PICASSO Y BRAQUE

Í          N         D        I          C          E

1. CONTEXTO HISTÓRICO Y EL PENSAMIENTO DE LA ÉPOCA

1. París, la ciudad de la luz
2. La vanguardia de principios del Siglo xx
   

1. DESARROLLO 
   2.1. Un antes y un después: Las señoritas de Avignon

1. Antes: Las señoritas de Avignon como respuesta a la vanguardia
2. Después: la vanguardia en respuesta a Las Señoritas de Avignon

2.2.  Picasso y Braque: el encuentro

2.3.  Picasso y Braque: amalgama indisoluble

2.4.  Origen del término cubista
2.5. Estética individual y colectiva

         3.  CONCLUSIONES

CUBISMO: PICASSO Y BRAQUE

Una rápida búsqueda en Google define al cubismo como un movimiento artístico europeo de principios del siglo xx caracterizado por la descomposición de la realidad en figuras geométricas. Dicha descripción es una buena síntesis acerca de su origen y su concepto, sin embargo, se queda corto a la hora de explicar esas siete letras en toda su extensión. Para ello, es necesario ampliar la perspectiva, atravesar la pantalla y sumergirnos en la Europa de principios del siglo pasado, específicamente a Paris, que fuera la capital cultural europea, para entender qué es lo que llevó a los artistas que la habitaban a descomponer su realidad de ese modo. Y quién lo hizo primero, si es que hubo un alguien en específico.

Empecemos entonces nuestra virtual búsqueda por la llamada ciudad de la luz, la cual en la década previa a la primera contienda bélica mundial tuvo un periodo dorado en su historia. Tanto es así, que su reputación estaba en un punto culminante tras la Exposición Universal de 1900, que había atraído a mas de 50 millones de habitantes y contado con la participación de un total de 58 paises. Sin duda, París era en aquella época la capital cultural de Europa y por lo tanto, un creciente número de aspirantes a artistas y escritores, llenos de sueños, acudieron en masa allí deseosos de cumplir sus sueños, incluso desde los últimos años del siglo xix. Mientras tanto, el creciente nacionalismo impulsado por la competencia internacional por la posesión de los mercados coloniales condujo inevitablemente a la guerra en el año 1914. En medio de esa dinámica política y sociocultural se desarrolló la variopinta comunidad de la vanguardia artística. Este fue el contexto en que surgió y se desarrolló el cubismo, que fuera quizá el movimiento trampolín de los demás ismos de la vanguardia, como otra rápida búsqueda en internet reza sobre este movimiento. Una obra en específico marcaría un hito en esta historia sobre el proceso de fundación del cubismo: Las Señoritas de Avignon [1].

"Casi nada de lo que hasta entonces se conocía de la obra de Picasso como la de otros artistas radicales en el París de 1907, habría podido preparar a todos aquellos que contemplaron Las señoritas de Avignon aquel año para una experiencia de tal calibre. Se trataba de una obra sorprendente y poco convencional que presentaba un quinteto de prostitutas descaradas y desnudas, alineadas plantando cara al espectador a lo largo de un espacio claustrofóbicamente plano y anguloso. Incluso casi un siglo después, este cuadro sigue resultando perturbador, tanto por su cruda sexualidad como por la violencia con que ataca los convencionalismos de ilusión espacial, integridad de la figura y unidad de composición." (Gottington, 2001, p. 12).

A pesar del espanto y la reacción que produce ese desafiante cuadro, es sin duda en esencia una respuesta a la comunidad artística de su época. Así por ejemplo, impacta como Olympia de Manet [2] y absorbe Las  grandes bañistas [3] de Cezanne más que para copiarle, para desafiar su maestría, y vaya que lo logra. Así mismo, es una respuesta a Las tres bañistas [4] de otro artista más contemporáneo suyo: Henry Matisse, quién más adelante tendrá un papel clave en el origen del término cubismo como tal. Este cuadro además, marca un antes y después en el momento en que Braque, tras observar el cuadro, inicia un proceso de redibujo del mismo bebiendo como inspiración de Cezanne y Picasso.

Braque representaba las naturalezas muertas, luego pasó por una etapa analítica al descomponer y simplificar la realidad y otra sintética al introducir innovaciones como el collage, caligrafías y números. El collage de Braque integró recortes, etiquetas y todo tipo de objetos, generando fascinación en Picasso quien mejoraría la técnica. (Calvo, 2016)

A partir de entonces, Picasso y Braque iniciarían una relación de exploración conjunta que se estrecharía cada vez más hasta que entre 1911 y 1912, se convirtieran en una especie de amalgama indisoluble que pintaba cuadros sin firma alguna, en pos de nuevos recursos pictóricos que resultaron en pinturas casi idénticas. Esto se puede ver reflejado en pinturas como Casas en Le Estaque [5] y Cabaña y árboles [6] de Picasso.

Este proceso que tomaría cuatro años sería el que diera origen al cubismo, cuyo término fuera acuñado justo al término de este periodo. Según el poeta Apollinaire, fue Henry Matisse el primero en aplicar los términos «cubista» y «cubismo», al rechazar las obras de Braque presentadas al Salón del que era jurado, corría entonces el año 1912 y esta anécdota es considerada como el origen oficial del cubismo como movimiento.

Al igual que tantos otros recursos cezannianos, Braque y Picasso se acordarán de este cuando, años después, empiecen a configurar el cubismo en sus paisajes y sus obras con figuras. Un recuerdo que va más allá de lo estrictamente temático y que se ofrece como mucho más que un recurso: el efecto de la mirada —no es preciso recordar el carácter visual de la imagen pictórica— se transforma en procedimiento pictórico independiente, autónomo de la vista individual que la originó y que representaría. El efecto de la mirada se identifica con la articulación plástica que hace posible la imagen valorando la superficie (Bozal, 1991, p. 187).

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