Marx y el comunismo

MARX Y EL COMUNISMO

Pensamiento Económico I

Profesora María Esperanza Cuenca

Alvaro Duarte, Luis Socarrás

Universidad Del Norte

INTRODUCCIÓN

Para Marx, el sistema de economía burguesa presenta dos grandes seguimientos. El primero, que engloba el capital, la propiedad privada y el trabajo asalariado, es la propia división de la sociedad burguesa. El segundo seguimiento es compuesto de Estado, comercio exterior y el mercado mundial.

Marx cita en su libro Crítica de la filosofía del derecho de Hegel, las relaciones jurídicas, así como las formas de Estado, no pueden ser comprendidas por si solas, pero añadidas en la sociedad civil y la anatomía de sociedad civil debe ser buscada en la economía política.

En la producción social de su existencia, los hombres establecen relaciones determinadas, necesarias, independientes de su voluntad, relaciones de producción que comprenden a un determinado grado de desarrollo de las fuerzas productivas materiales. Todos los factores interactúan en los cambios de la sociedad.

Tanto para Marx como para Engels, según la concepción materialista de historia, el factor que en última sobresale y determina la historia es la producción y reproducción de la vida real. La historia es decidida por las señales y condiciones económicas, aunque las condiciones políticas también jueguen un rol importante.

Mientras Adam Smith veía en la división social del trabajo el proceso por el cual las fuerzas productivas podían desarrollarse y traer los beneficios del capitalismo, Marx ya lo enfocaba como una de las formas por las cuales se concretizaban las relaciones de antagonismo que están en la base del capitalismo.

Incompatibles también las sociales formadoras del capitalismo: la burguesía y el proletariado. Revolucionarias e incompatibles porque mientras una trata de firmar el capitalismo, la otra lucha por la destrucción de este régimen. Justamente porque siente la falta de justicia en el producto de su trabajo, al producir plusvalía, el proletariado lucha para transformar esa situación.

Cerca de otras condiciones, dice que entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista, permanece el periodo de la transformación revolucionaria. A este le corresponde también un período político de transición, en el que el Estado no puede ser otro, sino la dictadura revolucionaria del proletariado.

En los textos de Marx existe preocupación con el carácter de las clases sociales. Para él, el fin del capitalismo es la lucha entre el proletariado y la burguesía, las dos clases predominantes de ese régimen.

De un lado la burguesía que es la clase que construye el capitalismo, nascida con la caducidad del feudalismo. Del otro lado, el proletariado, clase revolucionaria que niega el capitalismo y lucha para crear la sociedad sin clases, el comunismo.

MARCO TEÓRICO HISTÓRICO

        Antes de entender sobre lo que fue y como actuó Marx y como surgieron los primeros pasos del socialismo y sus futuras distinciones, es necesario que entendamos la época en la que este individuo aparece en la historia. Época que abrió una nueva forma de pensamiento a lo que se refieren la sociedad y la economía del Estado y que, por lo tanto, revolucionó muchas políticas que permanecen con las mismas doctrinas después de décadas.

        Los acontecimientos económicos que ocurrieron entre finales del sigo XVII y mediados del sigo XIX revelan que hizo con que el comunismo moderno floreciera. No hay dudas de que la revolución industrial generó un crecimiento de consumo que hizo con que la economía se diversificara y estuviera más dinámica y esto cambió por completo el estilo de vida de la sociedad, sobretodo cuando hablamos de los británicos, quienes le dieron inicio a dicha revolución. Esta ya demostraba sus divisiones sociales, puesto que empezaron a crearse las grandes empresas monopolizadoras de mercado. Lo que se veía por una parte eran los grandes empresarios que empezaban a crear sus fortunas heredadas, por otra parte, lo que se veía eran trabajadores que recibían salarios supremamente bajos, que en la mayoría de veces no les alcanzaba para mantener a sus familias y que, por lo tanto, les tocaba obligar a sus hijos a trabajar para ayudar en el sustento de esta. Todo esto sin contar las condiciones de trabajos que hoy en día, mundialmente son inimaginables, exceptuando algunos países africanos y del sudeste asiático.

        Siempre hay que tratar de entender que ricos y pobres siempre habitaron en una misma sociedad global, por lo tanto, con la Revolución Industrial esa disparidad quedó más aguda e imposible de pasar desapercibida. En medio a todo esto, surgen los primeros aires de los ideales socialistas, o mejor dicho, los primeros conceptos de igualdad entre clases. Por lo que es bueno recordar que la Revolución Francesa del siglo XVIII ya traía consigo en su lema “libertad, igualdad y fraternidad”.

        Todo este concepto histórico trae para dentro de la sociedad la semilla de la base del socialismo. Esto porque para los socialistas, la industrialización tenía otra cara. El proletariado recibían bajos salarios y aunque la remuneración en las fábricas fuera alta o suficiente para atraer los trabajadores del campo (aunque muchos fueron obligados tras la expulsión de las tierras comunes), el desempleo en las áreas rurales hacían con que aceptaran un salario muy bajo.

PRINCPIOS DE MARX

        Es importante tener en mente que Marx revela una preocupación constante con las cuestiones sociales generadas con la expansión del capitalismo. En la política de Adam Smith, lo que tenemos es la teoría del libre capitalismo, la “mano invisible” que teóricamente se impondría por si sola ante la sociedad.

         Marx inicia su pensamiento saliendo del supuesto de que las relaciones económicas son las fuerzas motrices fundamentales en cualquier sociedad. Es interesante este pensamiento, puesto que Marx al principio de su teoría dijo que sí habría un modelo económico, sin embargo, este debería ser globalizado cando la sociedad se encontrara en un estado común. Este pensamiento es duramente criticado cuando se asocia al modelo capitalista en el cual las personas son motivadas notoriamente por sus intereses económicos propios.

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