Lactancia

INTRODUCCION

La lactancia materna es sin duda una puerta de entrada a la maternidad, y a la crianza con respeto: Cuando amamantamos a libre demanda, estamos abriéndonos a escuchar y responder a las necesidades de nuestro bebé, sin importar la hora que sea, o la situación en la que nos encontremos.

Maricela Bedoya, encargada de la Red de Salud Arequipa-Caylloma, sostuvo que, actualmente, solo 55 de cada 100 madres alimentan a sus recién nacidos con leche materna exclusiva, debido a que la mujer hoy en día también trabaja. Esta situación es distinta a la apreciada en la provincia Caylloma, pues en esta jurisdicción, el 90 % de cada 100 madres se dedican al cuidado de sus menores hijos, a quienes alimentan con lecha materna exclusiva durante los primeros meses de vida.

La lactancia materna es algo imprescindible para él bebe ya que es la forma más natural y efectiva de comprender y satisfacer las necesidades del niño puesto que es una mezcla de proteínas, sales minerales, vitamina y moduladores del sistema, necesarios para la supervivencia. La clave del asunto radica en tener la voluntad y buscar el asesoramiento adecuado en caso de surgir problemas. Lamentablemente hoy en día, la información errónea que circula entorno a la lactancia natural hace que muchas mujeres opten por la leche de fórmula. Si a esto le sumamos la campaña realizada por las marcas de leche, que asocian a la madre que da el biberón con la madre moderna y trabajadora empeoran la nutrición del bebe.

Es importante valorar las propiedades de la leche materna ya que es una vacuna natural frente a enfermedades y sobre todo mejora el desarrollo psicomotriz. Las madres que alimentan de forma natural a su bebé le confieren una protección contra el desarrollo del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), según un estudio de la Universidad de Tel-Aviv (Israel) liderado por la doctora Aviva Mimouni-Bloch con lo cual concluye que la leche materna es única porque aporta lo necesario para que tu bebé crezca lo más sano posible, dentro de lo que cabe" y no puede ser sustituida por otra ya que no contiene los anticuerpos, hormonas, enzimas, oligosacáridos y demás componentes que la hacen diferente. El recién nacido es un ser indefenso, absolutamente dependiente de nosotros, que nos necesita en cada avance en su desarrollo, es nuestro deber como padres una entrega total, incondicional y rápida, lejos de todas las creencias de manipulación.

CUERPO

Aguilar, J (2005) es el alimento que recibe el neonato o lactante y procede su madre. La lactancia natural se basa en administrar al bebé la leche de una mujer ya sea su madre o una donante; esta forma de alimentación es poco difundida, a pesar de que se está empezando a recoger leche humana en los bancos de leche.

Según Ayela, R (2009) sostiene que la lactancia materna es la alimentación con la leche de la madre. Es el elemento único que permite transmitir defensas de la madre al niño, a la vez que fortalece el vínculo materno infantil.

En cuestión de estas definiciones se concluye que lactancia materna es un tipo de alimentación que consiste en que un bebé se alimente con la leche de su madre. La leche, justamente, es un alimento de características únicas que permite que la madre transmita sus mecanismos de defensa al recién nacido, mientras que el acto de amamantar logra fortalecer la relación madre-hijo.

La leche humana es el único alimento que provee enzimas para ser digerido, y posee actividad inhibitoria para las mismas. Tal es el caso de la lipasa dependiente de las sales biliares, importante por el alto grado de absorción de grasas que realiza el neonato (Lawrence, 1994).

Según Rodríguez, V. Simón, E (2008) la leche humana tiene una baja concentración de proteínas con respecto a la leche de otros mamíferos (10 g/l). La mayor proporción proteínas séricas/caseínas, la presencia de α- lactoalbúminas, la tosferina, lactoferrina, lisozima e inmunoglobulinas (especialmente la IgA secretora) son algunas de las características principales de la leche humana en comparación de la leche de vaca. En la leche también se encuentran otras sustancias nitrogenadas no proteicas tales como hormonas y péptidos tróficos, nucleótidos y poliaminas.

Ayela, R (2009) dice que la leche humana, tal como de otros mamíferos, consiste en agua, proteínas, hidratos de carbono y grasas. La leche humana madura proporciona alrededor de 75 calorías por 100 ML. El principal constituyente de la leche materna es el agua y es interesante señalar que el requerimiento hídrico de un bebé, incluso en clima cálido es perfectamente satisfecho por la leche. El contenido proteico es de 0.9%, estas proteínas son de alto valor biológico y su aprovechamiento es suficiente.

Se concluye que el calostro que produce la madre, una sustancia acuosa y amarillenta rica en minerales y vitaminas A, E, K y B12. Es muy fácil de digerir y cumple una acción laxante que ayuda a eliminar las heces producidas en el intestino del niño durante la gestación. La IgA protege

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