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Monografia

holaaa287 de Noviembre de 2014

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LA LUCHA POR EL CONTROL DE LAS RESERVAS DE PETRÓLEO Y GAS.

Hoy se requiere una energía equivalente a 210 millones de barriles de petróleo. Específicamente, de la energía mundial necesaria, 38% proviene del petróleo; 22% del gas natural; 26% del carbón, 7% de la energía nuclear; y otro 7% proviene de la energía hidráulica, solar y eólica entre otras. De toda esta energía casi la mitad se gasta en la industria, 20% en transporte; más de 30% para la iluminación, refrigeración, calefacción, transmisión y recepción de información, uso doméstico, comercios y edificios públicos.

El petróleo y el gas son actualmente energéticos de gran trascendencia en todo el mundo contemporáneo, por lo que desde hace décadas se libra una verdadera lucha por el control de sus reservas. En Medio Oriente está 65% de las reservas mundiales del crudo; en el caso del gas natural, 28% está en Rusia y 9% en el Pérsico el resultado son conflictos armados. EUA consume 25% del crudo mundial y sólo produce 12%; por ello requiere garantizar su provisión y, ante situaciones que considera peligrosas para ello actúa. Es de esta manera que los conflictos bélicos de medio oriente han tenido como una de sus causas la lucha por el control de las reservas de petróleo.

La lucha por el petróleo

Mi última crónica sobre las estrategias ocultas detrás del juego de ajedrez de Bush, que se pueden deducir al observar la forma en que los medios de comunicación americanos manipulan a su público llegó a la conclusión de que las reservas petroleras del Medio Oriente deben ser el objetivo real de la guerra que se avecina en Irak por el cuidado que estaban teniendo al evitar mencionar el petróleo. El gobierno de los Estados Unidos ha mentido a los americanos con el apoyo activo de la clase dirigente de los medios con tanta frecuencia, que el esconder el factor del petróleo es una clara revelación de su primordial importancia. En efecto, si las presuntas "armas de destrucción masiva" de Saddam Hussein fueran la causa real de la decisión de invadir Irak, los medios mencionarían el petróleo con naturalidad como parte del cuadro sin revelar ningún secreto ya que todo el mundo sabe que Irak tiene mucho petróleo.

Corea del Norte también tiene "armas de destrucción masiva" pero no tiene petróleo así que es segura por el momento. Y además, sus vecinos China, Corea del Sur y Japón son competidores de La Clase Dirigente Corporativa Americana así que su protección no tiene una prioridad tan alta como la de Israel.

La mayoría de los americanos no están muy interesados en lo que sucede por fuera de los Estados Unidos y muy pocos viajan al exterior por razones distintas a los negocios o de carácter militar (sólo el 15% tienen pasaporte). Por lo tanto es fácil para el gobierno y los medios de EE.UU lavar el cerebro al público para que crea en una caricatura en blanco y negro de los "demonios" árabes y los "ángeles" israelíes. Para mí, la vulgaridad de esa carictura resultó ser un desafío que me indujo a investigar y redactar unas cuantas notas sobre los perfiles reales de estos"demonios" y "ángeles".

Empecemos con un rápido repaso de algunos datos sobre la industria del petróleo y sobre sus precios para tratar de entender porqué la América corporativa quiere hacer la guerra a Irak en este momento.

El cincuenta y cinco por ciento de las reservas mundiales de petróleo está localizado en cinco países del Medio Oriente que actualmente producen el 28% del abastecimiento mundial de petróleo pero usan una cantidad insignificante de éste para sí mismos. Aquí pueden encontrar detalladas estadísticas de las reservas y la producción del mundo.

El Medio Oriente tiene los más grandes y los más productivos yacimientos de petróleo. Estos gigantes fueron fáciles de encontrar y requieren relativamente poca inversión para su explotación, en consecuencia el costo de producción del petróleo del Medio Oriente es el más bajo del mundo.

Esta gráfica muestra que se estaba descubriendo más petróleo en el mundo del que era consumido cada año hasta aproximadamente 1980 pero que desde entonces, hemos estado consumiendo nuestras reservas acumuladas de petróleo más rápido de lo que la industria del petróleo ha sido capaz de reponerlas.(El consumo actual es de alrededor de 22 Giga barriles por año mientras que los recientes descubrimientos no son más de 6 Giga barriles al año).

Un cambio total en esa tendencia es improbable, porque al ser descubiertos primero los yacimientos más grandes y más productivos, los nuevos yacimientos petroleros que son hallados se hacen más y más pequeños en la medida en que la industria se desarrolla. Como consecuencia de ello, estos nuevos yacimientos se están volviendo cada vez más costosos para encontrar y para producir.

Por más de una década, ha sido más económico comprar reservas ya descubiertas que todavía están en el terreno o adquirirlas mediante fusiones que descubrir nuevos yacimientos haciendo exploración en forma directa. Todas las compañías de petróleo lo saben pero no lo hacen público porque esto puede asustar a sus accionistas y causar daño al valor de sus acciones.

El petróleo no es un recurso renovable. Es obvio que la tendencia de extraer más de nuestra reservas que reponerlas causará finalmente que la producción mundial alcance su techo y posteriormente decrezca.

Por mucho tiempo se ha sabido de este techo inevitable . Una curva de producción de petróleo mostrando un techo y un posterior decrecimiento fue primero usada en 1956 por el geólogo de la Shell Oil, King Hubbert para predecir que la producción interna de EE.UU. llegaría al máximo en 1969 (lo hizo en 1971). Desde entonces, "las curvas de Hubbert" sobre la producción mundial de petróleo han sido publicadas de vez en cuando por varios autores diferentes. Ésta fue publicada por la Revista "Scientífic American" en marzo de 1998.

Las curvas azul y roja muestran como los fuertes aumentos de los precios del petróleo en el mundo impuestos por la OPEP en 1973 y más tarde en 1979 fueron seguidos por bruscas reducciones de los niveles de producción del Medio Oriente mientras que los consumidores comenzaron a evitar el gasto de energía y se cambiaron a otras fuentes como el gas natural. Afortunadamente,estas sacudidas del petróleo redujeron el crecimiento de la demanda mundial de un 6% al año hacia 1970 a más o menos la mitad de esa cifra desde entonces.

La curva amarilla en esta gráfica tomada de una conferencia dictada por el geólogo inglés Colin Campbell en diciembre de 2000, proyecta que si esta alta tasa de crecimiento no se hubiera reducido, la producción mundial de petróleo probablemente habría llegado a su techo cerca de 1995 y estaríamos ahora en la parte decreciendo de la curva.

La gráfica muestra el rápido decrecimiento de los nuevos descubrimientos en verde y extrapola un techo de la línea de producción roja en algún momento antes del 2010. Los expertos no están de acuerdo sobre la fecha y el nivel de ese techo pero la mayoría de los geólogos e ingenieros de producción están de acuerdo en que será inevitable dentro de dos o tres décadas a más tardar. (Algunos economistas que se centran sólo en sus curvas de oferta y demanda y no tienen en cuenta las limitaciones físicas de la producción de petróleo tienden a ser más optimistas pero incluso ellos admiten que un descenso definitivo es inevitable.)

La fijación de precios del petróleo debe ser regulada ya que abandonar la fijación de precios de esa materia prima simplemente a las fuerzas del mercado tiende a producir fluctuaciones desenfrenadas en el precio tales como las que hicieron estragos durante los primeros años de la industria del petróleo antes de que el cártel de Rockefeller estabilizara el mercado estadounidense a comienzos de 1900. Un complejo sistema de fijación de los precios mundiales, que tuvo en cuenta las diferenciales de calidad y ubicación, fue manejado primero por la Texas Railroad Commission y luego por un cártel de compañías petroleras internacionales. Las siete principales compañías petroleras americanas, inglesas, holandesas y francesas (las llamadas Siete Hermanas), firmaron un acuerdo anti-competencia en Achnacarry, Escocia en 1928 según el cual, entre otras cosas, se comprometían a no explotar el petróleo del Medio Oriente sin la participación de los otros miembros. (El acuerdo de la Línea Roja). Después de la Segunda Guerra Mundial, Standard Oil de New Jersey, Mobil, Texaco y Standard Oil de California rompieron su promesa y se apoderaron de las concesiones Sauditas dejando por fuera a los ingleses y a los franceses. El cártel estabilizó la fijación de los precios mundiales del petróleo a niveles compatibles con sus propios intereses pero su control de la industria petrolera mundial se debilitó cuando muchas de las principales reservas de petróleo fueron nacionalizadas por estados soberanos en los años 50 y en los años 60.

Cuando Irán nacionalizó la Anglo-Iranian Oil Company de propiedad inglesa en 1951 porque se había rehusado a compartir sus astronómicas ganancias, Gran Bretaña y los Estados Unidos organizaron un boicot mundial contra el petróleo iraní que puso a la economía de Irán al borde del colapso. Luego, en 1953, la CIA instigó un golpe que instaló al Shah como un títere de EE.UU. con una fuerte policía secreta, el SAVAK, entrenada por la CIA para aplastar cualquier disidencia. Irán conservó la propiedad nominal de la National Iranian Oil Company pero el control operativo era ejercido por un consorcio

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