Odiseo vendió el barco

Odiseo vendió el barco.

En 1994, México ingresó al Tratado de Libre Comercio: Canadá, Estados Unidos y México apostaron a crear uno de los mercados de consumidores más grande del orbe. En la lógica del capitalismo se pensaba que la abundancia económica propiciaría la cultural, entre otras.

Hoy hay grandes empresas en México con un capital importante; sin embargo los beneficios son limitados. Los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. La medida pragmática fue crear dinero y desarrollo para tener una sociedad próspera y justa. Sin embargo los resultados han sido diferentes.

El encargado de la educación: el Estado; implementó escuelas técnicas (CONALEP, CECYT…) con el fin de crear mano de obra calificada y barata. Jóvenes con fuerza física y conocimiento técnico para nutrir las fábricas.

El plan de estudios de estas escuelas omitió las llamadas Humanidades. Así, la Historia, la Filosofía, la Literatura… como consecuencia tenemos, actualmente, a miles de jóvenes y adultos que desconocen la Historia patria, así como de formación en alguna de la Bellas Artes o la fundamentación de la Ética. Lo peor, muchos de ellos los educaron para trabajar. Su premisa se limita a vivir para trabajar.

Este problema, la de la educación pragmática, empirista y pseudocientífica, ya lo enfrentó Vasconcelos, con la salvedad de que en la primera del siglo XX, todo estaba por construirse.

José Vasconcelos se enfrentó al denominado grupo de científicos, personalidades influenciadas y educadas bajo el amparo del Positivismo, corriente filosófica fundada por Augusto Comte, cuya propuesta, entre otras, es la de llegar a un conocimiento positivo, es decir, que se puede experimentar, palpar y netamente racional. En la etapa porfirista florecieron las ideas positivistas porque la sociedad mexicana se le calificaba como supersticiosa y analfabeta.

Orden y Progreso, el lema del Positivismo. Y es lo que necesitaba la sociedad mexicana. Orden para progresar. Sin embargo se necesitaba educar a la gente.

Vasconcelos, en la etapa posrevolucionaria, se toma la tarea de educar, funda la Universidad, las Bibliotecas Ambulantes, Bellas Artes, y la SEP. Hace del maestro un apóstol de la enseñanza. Motiva a miles de jóvenes a la noble tarea de alfabetizar un país pobre materialmente pero rico en cultura e historia.

Sin embargo su modelo educativo es más integral que el de los científicos porfiristas, porque incluye las Ciencias y las Humanidades. Vasconcelos trata de imprimir en el espíritu de los educadores y educandos que es el espíritu al que se debe nutrir, principalmente. El espíritu que hace que Odiseo pueda evadir y vencer los obstáculos hacia Itaca. En otras palabras, al alumno se le debe infundir un por qué de la vida, y ellos, con la educación, sabrán los cómo.

Vasconcelos

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