MEDICIÓN DE CAUDAL POR EL MÉTODO VOLUMÉTRICO ANGELA PARRAGA

Este texto resulta un poco difícil de analizar, debido a que no se mencionan muchos detalles sobre la forma de enseñanza que se daban en la escuela de Autlán. Sin embargo, nos menciona algunas palabras claves de las cuales podemos deducir los métodos o las asignaturas a las que se les daba mayor importancia para impartir en su época.

En uno de los comentarios, menciona que los maestros sólo debían seguir el método que les marcara la Secretaría de Educación Pública. Por lo que podemos deducir que durante esos años, solamente se dedicaban a transmitir los conocimientos, es decir, un enfoque de transmisión que se basaba en que los alumnos fueran unos receptores pasivos, y al abordarlos de conocimientos, ellos adquirían el aprendizaje.

Muchas veces los niños tienen preguntas sobre el medio que los rodea. La mejor manera de responder a sus dudas es realizando actividades en las que, aparte de que aclaren sus ideas, exista un proceso de aprendizaje en donde pongan en práctica conocimientos, habilidades y actitudes. Esto es lo que la escuela debe buscar hacer con los alumnos, ya que “la responsabilidad de la escuela es la de ofrecer una educación que permita (…) el desarrollo de formas de pensamiento, actitudes y habilidades” (Martínez, 1990, p.8). De esta forma haríamos que los niños se interesaran más por la clase y pusieran toda su atención en ella.

De esta forma se lograría que se tuviera un enfoque constructivista, al empezar las clases a partir de los conocimientos previos del alumno y que se logre el andamiaje para tener un propio cúmulo de conocimiento, habilidades, actitudes y valores que serán útiles para aplicarlos dentro de su contexto, y que no sea como menciona el texto que “yo me había metido creo que hasta en trigonometría. Y digo que ‘creo’ porque las matemáticas son lo único que he olvidado”. Es decir, que lo lleguen a olvidar y no encuentren la utilidad para dicho conocimiento.

Actualmente se sabe que es sumamente difícil enfocarse hacia un solo método de enseñanza, ya que en las escuelas se emplean los tres métodos dependiendo de las situaciones. Por ejemplo, cuando se toca el timbre de entrada, se emplea un enfoque conductista que hace que los alumnos se tengan que formar según las indicaciones del profesor.

Queda claro que la función del maestro durante las actividades, es la de ser un guía que orientará al alumno hacia la adecuada realización de los ejercicios. Él debe observar constantemente las acciones de los niños y hacerles saber si se están equivocando en algún aspecto para que ellos mismos traten de buscar la forma en que deben hacer los trabajos para poder solucionar sus problemáticas, y no como menciona el texto que de Antonio Alatorre “lo tengo en la cabeza porque la maestra de quinto año nos lo explicó”, sino más bien que dijera que lo tiene en la cabeza porque a partir de las actividades lo descubrió.

Puede ser que también surjan ciertas dificultades que los maestros deben superar. Para evitar estos problemas, el profesor siempre tiene que tomar en cuenta los obstáculos que pueden ocurrir cuando

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