Oratorias

Rendir homenaje a nuestros héroes, es amar y respetar a nuestra patria.

Honorables miembros del jurado calificador, distinguidos compañeros participantes, publico aquí presente, mi nombre es _________alumna de _________________________, me presento ante esta tribuna de la elocuencia y el pensamiento libre para disertar sobre el tema:

En lo más recóndito de sierra zapoteca, la madre naturaleza, conjuga, todo lo grande que posee, para dar la bienvenida al salvador de la república, al hombre, que transformaría la estructura jurídica de la nación.

Los bosques, le proporcionaran la fragancia que respiro al nacer, el cálido sol de la tierra Oaxaqueña curtió su tez morena…y la majestuosa sierra de Ixtlán le templo para la lucha; me refiero al ilustre, extraordinario e incomparable Benemérito de las Américas; Lic. Don Benito Juárez García. La fusión perfecta del hombre de América.

El prestigio de Juárez es de índole diversa, gran luchador, gran capitán que lucho sin espada, gran reformador nunca frenético ni sanguinario… jamás iracundo y siempre pasivo, como la imagen viva de la patria.

Juárez tuvo su primer acto público a los 23 años, cuando con palabra segura plantea una tesis revolucionaria, donde decía: Que la fuerza de la nación, ha de tener su origen y residencia en el tribunal de la opinión pública.

Antes de alcanzar la presidencia de la Republica, desempeño varios puestos, en los cuales puso de manifiesto su inteligencia y con grandes ideas hechas realidad, dio solidez a nuestra patria, forjando el destino de México, señalando la ruta de un país de paz y progreso, demostrando así el férreo carácter del caudillo indomable.

La figura de Juárez se agiganta al promulgar las leyes de Reforma y poner fin a las guerras de intervención; al caer en el cerro de las campanas los cuerpos de los traidores, cayeron también los pensamientos de aquellos que soñaban con un imperio.

Juárez es un símbolo de México, al defender la constitución, no defendía nada más un puñado de hojas y unos millares de letras ¡No! Defendía nuestras tradiciones, nuestra libertad de pensamiento y de acción, defendía México en su geografía y en su historia, en su presente y su futuro.

Un bello ejemplo que perdurará, amorosamente en nuestro corazón, queriendo a la patria como lo hizo Juárez con fe en el progreso de la misma y fidelidad a la constitución de 1857.

El presidente Juárez murió el 18 de julio de 1872, el ataque fue súbito, la agonía corta; aquel hombre singular de hierro que no sufrió pánico, ni se doblegó jamás, conservando siempre su dignidad nacional, llevara el resto y la justicia como símbolo en la eternidad.

Juárez… nadie podrá arrancar tu nombre del pueblo mexicano, antes sería necesario hacer pedazos la sagrada bandera de la Republica, que te envuelve y te guarda.

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