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Libro “Pedagogía de la Autonomía” de Paulo Freire


Enviado por   •  23 de Abril de 2020  •  Ensayos  •  3.081 Palabras (13 Páginas)  •  114 Visitas

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En este ensayo se detallara el Libro “Pedagogía de la Autonomía” de Paulo Freire, en el cual el autor imagina al profesor de una forma distinta. Al inicio se orientara en la reseña y  luego se seguirá con el análisis de los tres títulos en el que autor divide su obra, los cuales están orientados a los profesores y en estos resalta el perfil del profesor ideal. Con el propósito de colaborar en la protección de una escuela demócrata.  Paulo Freire (1921-1997) fue un pedagogo brasileño, sin lugar a dudas uno de los más significativos del siglo XX, que acogió como procedimiento de adiestramiento una diferencia de la teología de la liberación con la cual comienza una idea distinta del profesor. Resalta la figura del profesor ideal, quien impulsa la utilización de la voluntad con algunas condiciones, con la labor del profesor  habitual que vigila la conducta de sus alumnos. En este ejemplar el escritor ve  al profesor ideal como un individuo verdadero y justo que incesantemente objeta todo lo que está a su alrededor y a la vez su modo de comportarse evidencia la tolerancia hacia el otro. En este escrito Freire plantea que el profesor se acepte como investigador de su particular costumbre profesional. De esta forma pasa de ser un profesor habitual a un individuo opinante que coopera para que el alumno recapacite y sea capaz de crear su peculiar aprendizaje. Uno de las figuras fundamentales para Freire es la rectitud, pues estima que el mentir permanentemente a los alumnos perjudica la noción que estos dan por cierto del profesor, ya que dejan de ser admirados como un modelo. En oposición con este profesor habitual, quien se presenta como absoluto dueño de la verdad, Freire recomienda que el profesor sea decisivo, es decir, que esté preparado para admitir su ignorancia sobre algún asunto y una  vez que lo confirma, aprende e indaga acerca de sus dilemas, así cuando el profesor es indagador se convierte en un prototipo a copiar, en el que indagar posibilita la perfección de las aptitudes de las personas. Para Freire una vez que el profesor se acepta como investigador, el pensamiento “No hay enseñanza sin investigación, ni investigación sin enseñanza” es una fracción total de su naturaleza como profesor.

CAPITULO II:

Es segundo lugar cuando el escritor menciona “Enseñar no es transferir conocimientos”: sostiene el pensamiento que el profesor no está en la obligación de entregar sus conocimientos como propietario de las realidades únicas. La enseñanza es el surgimiento de aptitud para la elaboración  de conocimientos, Freire sugiere la presencia del cambio de los conocimientos que permitan el desarrollo tanto para el profesor como para el alumno. El profesor debe fomentar en el alumno el razonamiento oportuno e introspectivo para estimular la indagación y la motivación y así conseguir una enseñanza característica. Ser profesor no simboliza que se posee la justificación absoluta, más bien hay que asistir al alumno para  que incremente sus particulares reflexiones y no estamos en la obligación de imponer nuestros conocimientos en él, ya que si hacemos esto no se le estaría dando al intelecto del alumno el valor que le corresponde y solo se creería que es una vasija donde se descargan los conocimientos. La educación es algo más, es ayudar al alumno a lograr el salto de ser inocente a ser investigador y crítico. Esta a su vez le dará al alumno la posibilidad de evolucionar como individuos  honestos. Y es así como el aprendizaje se transforma en la fracción de la instrucción que se les imparte a los alumnos.

El conocimiento es inconcluso, por este motivo los profesores son constantes estudiantes y serán considerados  individuos que continuamente investigan novedosos estudios. Como cita el escritor  “Donde hay vida, hay inacabamiento. Pero solo entre hombres  y mujeres el inacabamiento se tornó consciente. La invención de la existencia a partir de los materiales que la vida ofrecía llevo a en hombres y mujeres a promover el soporte que los otros animales continúan, en el mundo”, aquí el escritor nos transmite que inacabamiento es original del ser humano, ya que somos individuos con vivencias culturales, históricas etc. Pero que  debemos tener muy presente el inacabamiento ya que este nos facilitara continuar alcanzando conocimientos y así incrementar nuestros talentos críticos para comprender el universo que habitamos. Otra imposición de enseñar es que esta requiere la identificación de ser condicionado.  Como cita el escritor “Me gusta ser persona porque, inacabado, sé que soy un ser condicionado pero, consciente del inacabamiento, sé que puedo superarlo” aquí poseemos la enorme desigualdad entre un ser condicionado y un ser determinado, la desigualdad viene cuando nos damos cuenta que somos seres inacabados que podemos tratar de  mejorar cada instante. También tenemos la definición de inconclusión que nos plantea el escritor haciendo una obvia desigualdad existente entre los seres humanos y las cosas, ya que todos los seres estamos o somos inconclusos pero inacabados solo lo estamos los seres humanos, esta definición la podemos vincular a la altura de la instrucción que cada persona posea o pretenda alcanzar, pero Freire nos aclara que es una evolución colectiva de investigación que puede ser complicada por no colocarla como inalcanzable. Al tener conciencia de este inacabamiento nos hemos formado como seres cumplidores y por lo tanto seres justos y al saber que somos seres inconclusos e inacabados se manifiesta la educación como un procedimiento duradero, que nos lleva a tener conciencia de la realidad social, histórica y cultural en la que estamos trabajando para que podamos desarrollar una excelente labor de acuerdo al sitio donde empleamos el ejercicio educativo. La educación requiere consideración a la libertad del alumno, ya que todos poseemos distintas categorías de inconclusión e inacabamiento, lo que nos hace notablemente distintos unos de otros por lo tanto independientes, y el profesor que no considere al alumno con todos sus inacabamientos e inconclusiones quebranta los principios éticos del perfil de los profesores ideales. El profesor debe entender la educación como el producto de la consonancia entre poder y la autonomía. Respetando ambas y evitando la inclinación hacia alguno de los extremos.

Orientar requiere paciencia, respeto y combate en defensa de los derechos tanto de los profesores como de los alumnos, ya que los primeros son los responsables de inculcar conocimientos, tolerancia, valentía etc. A los alumnos quienes serán los encargados de forjar la patria.

CAPITULO 2: ENSEÑAR NO ES IMPARTIR CONOCIMIENTOS

En este capítulo el autor nos explica cómo enseñar o educar no es transmitir conocimientos, sino más bien en enseñar a pensar de forma correcta y adecuada, aunque resulte difícil ya que el educador es tomado como un modelo a seguir y si enseña como el piensa los educandos aprenderán esta manera de pensar, el educador debe dejar sus ideologías, sentimientos, estados de ánimos  y problemas personales de lado al momento de dar su discurso y que este sea imparcial y dicho con humildad pero siempre siguiendo un método por el cual regirse ya que sin un rigor metódico no existe el pensar adecuado.

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