Mira Zaide Que Te Aviso Comentario
Enviado por Smiley96 • 9 de Julio de 2013 • 389 Palabras (2 Páginas) • 1.085 Visitas
Mira Zaide que te aviso.
El siguiente poema está compuesto en 1614 por Lope de Vega, que fue uno de los más importantes poetas y dramaturgos del siglo de oro español y uno de los prolíficos autores de la literatura universal.
El tema del poema es la infidelidad tanto por parte del poeta como por parte de la mujer.
El poema está formado por 72 versos libres compuestos de 8 sílabas cada uno, con rima asonante en los versos libres.
Es un poema no estrófico porque no está dividido en estrofas.
Es un romance morisco y, por lo tanto, habla de moros granadinos.
El poema comentado está compuesto por 5 partes:
La primera abarca del verso 1 al 12 y es donde podemos ver un aviso que hace ella a él de que le deje en paz;
La segunda que va del verso 13 al 26 es una crítica de su aspecto y su forma de ser.
En la tercera parte, versos 27 al 43, le reprocha su forma de ser y cómo lo ven los demás.
La cuarta parte, del verso 44 al 68, habla de su relación, del mal que le hizo él, y le vuelve a avisar de lo poco que quiere verle.
Y por último, la quinta parte que va del verso 69 al 72, tiene solo 4 versos y es un comentario final que hace el poeta, no aparecido hasta ahora, empezando por: “dijo la discreta Zaida a un altivo abencerraje…”
En el apartado de figuras retoricas podemos ver anáforas, como por ejemplo al principio del poema en los versos 3,4 ,5 ,6: “ni hables con mis mujeres, ni con mis cautivos trates, ni preguntes en que entiendo ni quien viene a visitarme…”
Otra anáfora la podemos encontrar en los versos 16,17, 18: “que tienes gotas de sangre, que eres gallardo jinete, que danzas, cantas y tañes…”
Y otra anáfora en los versos 23,24 ,25 donde podemos encontrar también un polisíndeton: “y pierdo mucho en perderte, y gano mucho en amarte, y que si nacieras mudo…”
Y la ultima anáfora la podemos encontrar en los versos 30 i 31: “y amargan tus libertades, y habrá menester ponerte…”
Otra de las figuras retoricas que encontramos es una pregunta retorica en el verso 64: “¿y quieres que otro le guarde?”
Por último, hay muchos encabalgamientos. Uno de los muchos que hay es en los versos 25,26:
“Y que si fueras mudo
Fuera posible adorarte.”
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