consolidación de planes, programas y proyectos de igualdad, equidad y justicia como mecanismos para superar la exclusión y promover la convivencia social.

Mejorando nuestra convivencia en familia de esta manera, el Ministerio de Inclusión Económica y Social promueve espacios de encuentro con las familias y comunidades locales, reconociendo sus diferencias y diversidad, que constituyen elementos esenciales para lograr la cohesión social, promovería el sentido de pertenencia y una actitud respetuosa, promovería la interacción y legitimaría espacios de integración y convivencia familiar en el marco de los derechos humanos y la dignidad de todas las personas. Para desarrollar esta política pública es necesario dotarnos de herramientas y aprendizajes participativos que nos permitan fortalecer nuestra convivencia familiar, llegar a acuerdos y consensos con nuestros seres queridos a través de la palabra, el diálogo, la inclusión y el reconocimiento. otros”, un conjunto de capacidades que contribuyen al desarrollo de una sociedad más inclusiva, justa y pacífica en la que todos podamos convivir.

La convivencia de la escuela está formada por las relaciones que surgen entre todas las personas pertenecientes a la comunidad educativa. Será positivo que esta construcción se haga con respeto, aceptando las diferencias y tratando todas las opiniones por igual. Tal estructura debería facilitar la resolución pacífica de posibles conflictos, desacuerdos, tensiones o disputas.

Los centros educativos tienen la obligación de educar a los niños y jóvenes en los principios, valores, habilidades y destrezas necesarios para su convivencia y desarrollo como ciudadanos, no sólo en el ámbito escolar, sino también en la sociedad. A través de estructuras de convivencia escolar activa, los alumnos sienten pertenencia a la escuela y al entorno y aprenden las herramientas necesarias para respetar los derechos humanos de las personas y de la sociedad. Sentirse valorado, respetado, acogido e involucrado activamente en la vida y en la toma de decisiones del centro reducirá los conflictos, erradicará la violencia y compartirá la responsabilidad en la convivencia. Aprender a convivir es un aprendizaje en sí mismo y también ayuda a potenciar y fortalecer el aprendizaje académico. Un entorno y un clima seguros brindan a los estudiantes el factor de calidad esencial para crear un programa integral de desarrollo personal.

...