Ley De Sociedad

SOCIEDAD EN CONVIVENCIA

“UN NUEVO CONCEPTO SOCIAL”

(INTRODUCCIÓN)

Lo que se expone aquí, es solo una observación explicativa muy particular, sencillo pero sensible comentario sobre una nueva forma de ver a la sociedad, al matrimonio, y los beneficios que trae aparejado el reconocimiento de la Ley y la Sociedad, debido a lo conveniente para la vida y el desarrollo del pueblo Mexicano, ya que la aceptación tanto social como legal, es el resultado de evolucionar como sociedad y como humanos compartiendo el mismo espacio y en paz, respetando la voluntad de las personas, en su libre arbitrio de escoger cómo y con quien vivir en pareja dentro del marco juridico y lo más importante, sin que esta voluntad quede al margen de la ley, en el sentido de dar garantía jurídica, como decidir que esas personas que amamos gocen de los beneficios que resulten de nuestro esfuerzo al forjar un patrimonio a través del trabajo honesto y todo lo que ello resulte.

Dejar de reconocer o ignorar las nuevas formas de articular de las personas, es violar las garantías individuales consagradas en la Carta Magna, además es dejarse ver como personas intolerantes, conservadores e intransigentes, sería tanto como ir en retroceso con la evolución natural de las sociedades, porque además se tiene el conocimiento de los antecedentes de esta práctica social desde épocas apocalípticas; y a través de la transición el ha ido cambiando la actitud hacia revolucionarias formas convivir y tienen una visión mejorada del mundo y por la experiencia que queda, se concluye que solo respetando y adoptando las nuevas conveniencias de vida es cómo se puede preexistir como una sociedad civilizada.

Me viene a la mente, aquella mundial y famosa frase del ilustre abogado, Don Benito Juárez, en la que expone claramente y por si sola explicativa de lo que se va a leer enseguida y él porque nace esta una ley: “TANTO EN LOS INDIVIDUOS COMO EN LAS NACIONES, EL RESPETO AL DERECHO AJENO ES LA PAZ”.

(DESARROLLO)

Sociedad de convivencia “es una nueva institución jurídica que reconoce el deber del Estado de otorgar igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos”.

Desde épocas bíblicas se tienen las referencias que existían las relaciones entre personas del mismo sexo, si bien en esos tiempos eran enteramente conocidas igualmente lo eran aborrecidas, al grado de satanizarlas a quienes ejercían esas relaciones llamándolos “pecadores en contra de la naturaleza”. El reconocimiento a este tipo de práctica social se comienza a observar varios siglos después en las antiguas sociedades romanas y griegas. El transcendental síntoma de la aceptación era que se sobrellevaba en público e incluso se sabía que realizaban festejos cuando se llevaba a cabo una ceremonia de esta índole. No obstante, no consta evidencia de que tales uniones fueran reconocidas socialmente como matrimonios.

Si bien es cierto que la Constitución General de la República no contempla el derecho a contraer matrimonio, también lo es que la reforma al artículo 146 del Código Civil para el Distrito Federal, por la que se reconfigura la institución del matrimonio, se inscribe como una medida legislativa constitucionalmente razonable.

La orientación sexual de una persona, como parte de su identidad personal, responde a un elemento relevante en su proyecto de vida, que incluye el deseo de tener una vida en común con otra persona de igual o distinto sexo, por lo que tratándose de personas

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