Los 7 Habitos De La Gente Altamente Efectiva
andrea15206 de Noviembre de 2013
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TEMA 2
1. Flora microbiana en la salud y en la enfermedad.
Tradicionalmente, los microbiólogos clínicos tienen como tarea la de aislar e identificar los microorganismos de las muestras de pacientes que sufren una enfermedad infecciosa. Por definición, esos microorganimos son denominados patógenos, es decir causantes de enfermedades (infecciosas). Sin embargo, este punto de visto puede sugerir, equivocadamente, que unicamente un pequeño numero de microorganismos son capaces de provocar enfermedades, independientemente de su sitio de entrada en el paciente, de su cantidad, del estado o tipo del paciente, y de la posible presencia de otros microorganismos. Pero sobretodo, este tipo de actitud, hace recaer equivocadamente, exclusivamente sobre el microorganismo, el desarrollo o no de una enfermedad infecciosa.
Sin embargo, la enfermedad infecciosa debe entenderse como sólo una de las posibles consecuencias de la interacción entre microorganismos y huéspedes. En realidad, existen pocos microorganismos capaces de provocar una enfermedad infecciosa en cualquier tipo de huésped y en cualquier situación. Además, nuestro organismo está desde su nacimiento no sólo en contacto con un ambiente rico en microorganismos, sino poblado o colonizado por un número de células de microorganimos superior al de nuestras propias células. La mayoría pues de microorganismos están en nuestro propio cuerpo y no representan para el individuo sano normal un peligro para su salud. Al contrario, los microorganismos están en equilibrio con el resto de nuestro organismo, y la ruptura de ese equilibrio puede provocar el desarrollo de enfermedades infecciosas. Ejemplos de esos procesos podrían ser los problemas intestinales que se suceden tras la eliminación de flora bacteriana intestinal por el uso inadecuado de antibióticos, o la alteración de flora vaginal por una adecuada higiene o por tampones inadecuados, con la siguiente suplantación de Lactobacillus y otra flora normal por otros microorganismos patógenos (por ejemplo Staphylococcus aureus productores de toxinas).
2. Cabeza y tracto respiratorio
Áreas generalmente estériles.
Estas áreas son la laringe, tráquea, bronquios, bronquiolos, y alvéolos pulmonares. Es bastante frecuente la contaminación ocasional por microorganismos, sin embargo, los varios mecanismos de defensa existente en esos lugares (principalmente los movimientos ciliares y la mucosidad) se encargan de eliminarlos rapidamente.
La muestra de tracto respiratorio más remitida al laboratorio es el esputo, seguidos por los lavados bronquiales y broncoalveolares, espécimenes broncoscópicos, fluídos toracentésicos, y aspirados de traqueotomías y de lesiones pulmonares. Los esputos y la mayoría de los demás tipos de muestras suelen estar contaminados por la flora indígena de garganta, nariz y boca, por lo que se aconseja su rápido procesamiento para evitar que la posible flora patógena quede disminuida por el sobrecrecimiento de esa flora indígena.
La flora mayoritaria de los esputos son los estreptococos, Enterobacteriaceae, Moraxella catharralis, Pseudomonas aeruginosa y Candida albicans.
Las bronquitis (infecciones bronquiales agudas), que se observan mayoritariamente en niños y personas mayores al comienzo del invierno, suelen estar asociadas a infecciones porStaphylococcus aureus, Streptococcus pneumoniae, Streptoccus pyogenes, Haemophilus influenzae, y Miycoplasma pneumoniae, y Bordetella pertussis en el caso de que haya tosferina.
Los abscesos pulmonares suelen estar causados por pneumonías debidas a S. aureus y K. pneumoniae. También, por microorganismos aspirados a partir de la flora nasofaríngea, y en ese caso predominan Bacteroides, Prevotella, Porphyromonas y Fusobacterium. Las lesiones de este tipo deben incluir siempre una tinción ácido-alcohol resistente para buscar ese tipo de organismos, así como la búsqueda de hongos.
Áreas que generalmente no están estériles.
• Boca.
En la boca se deben considerar la cavidad bucal, dientes, lengua, paladar y saliva. En esta región solemos encontrar S. aureus y S. epidermidis, así como sus variantes anaeróbicas. Varias especies de Streptococcus, particularmente S. salivarius y S, mitis, están ampliamente repartidas por toda la boca, con predominancia de algunas esopecies particulares en determinados sitios concretos. En la saliva suele ser común las cepas pigmentadas de especies de
Neisseria, Moraxella (Branhamanella) catharralis, Veillonella, corinebacterias aeróbicas, etc. Igualmente, podemos encontrar especies de enterobacterias como E. coli y K. pneumoniaeen la saliva. Finalmente, en los dientes abundan especies bacterianas anaeróbicas.
En los casos de enfermedades de estos sitios, podremos encontrar una variedad todavía mayor de microorganismos, entre ellos los hongos filamentosos o no(p.ej. en pacientes debilitados o con quimioterapia), asi como virus.
• Garganta (incluyendo nasofaringe, orofaringe y amígdalas).
Los micrococos son quizás los más representativos. S. aureus se aisla frecuentemente de nasofaringe y amígdalas. Las amígdalas pueden albergar estreptococos y enterococos. En la garganta adulta normal podemos encontrar especies de Neisseria (incluyendo N. meningitidis) y Streptococcus pneumoniae sin necesidad de correlacionar su presencia con enfermedad alguna.
Las enfermedades infecciosas de la garganta pueden estar causadas por muchos microorganismos. En algunos casos, estas infecciones comienzan por virus para rapidamente ser suplantados por bacterias y hongos. En muchos países Streptococcus pyogenes es el agente causal más importante, y su detección debe seguirse con terapia antimicrobiana para evitar sus posibles secuelas (fiebres reumáticas postestreptocócicas). Sin embargo, el hallazgo de Streptoccus pneumonie (pneumococos) debe tomarse como parte de la flora normal de los adultos. El papel de S. aureus es más controvertido ya que se encuentra en pequeño número en la garganta normal, aunque su aislamiento repetido y en número elevado puede sugerir que se trata del agente causal. Las infecciones por Candida suelen asociarse a regímenes quimioterápicos, a pacientes inmunocomprometidos, debilitados, o neonatos. Las faringitis virales suelen estar causadas por adenovirus, coxsackievirus, herpesvirus, rhinovirus y virus influenza o parainfluenza.
• Nariz.
Es el sitio típico de predominio de los estafilococos, fundamentalmente S. aureus y S. epidermidis. Ocasionalmente podemos encontrar también Streptococcus pyogenes y S. pneumoniae, así como especies no patógenas de Neisseria, pero siempre tomando todas ellas como flora no residente sino ocasional o contaminante.
Estos aspectos de residencia o no son particularmente importantes y difíciles de apreciar en la flora de la nariz. Igualmente, la presencia de especies tipicamente fecales en niños no es infrecuente y debe tomarse como de contaminación.
En niños prematuros pueden aparecer infecciones por E. coli, P. aeruginosa y C. albicans, generalmente como indicación de una infección más generalizada. La ozena, una infección que puede provocar la atrofia de la mucosa nasal, está causada por BGNs, como varias especies de Klebsiella.
3. Tracto gastrointestinal.
Áreas generalmente estériles.
El esófago y el estómago están contaminados con bacterias que provienen de los alimentos, pero esa flora generalmente es eliminada rapidamente (excepción Helicobacter pylori que puede soportar el pH del estómago). Igualmente, el intestino delgado, hígado y vesícula biliar están estériles o llevan poblaciones microbianas ocasionales y de forma transitoria. Igual sucede con el peritoneo. Cuando encontramos microorganismos en esas áreas suele deberse a efectos secundarios de enfermedades subyacentes (p.ej. cáncer) o por ruptura del intestino.
La peritonitis puede estar causada por muchos microorganismos diferentes, todos ellos de origen fecal, y a ella cooperan generalmente bacterias aerobias y anaerobias, gram positivas y gram negativas. La peritonitis puede dar lugar a la aparición de abscesos intraabdominales (pélvicos, retroabdominales, etc.). Todos ellos pueden mostrar una o varias especies de microorganismos, predominando las especies de Bacteroides, S. auresus, P. aeruginosa y E. coli.
Áreas generalmente no estériles.
La parte del tracto gastrointestinal que invariablemente lleva microorganismos es el intestino grueso. La información existente acerca de la flora fecal normal es sorprendentemente pequeña, ya que generalmente los microbiólogos se han centrado en definir las especies patógenas, desdeñando casi sistematicamente otras especies aparentemente no patógenas. Por ejemplo, la presencia de virus en la flora normal de individuos sanos no se ha estudiado en detalle.
Aunque la variedad de bacterias es enorme, predominan las especies anaeróbicas. Igualmente, el área geográfica del paciente, sus hábitos alimentarios y sanitarios, influyen decisivamente en el tipo de flora microbiana que puede aislarse.
Los microorganismos típicamente indígenas de esta parte del organismo son:
S. epidermidis y S. aureus, lactobacilos (particularmente en niños), Enterobacteriaceae, especies de los géneros Flavobacterium, Fusobacterium, Eubacterium, Propionibacterium,Bifidobacterium, Bacteroides, etc. y P. aeruginosa. Igualmente encontramos como flora normal gran variedad de protozoos como Enatmoeba histolitica, Trichomonas hominis, etc., y de hongos filamentosos y levaduras.
Las diarreas intestinales
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