MOTIVACION

El ser humano necesita un impulso para realizar las diferentes metas que son trazados en la vida ya sean metas a corto plazo o largo plazo; sin ella no podemos desarrollarnos plenamente como individuo capaz de superar obstáculos y persistiendo en ellos hasta alcanzarlos. Una persona motivada puede lograr un mayor desempeño que una persona que no lo esté, aplicándose en todas las áreas o escenarios en que se desenvuelven la vida diaria.

La motivación viene estrechamente entrelazada con la voluntad y el interés de obtener una mejora ya sea intelectual, espiritual, material, física o sentimental, e implica además la existencia de una necesidad imprescindible o conveniente que cubrir; siendo el interés el motivo por la cual se comprometerá al cumplimiento eficaz de la meta trazada.

Por otra parte, se tiene a la desmotivación que es todo lo contrario a la motivación pudiéndose clasificar como un antivalor ausente de deseo o anhelo a desempeñar una actitud ante las diferentes situaciones de la vida, sin una dirección, un rumbo, un fin, por no existir un motivo que nos aliente a seguir adelante. La desmotivación de manera recurrente en la vida puede causar daños al ser humano, como frustraciones por no alcanzar aquellas metas trazadas llevando además a la sensación del fracaso y por ende a la depresión, impidiendo entonces que se integre o vincule con el entorno.

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