Influencia De La Prensa En La Opinion Publica
jonatanmtz34 de Junio de 2012
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Orígenes de la prensa.
La historia de la prensa es paralela a la de las comunicaciones entre los hombres, aunque la prensa moderna tiene su punto de partida en la aplicación de los instrumentos técnicos que permiten llevar al mayor número de lectores las noticias más recientes. Este hecho tiene lugar en los primeros años del s. XIX. Previamente, a lo largo de la historia, existieron momentos claves en la actividad periodística: la redacción de noticias manuscritas en Grecia y Roma; las informaciones manuscritas de la Edad Media y la Edad Moderna, primero anuales y luego semestrales, cuyo contenido era político-religioso (por ejemplo, el conflicto católico- protestante) o comercial.
A lo largo del s. XVII triunfa, el periodismo regular gracias a la elevación del nivel cultural, el fortalecimiento del poder real y el centralismo del Estado; con ello, el periodismo comienza ha hacerse político, se organiza y toma un carácter gubernamental. A partir de este momento, se puede hablar de varios tipos de periodismo: político, informativo, cultural y mundano. A lo largo del s. XVIII, domina el campo de la información el periodismo diario; el primer periódico diario fue el Daily Courant (1702-1735), que introdujo la publicidad en sus publicaciones; el segundo diario fue español, el Diario Noticioso (Madrid, 1798). Sin embargo, la periodicidad diaria no sería establecida hasta comienzos del s. XIX, momento en que también se consiguieron las condiciones que permitieron al periódico llegar a las masas en todos los países y tratar todos los temas: avances tecnológicos, desarrollo de las telecomunicaciones, disminución del analfabetismo, etc. Desde 1850, la actividad periodística puede dividirse en tres etapas: periodismo ideológico, periodismo informativo y periodismo de explicación. El periodismo ideológico (al servicio de ideales políticos, religiosos o sociales) perduró hasta la Primera Guerra Mundial, coexistiendo durante un tiempo con el informativo, periodismo de hechos, no de comentarios, que surge en 1870 y se extiende hasta los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. A raíz de la fuerte competencia de los medios de radiodifusión, surge el periodismo de explicación, que comparte características del informativo, pero analiza las causas de los hechos, dejando a la radio y a la televisión la inmediatez informativa.
Junto a los periódicos diarios, subsisten desde el s. XIX otras formas de prensa tales como semanarios, revistas y almanaques, que fueron especializándose en materias y en el modo de tratar la información.
La velocidad del periodismo, ha sido influida decididamente por el avance tecnológico aplicado a esta actividad y rápidamente desarrollado a lo largo del s. XX y especialmente desde la Segunda Guerra Mundial, provocando, por un lado, un elevado grado de automatización en el proceso productivo de la información, y, por otro, la incapacidad de los periódicos para subsistir sin pertenecer a un grupo económico o político de presión. Se crean los grupos editoriales, se plantean importantes problemas en las sociedades plurales, como el hecho de que la libertad de información da lugar a la formación de una auténtica opinión pública. Para conseguir un funcionamiento correcto de dicha opinión, conformada primordialmente por las grandes tiradas de los periódicos, es tan preciso garantizar la libertad de prensa a través de la legislación, como exigir la actitud moral de los periodistas.
GÉNEROS PERIODÍSTICOS.
Noticia.
La noticia es el género periodístico más importante y más característico de los medios de comunicación; es un relato de acontecimientos de interés y actualidad. En un texto informativo, el uso de la técnica de la pirámide invertida (de mayor a menor interés) es conveniente pero no obligatorio. Siempre se ha de comenzar por el hecho más importante, no obstante, el párrafo siguiente puede constituirlo una frase que explique la entradilla o contenga los antecedentes necesarios para comprender el resto del artículo, rompiendo así la relación de hechos.
Entradilla. La entrada es el primer párrafo de la noticia. Esté diferenciada tipográficamente o no, contendrá lo principal del cuerpo informativo, pero no deberá constituir un resumen de todo el artículo. Ha de ser lo suficientemente completa como para que el lector conozca lo fundamental de la noticia sólo con leer el primer párrafo. Su extensión ideal, unas 60 palabras.
El primer párrafo no debe contener necesariamente (aunque sí es conveniente) las clásicas respuestas qué, quién, cómo, dónde, cuándo y por qué. Estas seis respuestas pueden estar desgranadas a lo largo de la información, pero siempre según la mayor o menor importancia que cada una de ellas tenga en cada caso.
Cuerpo de la noticia. La información va de mayor a menor interés; el cuerpo de la noticia desarrolla la información con todo tipo de elementos complementarios; incluye los datos que no figuran en la entrada, explica los antecedentes y apunta las posibles consecuencias. Esto no significa que se puedan incluir opiniones partidistas o juicios de valor sobre lo que se narra.
Entrada y cuerpo de una noticia no deben superar, salvo casos excepcionales, las 900 palabras. La narración de los hechos y de los datos ha de hacerse sin pretender contarlo todo a la vez, para que no dé la sensación de barullo. Siempre ha de escribirse cada párrafo de una noticia como si fuese el último. Al término de cada párrafo, la noticia debe tener unidad en sí misma; no puede quedar coja o falta de alguna explicación.
El principal objetivo al escribir una información es mantener el interés del lector hasta el final. Para ello, hay que unir con suavidad y acierto las ideas afines. Cada párrafo de un artículo, reportaje o crónica ha de ser consecuencia lógica de la parte anterior.
Reportaje.
El reporterismo significa mirada propia.
En los tiempos de la globalización, de Internet, de las grandes cadenas de TV y agencias informativas planetarias, el lector y espectador necesita visiones y puntos de vista hechos a su medida, que le acerquen la realidad, que le den la clave para comprenderla.
El reportero ha de dar todos los matices, toda la gama de grises que van del blanco al negro, pero también ha de “mojarse”, escribir con intención, apostar por una tesis, tomar un compromiso. Porque el reportaje es una mirada personal sobre la realidad, y la mirada no puede ser nunca fría ni expresiva, ha de ser viva.
El reportaje -género que combina la información con las descripciones e interpretaciones de estilo literario- debe abrirse con un párrafo muy atractivo, que apasione al lector. Es probablemente el género periodístico estrella porque es el que admite más registros, es el más creativo. Te permite crear un estilo propio y desenvolverlo. El reportero está siempre condicionado por el mundo en el que vive; lo describe y lo interpreta. Aquello que hoy es noticia de portada mañana puede caer fácilmente en el olvido, hecho que impide al reportero tratar los temas con la profundidad necesaria.
El reportero ha de ser un investigador, un analista que haga buena información yendo a los orígenes de las cosas, entre la gente. En las dictaduras es cuando se nota mucho más la importancia de la información. En la democracia, cada periodista puede tener las ideas políticas que quiera, aunque la información tendría que estar por encima de la política.
Tras la entradilla, el relato ha de encadenarse con estructura y lógica internas. El periodista debe emplear citas, ejemplos y datos de interés humano para dar vida a su trabajo. Y el final: el último párrafo de un reportaje debe ser escrito muy cuidadosamente. Tiene que servir como remate
La selección del tema.
Es inevitable, a la hora de elegir tema, que pesen más aquellos por los cuales el reportero tiene una especial preferencia. Pero a la hora de hacer un reportaje no es tan importante el tema escogido, como el tratamiento que uno hace, el punto de vista, la mirada personal; ya que la peor enfermedad de un reportero es la indiferencia.
El periodista ha de ayudar a ver que las cosas nunca son lo que parecen ni parecen lo que son.
La documentación.
Una vez decidido o encargado un tema, el primer recurso es bajar al archivo del diario y pedir toda la información que haga referencia al tema. Otra fuente de información son los propios contactos, gente que por algún motivo han trabajado sobre ese tema o que son especialistas de la materia que quieres tratar. Finalmente, tenemos las redes informáticas, aunque Internet no puede nunca sustituir la propia experiencia sobre el terreno, y los libros también nos sirven de gran ayuda. Los buenos periodistas son aquellos que, al cabo de muchos años, han conseguido tener una serie de fuentes de confianza.
Crónica.
La crónica es un estilo situado a medio camino entre la noticia, la opinión y el reportaje. Puede emplearse el estilo de crónica cuando se trate de informaciones amplias escritas por especialistas del periódico en la materia de que se trate, corresponsales en el extranjero, enviados especiales a un acontecimiento o comentaristas deportivos, taurinos o artísticos. La crónica debe contener elementos de la noticia -será titulado por regla general como una información- y puede incluir análisis (y, por tanto, cierta opinión).
La crónica debe mostrar un estilo ameno, a ser posible con anécdotas y curiosidades. La crónica de acontecimientos deportivos o taurinos no debe olvidar los datos fundamentales para los lectores que no los han presenciado, aunque fueran
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