Noam Chomsky Manufactura Del Consentimiento

Al escuchar “control del pensamiento” muchas personas podrían preguntarse: ¿No tomo mis propias decisiones?, ¿No creo mi propio destino?

El filósofo responde que tenemos que observar cómo operan los medios de comunicación y las relaciones públicas de la industria.

La sociedad democrática es un sistema económico y político, de hombres libres e iguales, ante la ley y las relaciones sociales. Pero existe un pensamiento ampliamente extendido de “que es necesario encontrar formas de marginar y controlar al público en las sociedades democráticas”. Por ello tenemos que mirar la forma en que los principales medios de comunicación, como la prensa y la televisión, dan forma y controlan las opiniones que aparecen, como el tipo de información que llega al público y de las fuentes a las que acuden.

En 1988 Noam Chomsky en un programa de Estados Unidos, “A WORLD OF IDEAS” PBS en T.V Pública, dice:

“Confió en el ciudadano común para defender la verdad, vivimos enredados en engaños sin fin, en una sociedad muy adoctrinada, el gobierno usa mentiras contra su propio pueblo”.

En su libro “Los guardianes de la libertad”, título que tomó prestado de un libro de Walter Lippman escrito hacia 1921, es donde escribe y describe lo que él llamó “La manufactura del consentimiento” como una revolución en la práctica de la democracia, ósea una técnica de control, donde dijo que era útil y necesaria porque los intereses comunes, las preocupaciones del todo el mundo se le escapan al público, con esto quiere decir que no está a la altura.

Para el gobierno no importa mucho lo que opine el pueblo, crean ilusiones necesarias y marginan al público; pero cuando este no se le puede controlar, que no se le calle, que se escuche su voz, que se vuelvan curiosos sobre lo que pasa y arrogantes en lo que quieren, que pierdan la humildad necesaria para someterse es entonces “La fabricación del consentimiento”

Chomsky habla de la “diversión” en los medios de comunicación y cuál es su papel en la vida social, el nos dice que la información que se dirige a las masas tiene como objetivo bloquear el cerebro de la gente, lo esencial es entretenerlo.

El lingüista nos da un ejemplo con la guerra, el afirma que esta es una obscenidad, un acto depravado y despiadado de parte de hombres débiles y miserables, dónde todos somos culpables por la ecuanimidad y desinterés con el que personas sanas, razonables y sensatas pueden observar este tipo de acontecimientos sin hacer nada, ya que ahora gracias a la tecnología podemos ver imágenes de lo que sucede en todo el mundo.

“Una guerra es algo catastrófico, y se supone que el papel de los medios de comunicación es permitir que el espectador pueda ver las circunstancias más relevantes y la realidad, sin embargo esto nunca pasa, pues la televisión solo se encarga de elogiar cosas absurdas

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