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Novela Juan Antonio Borrás


Enviado por   •  2 de Abril de 2014  •  3.246 Palabras (13 Páginas)  •  274 Visitas

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Resumen

La novela comienza cuando Juan Antonio Borrás emprende su viaje hacia las haciendas de Don Oscar de Mendoza. Juan Antonio era un agrónomo recién graduado con un espíritu de lucha y deseos de triunfar. Durante el viaje, a la mente de Juan Antonio vinieron recuerdos de su vida estudiantil y sus romances con su amada Sarah. Cuando Juan Antonio llegó a la casa de Don Oscar de Mendoza, éste se sintió como en su propia casa. Don Oscar tuvo la cortesía de llevarlo personalmente a Palmares. Luego de visitar a Palmares, Juan y don Flor se dirigían a Santa Rosa. Borrás se figuraba el camino como la felicidad eterna. Sentía que iba caminando por tierras de maravillas. Su primera salida la asoció con la de Don Quijote. Tuvo la ingenuidad de pensar que iba a emprender una tarea a lo vaquero. Al llegar, de vez en cuando la peonada lo miraba de refilón, con cierta curiosidad. Rato después, Juan Antonio tiene el placer de conocer a la familia Alzamora. Ésta estaba integrada por Doña Lela, Doña Julia y Delmira. Juan se sintió muy agusto ya que esta casa sería su nuevo hogar. Al salir de Santa Rosa visitaron la residencia de los Moreau. La residencia era un majestuoso edificio de concreto de dos plantas, con amplios balcones de hierro y unas graciosas torrecillas sobre el techo.

Después de pasados los días y de haber iniciado su trabajo, Borrás se encuentra en el cañaveral cuando uno de los peones le avisa que Ventura Rondón había sufrido un mal. Juan Antonio muy preocupado salió en busca de éste a lo cual se conmovió mucho. Se dió cuenta de que llevaba el grito de un hombre clavado, como una flecha. Tiempo después de Ventura haberse recuperado, Juan decide ir a su casa a visitarlo. Al llegar a la casa, Borrás se da cuenta en las pobres condiciones en las que viven Ventura y su familia.

En la hacienda se preparaban para empezar el corte en Los Pozos para poder despachar primero la caña más distante. Multiplicose la peonada. De barrios vecinos llegó una multitud de jíbaros melancólicos y sumisos; negros adustos, mulatos fornidos. Días después, cerca del mediodía, se encontraba Juan Antonio en El Pinto, cuando sintió un gentío detrás de los árboles. Era un entierro. Borrás se dió a la tarea de seguir a la multidud y le pregunta a uno de los peones : ¿quién murió?, a lo que éste contestó : Ventura Rondón. A Juan lo atacaron varios recuerdos sobre Rondón, sobre todo por su familia.

¡Noche de San Silvestre! En casa de don Manuel había baile de gente escogida. Cuando Juan Antonio entró al baile hubo silencio. “Se echó la casa por la ventana”. Después de un rato, el dueño de la casa le trae a Borrás una pareja : la muchacha trigueña, la sencación de la noche. En medio del baile hubo un seis bombeao en el cual participaron casi todos.

Juan Antonio se enfermó, padecía de fiebres y alucinaciones. Una de ellas era sobre un “ incendio en e cañaveral”. Borrás sentía que se quemaba y nadie venía a ayudarlo. Cuando despertó de esa terrible alucinación, se vió rodeado por doña Lela y Delmira. Después de pasada su enfermedad es Delmira, quien en esta ocasión, se enferma. Juan para devolverle el favor de haber cuidado de el cuando estuvo enfermo, se ofrece a cuidar de ella. Llama al doctor y éste le dice que Delmira sufre de una terrible anemia. Tiempo después la enferma mejora, aunque por ordenes del doctor, era preferible que guardara cama.

Un sábado llegó la noticia tan esperada : Se iba don Florencio. Don Oscar fue personalmente a Santa Rosa a hablarle a Juan del asunto ; sería nombrado para dirigir los trabajos de las dos colonias al mismo tiempo. Al otro día llegó don Florencio a darle unos cuantos consejos a Juan de como trabajar en las haciendas. Ya definitivamente a cargo de las dos colonias, Borrás se sentía más importante, se sentía el jefe.

Segundo es despedido de la hacienda. Días después, mientras Juan Antonio dormía se escucharon gritos de alarma en la carretera : ¡Fuego, fuego!. Esta vez no eran alucinaciones. Juan corre a la carretera a lo que se escuchan los gritos : ¡Fuego, Fuego!. El fuego avanzaba haciendo estallar las cañas. Hacía una calor insoportable. Tras muchos esfuerzos fue atajado el enemigo de las lenguas ardientes. Quemáronse seis o siete cuerdas. Cerca del Viernes Santo ocurre otro incendio. Se sospechaba de Segundo, ya que uno de los peones había escuchado una conversación de éste con otro peón y al ser despedido... Borrás y Paco deciden quedarse en Bejucales para seguir al enemigo más de cerca. Pasaron una, dos, tres noches y nada que se veía. Ya a la cuarta noche Juan no tenía ánimos pero resulta que esta noche se convirtió en la que tanto habían esperado. Detrás de los árboles se escuchaban voces : eran las de Segundo y los peones. Cuando salen Juan y Paco los peones se dan a la fuga y sólo quedó Segundo. Borrás lo puedo haber matado, pero le faltó valor ; soltó el arma y luchó cuerpo a cuerpo. De repente Segundo saca un puñal y a Paco no le quedó más remedio que disparar. Juan sintió que el puñal caía, efectivamente, Paco había matado a Segundo.

Al tiempo, muere don Polo. Manuel se muda lejos para nunca más volver. Juan Antonio se siente derrotado. Al parecer se había ganado el odio de ciertas personas. Recibe una carta de su hermana, la cual le hacía la advertencia de que debía volver porque su padre estaba muy mal de salud. Una vez en el pueblo, su viejo muere. Al volver a Palmares, Borrás recide una carta de don Oscar de Mendoza, la cual informaba el despido de éste. Juan se encuentra con su anigo de la infancia, Carlos Ordoñez. Después de irse de la hacienda pasa un mes. Juan Antonio vuelve decidido y se casa con Pepiña.

Fin

Primer Capítulo: Surcos Abiertos

¿Cómo comienza la novela?

La novela comienza cuando Juan Antonio Borrás emprende su viaje hacia las haciendas de Don Oscar de Mendoza.

¿Qué recuerdos vienen a la mente de Juan Antonio Borrás?

Durante el viaje, a la mente de Juan Antonio vinieron recuerdos de su vida estudiantil y sus romances con su amada Sarah.

¿Cómo se sentía él?

Éste se mostraba un poco melancólico ya que dejaba a su familia y a su amada Sarah. Lo único que lo consolaba era saber que iba en busca de un mejor futuro.

¿Quién era Don Oscar de Mendoza?

Administrador de las haciendas. Era un hombre relativamente

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