La necesidad de reconocer los hábitos de estudio con el principio de la vida de estudiante

Es perentorio ubicar los hábitos de estudio como uno de los elementos más importantes que debe adquirir un escolar a lo largo de todo su proceso educativo. Según esto, es necesario reconocer los hábitos de estudio desde el inicio de la vida estudiantil. A partir de lo anterior, en la etapa universitaria, cuando se denotan problemas de organización, el estudiante visualiza que se le ha de presentar una gran exigencia para adaptarse (Painepán, 2010). Esto, lamentablemente, se presenta con más frecuencia de lo acostumbrado.

Por otro lado, teniendo hábitos de estudio establecidos, se espera que no sea una dificultad el enfrentarse a la vida universitaria. Esto pudiera ser cierto, en un escenario ideal, pero en la sociedad actual funciona dentro de lo esperado. Los padres dedican menos tiempo a cuidar de sus hijos. Además, dedican menos tiempo a apoyar el estudio y tareas escolares de los mismos. Es por esto, que los niños presentan dificultad para organizarse desde pequeños, debido a la falta de un guía.

De acuerdo a la Corporación CED, que plantea que a largo plazo una metodología de trabajo fomentado desde los primeros años del estudiante y a lo largo del tiempo, ayudará a ser un excelente profesional en el futuro. A partir de lo anterior, muchas de las habilidades que con el correr del tiempo se logran adquirir, se reflejarán en el trabajo fuera del colegio. Esto no sólo se mostrará en el rendimiento del estudiante sino que en otras actividades que lo conducirán a desarrollarse íntegramente. Es importante, a su vez, que sean establecidos estos hábitos junto al conocimiento de técnicas de estudio según cada alumno, ya sea en su hogar o en su colegio, ojalá acompañado de uno de sus padres.

Como se planteaba anteriormente, se dice que es importante que el alumno tenga interacción con el entorno y particularmente con sus padres para un aprendizaje eficaz, puesto que según dice (Ivic, 1999) los padres se plantean como organizadores del aprendizaje del niño. Viéndolo bajo esta perspectiva, la tecnología educativa viene a ser un apoyo a esta necesidad (Sánchez, 1998).

Pero es conocido que la educación de los hijos por parte de sus padres, es totalmente necesaria para su enseñanza-aprendizaje y que viene a complementar la tarea de educación del colegio. En caso que se plantee que no es efectiva su educación o no se encuentre con herramientas de organización, conllevará que el rendimiento de su hijo se vea disminuido (Jadue, 2003).

De acuerdo a lo anterior, se establece que la posterior solución a esta problemática repercutirá en el ámbito educacional, tanto escolar como universitario a largo plazo y, también, en el ámbito personal y familiar, influyendo en escolares que tienen padres faltos de las herramientas de organización y que mejorarán en el tiempo efectivo de apoyo de las tareas escolares con sus hijos.

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