Mi primer semestre en la Escuela Preparatoria

Mi nombre es Frida Gabriela Aguilar Rios, mis padre es José Antonio Aguilar González (51 años) y mi madre es Manuela Ríos Sánchez (48 años). Tengo 4 hermanos sus nombres son: Bárbara Noemí (28 años), José Manuel (25 años), Carmen Valeria (14 años) y Néstor Antonio (11 años). Nací en la ciudad de León, Guanajuato el día 2 de septiembre del año 2002 en el Hospital General de Urgencias.

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Yo no tengo memoria desde muy pequeña por lo que mis recuerdos son un poco fragmentados así como los detalles son muy insignificantes. Antes de cursar en algún jardín infantil, recuerdo cuando me encontraba con mis hermanos sentada en un pasillo largo y mi papá no paraba de caminar sobre las mismas huellas una y otra vez, era el año 2006 un día 28 de febrero cuando nació mi hermano, el más pequeño y último descendiente de mis padres. Recuerdo ver el rostro de euforia de mi padre, con algunas lágrimas brotando sin temor, mis hermanos mayores con la intriga de su nombre mientras mi hermana menor y yo cuestionamos de dónde habría venido tal criatura. Mi madre, se veía tan delicada y fuerte a la vez, era su quinto parto y yo no entendía la magnitud de una cesárea (pero ahora con más conocimiento: la admiro).[pic 3]

Al darse de alta del hospital y darle su nombre a mi hermano quién nació afortunadamente sin algún problema respiratorio u alguna deficiencia, todos como familia unida entrelazamos nuestras manos y nos dirigimos hacia una camioneta, al ordenarse recuerdo una discusión algo divertida, mi mamá estaba hablando de darle de comer al bebé -Te emos que comprar leche, amor- diciéndole a mi padre quien se enfocaba en el camino, -Claro, podemos parar en una farmacia en el camino o al llegar a la ciudad- recuerdo como Valeria se exalto y gritó -¡Leche rosita!- la cual no era mi preferida, al reírse todos recalque, -Es de color chocolate, así que le gusta el chocolate- las risas invadieron de nuevo el auto y mi hermana y yo seguimos discutiendo sobre la leche que tomaría el bebé, mientras tanto admiraba el paisaje, era tan pálido aquel día que no creo distinguirlo ni en mi recuerdo.

Otro día al despertar tan temprano me sentía triste, y mi mamá me había vestido desde temprano ya que iríamos a "inscribirme" era algo extra la palabra a mis 5 años. Recuerdo haber salido de casa, brincando en cada línea del pavimento sujeta a mi mamá. Caminamos una calle muy bonita (actualmente, calle Fausto León) y colorida por los árboles y el sol vibrante en aquella hora, entramos a una especie de parque claro, yo iba detrás de mi mamá y yo sólo observaba el lugar, y note que había otros niños, pero como era de esperarse no hable con ellos y sólo me senté. Mi madre me llamó y en cuanto me acerque, una persona mayor me dijo -¿Cómo te llamas?- respondí "Frida", me distraje al ver el salón, había juguetes e ignore todo. Había cubos con letras, rompecabezas, colores por todas partes y aún estaba esa sensación de curiosidad y tristeza. Mi mamá al despedirse de la señorita me contó la noticia "vas a entrar al kinder". Y así comenzó mi historial académico, rememorando la tristeza. Por desgracia no pude entrar a tiempo a el Jardín de Niños Estefanía Castañeda por la fecha de nacimiento requerida, pero como mis padres no querían perder el tiempo entre a un colegio privado llamado Maria Goretti en el municipio vecino, Purísima del Rincón. Tengo memorias del camino que observaba desde el auto, un gran letrero patrocinando un restaurante y a un costado algunos "caballitos" los cuales siempre me parecían bellos. Me acostumbré tanto a esos minutos que cuando tuve mi tiempo cumplido y buen rendimiento en clase se pudo hacer la transferencia y entonces pude cursar 2 años de kinder.

Cuando terminaba este periodo recuerdo haber notado personas observando detrás del muro, claro, eran niños de primaria. Esa primaria donde a mi me tocaría espiar los carnavales del Kinder de al lado. En el año 2007 entre a la Escuela Primaria Federico Medrano, no tardé en llamar la atención con mi deficiencia visual por lo que a la semana ya usaba anteojos. Los cuales me compraron en una óptica cara y "terrorífica" con sus artefactos para observar una plantilla. Claro no era muy abierta y era tímida sin embargo tengo memorias muy agradables de ese lugar ya que la escuela era muy amplia. Las temporadas de lluvias, invierno y primavera siempre fueron mis épocas favoritas por lo que recuerdo los vergonzosos bailes y disfraces que se tenían que usar. Recuerdo las personas que conocí, y que realmente veo y no fueron lo incondicionales como dijeron, también con cariño a todos mis profesores y la lástima por algunos compañeros de clase. Pero no olvidaré como me propuse ser la mejor en cualquier cosa. No extraño ese lugar. Así que no extraño de igual forma la secundaría. Cursé en la Secundaría Dr. Vicente Frausto Alcaraz, más conocida en la ciudad como "La Oficial", principalmente por su época dorada y la famosa leyenda urbana de "La niña". En esta transición de encontrarme a mí misma, baje mis expectativas y perdí mi motivación, aún así logré algunos objetivos: estar en la escolta por segunda vez, tener el mejor promedio de la clase y enamorarme.

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