México Esclavo

México en cadenas de papel.

Vivimos en un país esclavo de sí mismo y para sí mismo, en el cual los medios de comunicación están siendo utilizados como cortinas de humo por nuestros líderes políticos para cegarnos de la situación en la que vivimos, somos esclavos de la ignorancia y si no abrimos los ojos tropezaremos con la misma piedra.

Cualquiera es vulnerable, es débil, somos débiles ante los problemas de una sociedad reprimida por un gobierno permisivo que solo le importan sus intereses propios. Éste solo habla, promete y no se ve ningún cambio significativo en la población, en vez de eso prefieren gastar ese dinero en enormes centros comerciales y cosas innecesarias que son un disfraz que muestra a los demás países que este México del siglo XXI sólo sirve para venderse a sí mismo y aparentar interés en la población.

¿Por qué somos tan vulnerables ante las personas que tratan de someternos a un tipo de esclavitud?

El filósofo inglés Thomas Hobbes concibe al ser humano “Egoísta y antisocial, un lobo para el hombre”. Su idea de describir a las personas con estas palabras deduce que: delante de las narices de los intereses de un humano no hay nada, ni si quiera compasión alguna al ver a su hermano en estado crítico de sufrimiento, de esclavitud. Tomamos en cuenta que este hombre es del siglo XVI con ideas de acuerdo a su época, entonces ¿Qué diferencia hay entre los líderes contemporáneos y los del siglo ya mencionado?

Una persona que esta cegada con las vendas de la ignorancia y un gobierno que le hace el nudo en la nuca son dos aspectos que se pueden considerar como una lucha constante por “estirar la mano” para que nos den migas de pan.

Pero no todo es culpa del gobierno, la sociedad forma parte del problema, aunque muchos de nosotros no podamos hacer mucho por cambiar ese problema quienes si pueden no lo hacen quizá sea por miedo, quizá por flojera de hacerlo, como no los perjudica ¿Por qué hacer algo?

Habrá que liberarnos de esa esclavitud que nos cega, tenemos lo necesario para hacerlo solo nos falta la voluntad de llevarlo a cabo, no podemos tropezar con la misma piedra de nuevo, ¡No más!

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