Mecanismos

CONSERVACIÓN Y AHORRO DE ENERGÍA ELÉCTRICA.

1. INTRODUCCIÓN.

El mundo atraviesa una nueva y fuerte tendencia al aumento de precios en los combustibles, además de incrementarse los niveles de contaminación ambiental, por lo anterior surge la necesidad de estudiar, analizar e implementar sistemas de ahorro de energía, comprometidos con la detección, prevención y eliminación de los desperdicios, permitiendo un uso más productivo de la energía eléctrica.

Se deben visualizar los factores ecológicos y utilizar el uso más racional de los recursos renovables, su uso más productivo, contemplando un alto nivel de satisfacción para los usuarios finales, generando la aplicación de ventajas competitivas en los mercados mundiales.

El ahorro es un concepto económico, asociado al tiempo, un equipo consume energía en cierto tiempo, con un cierto costo de energía entregada. El ahorro de energía es una preocupación del usuario del equipo, del consumidor energético, teniendo la adecuada sensibilidad frente a la conservación de la energía.

2. PROGRAMAS DE CONSERVACIÓN DE LA ENERGÍA

La energía utilizada en la producción y en los servicios industriales, termina por escaparse a la atmósfera. La eficiencia térmica de los hornos industriales oscila entre el 20 y el 40 por ciento, las calderas tienen una eficiencia térmica que va del 70 al 90 por ciento. La energía puede conservarse volviendo a reutilizar el calor desechado o reorientando la energía mal utilizada (cogeneración).

Entre las funciones que desarrollan para el ahorro y uso eficiente de la energía, es la planificación y la participación en estudios sobre el ahorro de energía; el establecimiento de métodos uniformes de registro, presentación de informes y contabilidad de la energía; la realización

de investigaciones y la promoción de ideas sobre cómo mejorar el uso de la energía; la sugerencia de metas de conservación estricta de la energía y la transmisión de ideas sobre cómo alcanzarlas; la promoción de ideas y planes para recabar el apoyo y la participación del personal, y la planificación y realización de un programa permanente de actividades para estimular el interés por los esfuerzos de conservación de la energía.

Para que todos participemos en los programas de conservación de la energía, es importante explicar de qué modo el aumento de los precios de la energía influirá en la supervivencia de la empresa y en su propio empleo. Al explicar por qué deben conservar la energía, se ha de velar por que las metas sean realistas y alcanzables.

3. ADMINISTRACIÓN DE LA ENERGÍA.

Un proceso sistemático de administración de la energía promueve eficazmente la conservación de ésta. De acuerdo a los niveles de costos de la energía en el producto final, la tecnología, las políticas y el tipo de organización, son posibles tres etapas de acción:

• Etapa de puesta en orden. Se procede a restringir el uso de la energía y a la colocación de carteles y avisos destinados a la información y concientización del personal, distribución de folletos, además a instaurar los sistemas de incentivos, cómo la capacitación destinada tanto a la calidad y productividad, como a la correspondiente al mejor control y uso de la energía.

• Etapa de recolección de información. Se instalan elementos para medir el consumo de electricidad, gases, y vapores. También debe implementarse el uso de software de estadísticas y control estadístico de procesos. Mediante la medición continua del consumo de energía, y sus relaciones con las cantidades de productos y

servicios producidos puede determinarse la productividad en el uso de la energía.

• Etapa de inversión. Se procede a la inversión en máquinas y equipos, destinado todo ello a una mejor utilización de la energía.

2. DIAGNÓSTICOS ENERGÉTICOS.

1. OBJETIVO

Resulta importante la energía como insumo estratégico en el desarrollo económico de un País y de una empresa. La creciente demanda de energía implica un cuidadoso diagnóstico, a efecto de optimizar su uso, y así contar con una oferta adecuada a mediano y a largo plazo.

Se establece una metodología general, realizando las funciones básicas (planeación, toma de decisiones, dirección y control), al ejecutar los diagnósticos, formulando políticas que sean deducidas de dichos diagnósticos. El establecimiento de las políticas energéticas adecuadas depende de la información, pues entre más precisa sea, mejores resultados se obtendrán.

Los diagnósticos energéticos juegan un papel determinante en la identificación global o particular de las áreas de oportunidad que permiten reducir la factura energética.

Son estudios que permiten determinar dónde y cómo y cuanta energía se utiliza. No son una solución directa al control de costos en el uso de la energía, pero sí la herramienta más útil para lograr esa función.

2. CLASIFICACIÓN

Existen varios tipos de diagnósticos en procesos industriales, variando en tamaño, enfoque, precisión y costos, dependiendo de las fuentes y necesidades del proceso en el cual se desarrolla el mismo. No obstante, se dividen en tres niveles: "A", "B", "C" o "1", "2" y "3". La frontera entre estos niveles es amplia y no representa más que un medio para definir su alcance en profundidad y tiempo de desarrollo. Esos parámetros dependen del tamaño y giro de la empresa

a diagnosticar.

2.2.1 El nivel "A"

Provee la orientación para cumplir las funciones del departamento de conservación de energía o su equivalente. Se adoptará el término de “Sistema” para determinar el proceso industrial completo. Comúnmente referido como nivel de inspección. Se lleva a cabo mediante un examen visual del proceso industrial, comercial o de servicios de que se trate, reconociéndolo y revisando el diseño original, para dar una idea cualitativa de los ahorros potenciales, obvios, de energía, que pueden lograrse por medio de procedimientos de mantenimiento y operación. Este nivel es el menos costoso de los tres y da idea de los costos de energía. A través de este nivel, se detectan hitos importantes de ahorro como fugas de energía, mala operación de los equipos o instrumentos, mal funcionamiento de ellos, carencia de instrumentación, desarticulación de procesos, etcétera.

2.2.2. El nivel "B"

Ofrece el punto de vista del consumo de energía por áreas funcionales o procesos específicos de operación. Se puede adoptar el término de "subsistema" para referirse a dichas áreas o procesos. Al nivel "B" se le reconoce como MACRO DIAGNÓSTICO y detecta los subsistemas de mayor desperdicio energético. Este nivel provee datos acerca del ahorro de energía y de la reducción de costos, determinando de esta forma las metas específicas del departamento de conservación de energía. El costo de realización es mayor que el del nivel "A". Este nivel proporciona una idea cuantitativa de los ahorros potenciales de energía y, en general, de las características energéticas de cada subsistema. En la aplicación del diagnóstico a este nivel será necesario contar con la instrumentación suficiente para obtener la información que permita aplicar la

metodología expuesta en este trabajo y realizar balances energéticos de mayor precisión.

2.2.3. El nivel "C".

Proporciona información precisa y comprensible, de todos y cada uno de los puntos relevantes del diagrama del proceso, así como las pérdidas de energía en cada uno de los equipos, a los cuales de aquí en adelante se les referirá como módulos. Este nivel está caracterizado por instrumentación extensiva, por la adquisición de datos y por los estudios de ingeniería involucrados. Se le conoce como MICRO DIAGNÓSTICO, siendo el más costoso de los tres niveles y el más importante pues permite analizar y detallar todas las pérdidas de energía. Provee además, suficiente información para justificar los proyectos de inversión de capital que intenten obtener un uso eficiente de la energía, o bien, recuperar energía desperdiciada.

3. METODOLOGÍA GENERAL DE DIAGNOSTICO ENERGÉTICO.

Es un estudio para determinar donde, como y que tan bien se está usando la energía. Se debe contar con información tanto histórica como actual para efectuar una prospectiva de consumos energéticos a corto, mediano y largo plazo. Con esto se podrá generar una estrategia para afrontar la incertidumbre de los costos energéticos. Diagnóstico Energético es una herramienta, no la solución al control de costos energéticos.

Por ejemplo, un diagnóstico de la planta productiva total es un proyecto extremadamente complejo, pero es realizable cuando se hace paso por paso, de lo general a lo específico.

Después de cada paso, se toman acciones para incrementar la eficiencia energética y medidas técnicas para disminuir los desperdicios de energía; para cumplir con este objetivo en un proceso o instalación en recomendable que hayan más de un proyecto como alternativa, evaluados

técnica y económicamente. Posteriormente se debe proseguir con el siguiente nivel de diagnóstico para obtener información más detallada.

Este modo de conducir el diagnóstico es razonablemente eficiente, pues en cada fase se llevan los esfuerzos máximos que permiten precisar los beneficios energéticos, identifica los

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