La influencia de los medios de comunicación en la opinión pública

La influencia de los medios de comunicación en la opinión pública

Nuestra sociedad ha logrado experimentar variados cambios a lo largo de la historia y las maneras de comunicarse no se han quedado atrás, el mundo ha sido testigo de cómo han ido evolucionando las diversas formas de manifestación entre los seres humanos y de la aparición de los primeros medios de comunicación como la prensa escrita, la radio y la televisión; los cuales también han presentado variaciones en el tiempo.

Pero sin distinción de aquello, la verdadera intención de los medios masivos de comunicación desde sus inicios radica principalmente en hacer una conexión entre nuestra sociedad y los diversos acontecimientos de importancia (de acuerdo con la denominada “Teoría de la Agenda Setting), esto con el fin de otorgarle a la opinión pública la capacidad de tomar decisiones y moldear su postura frente a determinados tópicos de interés. Sin embargo, muchas veces la sociedad puede tener percepciones positivas y/o negativas sobre la labor de los medios, dependiendo de los hechos informados y los mecanismos para informarlos.

¿Pero que es la opinión pública?

 La opinión pública puede ser lo que piensa la gente sobre los asuntos generales, pero del mismo modo pueden ser lo que los medios de comunicación dicen que es, es decir, aquellas opiniones que por una razón u otra son dominantes en el espacio informativo. También hay que considerar que la opinión pública es un proceso de retroalimentación, donde hay una serie de reacciones de las que resulta de algún hecho en particular. Todo esto depende de los medios de comunicación que alinean el flujo de la opinión pública, creando tendencias en ella, pero que están en las manos de empresas que velan únicamente por su interés.

La influencia de los medios de comunicación sobre la sociedad se ha visto presente desde a mediados del siglo XX, en que se veía bastante presente la propaganda política en todas los medios informativos (periódicos, radio, prensa e incluso cine). Mientras que hoy en día, la opinión pública se ve influenciada por la retroalimentación que genera el internet y las redes sociales, provocando así numerosos efectos en la población, como la convocatoria a marchas y adhesión a movimientos sociales.    

Tales han sido los ejemplos como las movilizaciones contra el proyecto “OCTOPUS” que se pretende instalar frente a la costa de Penco, esto a raíz de su impacto medioambiental, y la reciente marcha “Ni una menos”, en protesta contra la violencia hacia la mujer, con gran convocatoria no solo en suelo nacional, sino que también en el resto de Sudamérica.

¿Los medios de comunicación son capaces de crear la realidad?

La misión primordial de los medios ha sido desde sus inicios mostrar la realidad tal como la vemos a diario, por ende no construyen la realidad, sino que nos mantienen al tanto de todo lo que suceda tanto en nuestro país de origen como en el resto del mundo. Sin embargo, hay medios informativos que tienden a distorsionar la realidad, ya sea con fines específicos hacia la población o bien, con intereses del empresariado o de alguna ideología política.

En Chile hay muchos ejemplos que vislumbran lo anterior. Recientemente se ha conocido la denuncia hecha por Juan Cristóbal Guarello en contra del diario La Segunda, donde afirma que fue incentivado por parte del director del diario Mauricio Gallardo, a desprestigiar al senador por Antofagasta y posible candidato presidencial Alejandro Gullier, en lo que califica como una campaña difamatoria y malintencionada.

Los medios de comunicación chilenos propiamente tales no se quedan atrás. En reiteradas ocasiones se ha criticado la línea editorial en la cual se rige el departamento de prensa de Chilevisión, donde se hace énfasis en la denominada crónica roja, donde se muestran informaciones relacionadas con hechos delictuales como robos, asaltos y asesinatos. También podemos ver el caso del diario de circulación nacional Las Últimas Noticias, que continuamente muestra en sus páginas información poco relevante para sus lectores y un exceso de prensa rosa, pero que aún así la masa la consume y se convierte en el diario más leído de nuestro país.  Todo esto produce lo que se denomina como realidad mediática.

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