Legalización De La Marihuana En Jalisco

¿SERÁ PRUDENTE LEGALIZAR EL CONSUMO HUMANO DE LA MARIHUANA CON FINES RECREATIVOS?

Esta pregunta es de gran actualidad, y por muchas razones resulta intencionalmente provocativa.

Antes de intentar darle respuesta, quiero resaltar que los legisladores y demás personajes que proponen esta medida, podrían –en un arranque de osadía temeraria-, procurar derogar en algún periodo de sesiones la ley de la gravitación universal (ley de la gravedad), descubierta por Isaac Newton. Seguramente Newton se desternillaría de risa y de pena en su sepulcro, ante semejante atrevimiento, y también la naturaleza de este fenómeno seguiría exactamente igual, haciendo caso omiso de la intromisión de los legisladores y demás personajes, en ámbitos que escapan a aquello que es susceptible de ser legislado por cualquier gobierno en cualquier país.

Ahora, deseo preguntarle al amable lector si estaría dispuesto a abordar un taxi, cuando el conductor del mismo ha fumado marihuana, y –todavía un poco más-, si asumiría el riesgo de abordar un avión cuyos pilotos la hayan consumido, o bien si aceptaría someter a cualquiera de sus familiares más cercanos y queridos a una intervención quirúrgica delicada, en donde los cirujanos hayan consumido esta yerba. En mi caso personal, yo cambiaría de taxi o de avión, de médico y hasta de hospital, pues deseo velar tanto por mi vida, como por mi integridad corporal, como lo hace la inmensa mayoría de la gente razonable. Otro tanto puede decirse en relación con mis seres queridos.

El consumo humano de marihuana, según estudios médicos de probada seriedad que poseo, no solo produce euforia y graves alteraciones en la conducta, sino una gradual extinción de las neuronas, y también depresión, anulando las motivaciones de la persona consumidora, y abriéndole la puerta para severos trastornos mentales y –lo que es peor-, para el consumo de otras drogas más fuertes y dañinas, como la heroína y la cocaína entre otras. Sabemos perfectamente por los medios de comunicación, y por nuestro entorno, que la mayor parte de delitos tales como el homicidio, el asalto a mano armada, la violación y las agresiones, sobre todo las graves, son perpetradas por adictos a las drogas mencionadas, e incluso a otras semejantes, pues hacen envalentonarse al cobarde, y exaltan los deseos de venganza y las apetencias sexuales.

No pretendo agotar un tema de tanta importancia en un ensayo tan breve como éste; pero debo expresar mi inenarrable asombro al advertir que esos legisladores en lugar de apelar a lo que hay de más noble y sublime en el ser humano, apelan a la BESTIA que todos llevamos dentro, si permitimos que se desborden indiscriminadamente nuestras pasiones más bajas.

Chesterton, gran periodista y escritor británico, decía con un fino sentido de la ironía, que los pecados generalmente se pagan en

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