ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La historia de vitcha

Nicolas AndradesPráctica o problema1 de Mayo de 2017

678 Palabras (3 Páginas)103 Visitas

Página 1 de 3

Sin duda tenía que contárselo a alguien.

La inquietud que sentía se reflejó en una caminata, como si con cada paso se ordenaran un poco más mis pensamientos. No me he caracterizado por ser alguien chismoso, mucho menos cizañero, pero quedarme con esto guardado era una tortura que no estaba dispuesto a vivir. Por eso caminé, caminé y caminé, hasta que encontré aquella iglesia que, con los años, se veía cada vez más abandonada. Nunca he sido muy religioso, pero sabía que adentro habría alguien dispuesto a escuchar.

Entré y fui directamente a aquel confesionario, nunca había hecho esto, así que simplemente tomé asiento y esperé.

-¿Qué te trajo por aquí hijo mio?- escuché aquella voz misteriosa.

-Eehh... padre? (...) quisiera dejar en claro que esto no se trata de una confesión de pecados, tal vez lo es... pero yo no lo veo así, es más bien una confesión para desahogar el alma...

-Hijo mio, no estoy aquí para juzgar, puedes contarme lo que sea

-Muy bien, gracias, esto pasó ayer....

-----------------------------------------------------------

Muchas veces salgo y me encuentro con Manolito, siempre con ese aspecto rojizo como si se hubiese quemado por un fuerte sol, pero quienes lo conocemos de chico sabemos que es su característico rubor. Ayer no fue la excepción, salí a regar mis plantitas cuando lo vi con una actitud inquieta, ahí parado solo, sin nada que hacer.

-Hola Manolo!- le grité desde mi portón

-Ho-ola vecino...

-Qué tai haciendo ahí parado? estai esperando a alguien?- le dije un tanto pícaro, a Manolo nunca se le ha conocido noviesita, es un chiquillo solitario, así que más bien lo tiré como talla.

-No! pa na'! s-sólo estaba aquí, eeeh quiere que lo ayude con las plantitas?

-Traqui Manolo, son poquitas, si ya me voy a entrar.

Y eso fue todo, me entré igual pensando que fue raro, él ahí parado sin nada más que mirar las calles, algo se traía este cabro, pero no me iba a meter, nunca sospecharía nada malo del Manolo, usted lo debe conocer, es un buen muchacho.

Seguí haciendo mis cosas, me iba a fumar un puchito en el jardín de atrás cuando la vieja de la otra casa me grita "Oiga ya basta de la humandera que me tiene! siempre, todos los días! me deja hediondo el patio!", a pesar de vivir solo, no es lo mio fumar dentro, así que decidí devolverme al portón. Cuando lo abro ahí vi al Manolo, lo vi, besándose con un cabro re grande, pálido y fornido, yo no lo podía creer, pero ese cabro grandote había sido compañero mio en la enseñanza media y no era cualquier muchacho, era alguien a quien yo le entregué mucho, su nombre era Vitcha....

Vitcha, nadie había tocado tan profundo mi ser, nadie había sido tan importante para mi. Vitcha, tanto tiempo, tanto tiempo para encontrarte ante mis ojos con otro, con Manolito. Te amé, te lloré y te odié. Por qué? por qué al frente de mi portón? al frente de mi casa... al frente de mis ojos....

Oh Padre, no sabe todos los sentimientos que me inundaron en ese maldito segundo. Pensé en correr y separarlos para aclarar todo nuestro pasado, quería pedirle explicaciones, quería decirle lo mucho que lo extrañé, pero sólo entré. Mientras cerraba el portón noté que Vitcha alzó la mirada, me vio, mis ojos se inundaron en lágrimas y cerré el portón con un sonido que hizo eco en toda la casa. Mi corazón se paralizó pensando en que quizás me vio llorar e intentaba calmarme respondiéndome que ni siquiera debe recordarme... finalmente esa idea sólo me propició más y más dolor. Me quedé ahí, sentado, en el suelo del patio delantero, una parte de mi tenía la esperanza de que Vitcha tocara ese portón, pero no sucedió...

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (4 Kb) pdf (30 Kb) docx (12 Kb)
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com