MEDIOS DE COMUNICACION MASIVOS Y SU EVOLUCION SOCIO JURIDICA EN VENEZUELA.

El siguiente ensayo tiene como tema principal a los Medios de Comunicación Masivos y su evolución socio-jurídica en Venezuela. Entendiendo que los medios de comunicación son sistemas de transmisión de mensajes que se difunden a un gran numero de receptores (masa) a través de diferentes técnicas y canales. La relevancia de los medios de comunicación masiva es sencillamente fundamental, ya que la sociedad humana no hubiese alcanzado su actual nivel de complejidad y desarrollo si no existiesen las poderosas herramientas mediatecas que tejen y transportan el discurso social; gracias a lo cual el mundo ha pasado de ser una suma de grupos humanos separados por la geografía y la cultura a una red integrada por las realidades nacionales de cada país, es así como la comunicación juega un papel de suma importancia dentro de estos medios masivos (prensa, radio, televisión, internet), como elementos representativos de la evolución tecnológica; pasando por las influencias y consecuencias ya que estos han sido mediadores por excelencia en la relación existencial del Hombre y su Mundo. Esbozare un tanto la historia de los medios de comunicación de nuestro país, considerando el despliegue de relaciones que estos comportan, y que si no estamos preparados para las nuevas, crecientes y cambiantes complejidades, permitimos que, de alguna manera los medios tomen decisiones por nosotros, y por tanto, les entreguemos esa capacidad originaria de definir nuestra existencia, y como consecuencia de ello, nuestra identidad; cerrando mi exposición del tema, con la evolución jurídica que han tenido, y tienen (ya que el Derecho evoluciona a la par de la sociedad ); en consonancia y a propósito de que el sector comunicacional en su devenir histórico, se ha convertido en una industria y en un poder de dominación, conjugándose la política y la economía, afectando la vida cotidiana y cultural de la sociedad.

La imprenta le dio cohesión ideológica a la urbe, convirtiéndose el periódico según Jean Marie Domenach en la plegaria cotidiana del hombre moderno. Desde entonces la espiral ha sido vertiginosa hacia los confines del universo, muy, pero muy lejos todavía, pero hacia allá vamos en una carrera que como el universo es infinita.

Al abordar el papel que tienen los medios de comunicación de masas, junto a las nuevas tecnologías en la sociedad actual, mas allá de entrar a realizar aquí una caracterización de los mismos o descubrir sus funciones, implicaciones o aspectos vinculados a los que denominamos el ámbito cultural, económico, político y educativo, convendré en subrayar que una de las cuestiones que esta en juego y motiva su estudio, es el poder que, de hecho, tienen estos medios para vehicular contenidos, percepciones y referentes de todo tipo que son tenidos muy en cuenta por los ciudadanos. Destaco imperiosamente, la necesidad de entrar en el mundo de la comunicación, desde una postura crítica; comportando a la vez, reflexión y escepticismo, y que me hace estar en duda permanente sobre la función e importancia que ejercen; abriendo la interrogante sobre los productos mediáticos que están siendo consumidos por la población infantil, juvenil y adulta. Con esto llego a la cuestión de la Ética, tema al que me quisiera enfrentar un poco a manera de conclusión por lo profundo de su dialéctica y praxis. Una ética de mínimos.- Para enlazar con lo anterior utilizando las mismas formas, diría que todo el tema funcional, puede reducirse a que los medios deben- además pueden- crear escenarios radicalmente diferentes al de los anacoretas y al de los profetas del desastre: deben impedir los aislamientos- INFORMAR- y ampliar la capacidad individual y colectiva de utilizar esa información para enriquecer la posibilidad originaria de crear identidad- FORMAR-; deben EDUCAR. Obviamente, sin limitar su capacidad mediadora; antes por el contrario, fortaleciéndola respondiendo a unos principios éticos.

Así podrían responder a la razón de la importancia de ser medios, en función del Hombre, sin anular lo que hace que este sea lo que es, respondiendo a su originalidad: existir para ser, creando su propia identidad en todos los presentes disponibles, a partir de su experiencia y en el intento permanente de hacer reales sus sueños, lograr que las mujeres y los hombres que son sus receptores desarrollen y fortalezcan las destrezas necesarias para priorizar, analizar y elegir la información que despliegan ante ellas y ellos, e ir así concretando las posibles interrelaciones; también para convertirlas, posteriormente, en la acción del presente que origina el pasado y va haciendo posibles futuros.

Dentro de este contexto me permito señalar, a manera de ejemplo la decisión soberana, legitima, del Gobierno revolucionario de rescatar hace cinco años, la señal de televisión del canal dos, que es de todos los venezolanos, secuestrada por décadas por el grupo empresarial de la Corporación 1BC, fue el comienzo del fin de los monopolios mediáticos venezolanos. Explico: aunque en nuestro país la elite criolla fue desplazada del poder político, mantienen poder económico y el de los medios de comunicación social,” siendo este último con el que haciendo uso del espectro radioeléctrico que es un bien de dominio público, han atentado contra la estabilidad democrática, contra la salud mental de los venezolanos, han auspiciado hasta una guerra civil entre nosotros”.

Ahora desglosare un poco la historia de los medios de comunicación de nuestro país; al respecto cabe señalar que el desarrollo moderno de los medios masivos en la Venezuela del presente es correlativo a la explotación comercial de los hidrocarburos y especialmente a la presencia de la riqueza petrolera. Pero también es importante acotar que los cambios que se han producido en el “paisaje mediático” del país se ha debido fundamentalmente a los distintos vaivenes políticos que hemos vivido y al contexto político que han emergido de esas transformaciones.

Nuestra historia comunicacional del siglo XX, comienza bajo el régimen dictatorial de Juan Vicente Gómez (1908-1935), apareciendo la primera emisora de radio (A.Y.R.E, 1926). Por su parte, la televisión se inicia en Venezuela durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez (1948-1958), implantando una estación de televisión de carácter estatal. Al año siguiente se hacen presentes las primeras empresas privadas de televisión como fueron Televisa (hoy Venevisión) y radio caracas Televisión; iniciándose así una carrera industrial comunicacional, con convenios de accionistas transnacionales de gran poder mercantil, con socios de elevada capacidad económica, como los señores Alberto reina, Carlos Alfredo Blohn, diego Cisneros, entre otros; y con empresas como Cerveza Polar, Philco Sabal, Pepsi cola, etc.

Para finales de

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