Las Drogas En América Latina

LAS DROGAS EN AMÉRICA LATINA

Una década después de la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS) sobre el problema mundial de la droga, las drogas ilícitas, el narcotráfico y los delitos y crímenes relacionados siguen amenazando la paz y la estabilidad en el mundo. En 2008, la comunidad internacional debe evaluar el progreso alcanzado.

Con miras a contribuir a esta evaluación desde la perspectiva de la prevención de conflictos, Crisis Group ha emprendido una investigación sobre el estado actual de la producción y el tráfico de cocaína, así como sobre las estrategias antinarcóticos de Estados Unidos, Europa y América Latina.

Latinoamérica tradicionalmente ha sido considerada como una de las regiones de abastecimiento y lugar de tránsito de drogas para el mundo. Sin embargo en los últimos años, se ha venido asistiendo a la transición de dejar de ser una región meramente productora para pasar a ser una región consumidora. Después de las drogas legales como lo son el alcohol, tabaco y medicamentos psicótropos la marihuana es la sustancia ilegal más consumida, le siguen el clorhidrato de cocaína, la pasta básica y en una proporción todavía poco significativa los opiáceos. Dentro de las formas de consumo, la administración de sustancias psicoactivas por vía parenteral, es una costumbre poco frecuente en el cono norte de Latinoamérica y sí medianamente difundida en países como Brasil, Argentina y Sur de Chile, donde el VIH/SIDA asociada a esa forma de consumo guardan una correlación importante.

En materia de consumo, la ejecución de las diferentes acciones, guiadas en general por la política Norteamericana, para responder al complejo fenómeno de las drogas, se ha venido reproduciendo mecánicamente en la mayoría de los países suramericanos sin un balance sopesado y una evaluación objetiva de sus verdaderos resultados

En términos realistas, en los últimos 30 años en Latinoamérica, se ha visto y vivido más y más de lo mismo, sin resultados muy positivos hasta el momento. De alguna manera se ha asistido, a pesar de las campañas de prevención que se han realizado, a dejar de ser países meramente productores y de tránsito a ser países consumidores. Así mismo la producción y el tráfico de drogas en el Continente se ha exacerbado. No obstante se puede señalar, que bajo la administración del presidente Bill Clinton, se produjo una modificación importante a la política, sin cambiar básicamente el paradigma; se plantea explícitamente una necesaria modificación en las acciones, en el sentido de relativizar la separación de países productores y consumidores, modificación ésta donde Colombia jugó un papel protagonista.

Al parecer, la primera documentación escrita conocida sobre el consumo de drogas en América, corresponde a Cristóbal Colón, quién en 1493 se refiere a los curanderos de la isla la Española, describiendo el consumo por aspiración nasal de un polvo llamado “cohoba”, el cual, al parecer, era tabaco, y que les producía visiones, les permitía diagnosticar enfermedades y adivinar sucesos futuros. No existe certeza, de la época exacta del inicio de los usos de sustancias psicoactivas en América. Lo que sí se sabe,

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