Lucia

Lucia como cualquier egresado normalista tenía la esperanza de afiliarse al mercado laboral sirviendo como maestra de primaria, pero ella no se imagino las adversidades del pueblo que le tocaría atender. Después de un largo viaje, donde le recordaban a toda hora lo mal que les quedaban las maestras del pueblo, que la recibirían a palos, su vocación y pasión la movía, la hacía no retractarse en ese momento, las ganas de superación la hicieron llegar al lugar. Al entrar a la Primaria encontró una escuela sucia, olvidada, donde no tenían material para trabajar ni siquiera un pizarrón formal o bancos, a pesar de eso, ella encontró alumnos y padres de familia con altas expectativas dispuestos a trabajar en conjunto para que la comunidad tuviera una escuela digna.

La primera acción fue contabilizar los pocos materiales con los que contaban, conocer a sus futuros alumnos y pedirles sillas de sus casas para que fungieran como bancos provisionales. Entre las cosas que Lucia debería pedir estarían los bancos, mesas, libros, biblioteca de aula, estantes, materiales de papelería en general, esto se podría hacer una vez al año, debido a la lejanía, pero si se cuidan pueden durar el ciclo escolar y los aprendizajes esperados en los alumnos se volverían más significativos pues ellos trabajarían con diversos materiales concretos.

Cuando la travesía de Lucia comenzó, ella encontró poco apoyo para la escuela en la comunidad, se las ingenio junto con sus alumnos para que esto no fuera así, poco a poco se fueron acercando al ir viendo los resultados tanto en la comunidad como en los alumnos que atendían la escuela, cada vez más agentes de la comunidad comenzaron a apoyar en las actividades de mejora a la escuela, el rol que jugaba la comunidad antes de su apoyo era crear en Lucia la convicción de cambiar la situación con fundamentos, con actividades y con cambio en la vida de sus alumnos, cuando el tiempo fue pasando y todo esto se fue dando, los miembros de la comunidad terminaron por convencerse y apoyar al desarrollo adecuado de la escuela.

En el caso de la maestra Lucía, dadas las condiciones del entorno, tiempo y espacio geográfico lo ideal sería repensar en qué se enseña, cómo se enseña y cómo se evalúa para poder ser congruentes con nuestros alumnos, estos dejaron de verse como materias que tenían que procesarse por expertos para poder alcanzar una meta en común.

Hoy desde las aportaciones de Branford, J., Brown, A. y Cocking, R. (2007) podemos hablar de cuatro perspectivas, ambientes centrados en: quien aprende, conocimiento, evaluación y envolviendo a las cuatro el ambiente basado en la comunidad.

Tomando en cuenta las referencias de los alumnos y la lejanía del lugar, el ambiente propicio para su desarrollo sería el centrado en quien aprende, puesto que estos ponen atención cuidadosa en conocimientos, habilidades y creencias que los alumnos traen al salón de clases,

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