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Las Orquideas


Enviado por   •  19 de Noviembre de 2013  •  3.744 Palabras (15 Páginas)  •  286 Visitas

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Cuidados en casa

Jueves 13 de Diciembre de 2012

En esta página vamos a abordar los diferentes factores que deberemos tener en cuenta para que nuestras orquídeas puedan vivir largo tiempo y puedan proporcionarnos muchas satisfacciones en forma de flores y fragancias.

Esta información va dirigida especialmente a las personas que desconocen la materia y se encuentran ante el reto de cuidar por primera vez una de estas plantas en casa.

Aconsejamos la lectura de los diferentes apartados que a continuación se exponen y consultar también en nuestra página "tipos de orquídeas" las peculiaridades de cada especie respecto a sus necesidades.

Si sigue teniendo alguna duda respecto a sus cuidados, puede utilizar nuestro foro para preguntar a nuestros visitantes.

Necesidades básicas:

Luz:

Agua:

Nutrientes:

Temperatura:

Humedad:

Higiene:

Ventilación:

Corte varas:

Recipientes:

Substrato:

Reproducción:

Transplante:

Luz

Como todas las plantas, la luz es uno de los factores fundamentales para su buen desarrollo. La mayoría de orquídeas necesitan mucha luz pero poco o nada de sol directo (de las orquídeas tropicales, sólo las Vanda y las Cymbidium pueden tolerar el sol directo pero fuera de las horas centrales del día).

Debe buscar una ubicación cerca de ventanas con buena orientación. Si el sol entra en alguna hora del día procure filtrar la luz a través de visillos que la atenúen.

Unas buenas condiciones de luz son imprescindibles para estimular la floración y el crecimiento de la planta.

Si no se dispone de la suficiente luz natural, una opción consiste en instalar luces artificiales especiales para plantas. Las hay de diferentes tipos (de mercurio, de sodio de alta y baja presión, etc.). Consulte a su proveedor.

La luz insuficiente provoca la falta de floración, poco crecimiento, tallos frágiles que pueden caerse, hojas de color verde muy oscuro o, según otras condiciones, hojas que amarillean hasta caerse.

Agua

El agua es quizás, junto con la luz, el elemento más importante en el desarrollo de las orquídeas. Es mediante este elemento como la planta se hidrata y nutre a partir de las substancias orgánicas disueltas en ella.

Las orquídeas no pueden regarse con la primera agua que tengamos a nuestro alcance. Normalmente el agua corriente que sale del grifo de casa presenta una alta dureza, cloro, elevado ph y otros componentes que la hacen altamente perjudicial. Recordemos que en su hábitat natural las aguas suelen ser muy blandas y exentas de aditivos.

Para regar nuestras plantas deberemos utilizar agua blanda (baja en sales minerales, calcio, sodio, etc.). Normalmente se utilizan aguas embotelladas (la de marca Bezoya es idónea). No obstante, si disponemos de muchas plantas, una buena opción es instalar un equipo de filtrado de agua por osmosis inversa. Actualmente hay diferentes modelos a precios muy asequibles. Este tipo de filtrado múltiple nos asegura una baja dureza, una corrección del ph, eliminación del cloro y partículas pesadas.

Consejos para el riego:

Los riegos deberán tener una frecuencia ajustada a las condiciones de temperatura. Mayor frecuencia en verano y menor en invierno coincidiendo con los periodos de reposo después de la floración.

Los riegos deben simultanearse con las vaporizaciones que más adelante trataremos.

Es importante dejar que el substrato se seque parcialmente (sin llegar a que esté totalmente seco) entre riegos. Si vigilamos las raíces (en las que tienen envase transparente) sabremos que hay falta de riego si las raíces se han vuelto de color blanquecino. Si están verdes, probablemente no necesitan más agua.

Evitar en todo caso que el agua quede encharcada en el substrato. El drenaje siempre ha de ser muy bueno aunque esto hará que tengamos que regar más a menudo.

Para mantener un poco de humedad sin dañar las raíces, es aconsejable que coloquemos debajo de la maceta o recipiente que contenga la orquídea, un plato con bolitas de arcilla y un poco de agua. Lo importante es que el agua no entre en contacto directo con la base de la maceta ya que esto podría causar la podredumbre de las raíces. Deben ser las bolitas humedecidas las que transmitan por capilaridad algo de humedad. De esta forma colaboramos a que la planta tenga unas mejores condiciones (ver foto siguiente).

En esta foto se muestran diferentes posibilidades para mantener cierta humedad en la planta. Se trata de colocar bolitas de arcilla en la base con un poco de agua. En todo caso el nivel del agua no debe sobrepasar la altura de las bolitas (fotos 1,2 y 3). Hay otros recipientes (foto 4) que disponen en su parte inferior de un deposito aislado del contacto con la corteza y donde se deposita el agua sin tocar las raíces. De esta forma se consigue mantener una cierta humedad en el fondo sin peligro para las raíces.

Una de las mejores formas de regar nuestras orquídeas, es sumergiéndolas en un recipiente lleno de agua pero sin llegar a que el agua entre por la parte superior del recipiente o maceta. Esto está especialmente indicado para la mayoría de ellas. Normalmente, según, tamaño y condiciones de la planta, bastarán unos 10 minutos para que la planta absorba el agua que necesite. Posteriormente hay que escurrir bien el agua y dejamos que el resto lo absorban las bolitas de arcilla que hemos colocado en la base de la maceta.

Hay que tener en cuenta que las orquídeas que no disponen de pseudobulbos (por ejemplo Phaleanopsis) son más susceptibles de deshidratación y deberemos estar más atentos a su riego.

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