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La imaginería budista


Enviado por   •  30 de Mayo de 2013  •  Ensayos  •  383 Palabras (2 Páginas)  •  290 Visitas

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En la imaginería budista, la flor de loto representa al Buda, un estado prístino de espiritualidad y pureza interior que, paradójicamente, emerge de las aguas estancadas y nauseabundas, desafiándolas con su blanca arquitectura vegetal, diciendo al mundo con su ejemplo vivo que la armonía, la belleza, el equilibrio, la trascendencia, son realidades tan tangibles como el caos, el horror y el mal, y que, en última instancia, los superan. Tomando como ejemplo a la naturaleza para validar esta hermosa imagen Oriental, descubrimos que a pesar de tanto maltrato e ignorancia humanas contra nuestro irremplazabe hogar planetario, la Tierra se las ingenia –hasta ahora- para autocurarse y regenerarse de tantas heridas padecidas especialmente desde la Revolución Industrial. Aunque es verdad que cientos de especies han muerto y millones de hectáreas han perdido vida y productividad en esta tranformación acelerada, a veces demencial, del medio ambiente, también es cierto que otras tantas han surgido, resurgido y recuperado espacios a pesar de la desaprensión humana. Si no se la extirpa de raíz, la vida vuelve, en flujos incesantes, a aparecer en todo su esplendor y resiliencia, en zonas áridas deforestadas, en pantanos polutos, en costas asfixiadas de petróleo, en especies que creíamos perdidas para siempre y que, milagrosamente, vuelven a caminar, volar, saltar y nadar en la ignorada Itaca de nuestra fascinante odisea humana.

Si la capa protectora de ozono del planeta se ve disminuida y el calentamiento por el efecto invernadero aumenta, no por la estupidez humana ni por su inconsciente vocación suicida, sino por la ciega ambición de un centenar o dos de hombres “de poder”, la atmósfera, poco a poco, se va saneando de tanta contaminación en una acción curativa, es verdad, frágil y que debe ser correspondida por acciones razonables de nuestra engreída especie. El tratado de Kioto, con todas sus limitaciones, fue un buen primer paso en este sentido. El lector bien advertido pensará: “es verdad, sin embargo la administración Bush renegó del protocolo de Kioto descaradamente para vergüenza y humillación del pueblo americano.” Pero, así como la naturaleza da muestras claras de la fortaleza y la plasticidad de la vida, también la especie humana, a pesar de tanta agua putrefacta y nauseabunda que intenta sumergirla, emerge, como flor de loto, trayendo esperanza y claridad aún en los momentos más oscuros.

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