Parques Energéticos eólicos Marinos
uchiha249325 de Junio de 2012
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Introducción
La energía eólica marina es, al igual que la terrestre, una aplicación de la fuerza producida por el viento. La diferencia respecto a la obtenida en tierra radica en que los aerogeneradores (molinos) se ubican mar adentro. La energía mareomotriz es la que resulta de aprovechar las mareas, es decir, la diferencia de altura media de los mares según la posición relativa de la tierra y la luna, y que resulta de la atracción gravitatoria de esta última y del sol sobre las masas de agua de los mares. Esta diferencia de alturas puede aprovecharse interponiendo partes móviles al movimiento natural de ascenso o descenso de las aguas, junto con mecanismos de canalización y deposito, para obtener movimiento en un eje.
Mediante su acoplamiento a un alternador se puede utilizar el sistema para la generación de electricidad, transformando así la energía mareomotriz como la eólica marina en energía eléctrica, formas de energéticas mas útiles y aprovechables, acompañado de tipo de energía renovable limpia.
La energía mareomotriz tiene la cualidad de ser renovable, en tanto que la fuente de energía primaria no se agota por su explotación, y es limpia, ya que en la transformación energética no se producen subproductos contaminantes gaseosos, líquidos o sólidos. Sin embargo, la relación entre la cantidad de energía que se puede obtener con los medios actuales y el coste económico y ambiental de instalar los dispositivos para su proceso han impedido una proliferación notable de este tipo de energía.
Otras formas de extraer energía del mar son: las olas, la energía undomotriz; de la diferencia de temperatura entre la superficie y las aguas profundas del océano, el gradiente térmico oceánico; de la salinidad; de las corrientes submarinas o la eólica marina.
Planteamiento del problema
En la actualidad la humanidad ha aumentado considerablemente, por lo tanto el consumo de energía es superior esto nos lleva a la contaminación del medio ambiente por alternativas de energía contaminantes afectando o alterando la capa de ozono y atrapando gases en la atmosfera por lo que son perjudiciales y a consecuencia tenemos un impacto ambiental que sigue en aumento.
Por ello hay que buscar alternativas de generación de energía sin alterar el medio.
Justificación
La energía eólica marina tiene un futuro prometedor, sobre todo en los países con una alta densidad de población que reduce las posibilidades de hallar un emplazamiento apropiado en tierra. En el mar, el viento se encuentra con una superficie de rugosidad variable, las olas, y sin obstáculos, lo que implica que la velocidad del viento no experimenta grandes cambios. Así, pueden emplazarse torres más bajas que en la superficie terrestre.
Además, el viento es, en general, menos turbulento que en tierra, con lo que se amplía el periodo de trabajo útil de los aerogeneradores. La baja turbulencia del mar se debe, sobre todo, a que, en el mar, las diferencias de temperatura a distintas altitudes de la atmósfera son inferiores a las de tierra adentro y también hace que tenga una alternativa como lo es la energía mareomotriz que respalda a la eólica marina para que el impacto hacia el medio ambiente sea bueno y benéfico tanto para los ecosistemas como para el hombre.
Marco teórico
Parque eólico es la energía obtenida del viento, es decir, la energía cinética generada por efecto de las corrientes de aire, y que es transformada en otras formas útiles para las actividades humanas.
El término eólico viene del latín Aeolicus, perteneciente o relativo a Eolo, dios de los vientos en la mitología griega. La energía eólica ha sido aprovechada desde la antigüedad para mover los barcos impulsados por velas o hacer funcionar la maquinaria de molinos al mover sus aspas.
La energía eólica no es algo nuevo, es una de las energías más antiguas junto a la energía térmica. El viento como fuerza motriz existe desde la antigüedad y en todos los tiempos ha sido utilizado como tal, como podemos observar. Tiene su origen en el sol. Así, ha movido a barcos impulsados por velas o ha hecho funcionar la maquinaria de los molinos al mover sus aspas. Pero, fue a partir de los ochenta del siglo pasado, cuando este tipo de energía limpia sufrió un verdadero impulso.
La energía eólica crece de forma imparable a partir del siglo XXI, en algunos países más que en otros, pero sin duda alguna en España existe un gran crecimiento, siendo uno de los primeros países por debajo de Alemania a nivel europeo o de Estados Unidos a escala mundial. Su auge en parques eólicos es debido a las condiciones tan favorables que existe de viento, sobre todo en Andalucía que ocupa un puesto principal, entre los que se puede destacar el Golfo de Cádiz, ya que el recurso de viento es excepcional.
El primer parque eólico marino, compuesto por 11 aerogeneradores, se construyó en Dinamarca en 1991 en el mar Báltico y, en 2002, tras la puesta en marcha de varios parques con distinta potencia, se inauguró el parque de Horns Rev, el más grande del mundo con 80 aerogeneradores y con una potencia instalada de 160 MW. Tras los años de uso de energía eólica marina en Dinamarca se puede concluir que, aunque se ha requerido una importante inversión económica, la producción de electricidad es más estable y un 20% superior a la terrestre. Además, la vida útil del parque, con un adecuado mantenimiento, puede llegar a duplicarse.
La energía eólica es un recurso abundante, renovable, limpio y ayuda a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero al reemplazar termoeléctricas a base de combustibles fósiles, lo que la convierte en un tipo de energía verde. Sin embargo, el principal inconveniente es su intermitencia.
Diferentes organizaciones ecologistas como Oceana y Greenpeace han aprobado y promueven en el mundo el uso de la energía eólica marina (offshore), la cual es considerada como una de las más rentable y ecológica de las existentes.
La energía eólica marina, a diferencia de la terrestre, consiste en instalar aerogeneradores mar adentro con la finalidad de aprovechar los vientos del Océano en países donde la superficie terrestre no permite la instalación de los molinos. Luego, la electricidad es conducida por cables submarinos hacia el continente.
Uno de los países pioneros en offshore es Dinamarca, el cual tiene numerosos parques generadores en el Mar Báltico con excelentes resultados. Reino Unido es otro país que está apostando por este tipo de generación eléctrica, mientras que España –con 5.000 kilómetros de costas– se encuentra en la fase de evaluar proyectos.
Cabe precisar que España es el tercer país del mundo que produce más energía eólica terrestre, tras Alemania y Estados Unidos. Además, el año pasado, el Gobierno elaboró el ’Mapa Eólico Marino`, que establece zonas donde se podrían instalar los aerogeneradores.
Los organismos ecologistas han realizado estudios sobre el impacto de las hélices en las aves y en el medio ambiente, y los resultados han sido favorables hacia el uso de este tipo de energía renovable, ya que permite aprovechar las posibilidades que ofrecen los mares y reducen las emisiones de CO2.
En un principio, los anclajes de los aerogeneradores se efectuaban con hormigón a través de la cimentación por gravedad, es decir, con la construcción en un dique seco de grandes estructuras que después se fijaban en el emplazamiento elegido y se rellenaban con grava y arena. Un diseño posterior, el monopilote, consiste en una perforación del lecho marino, de un diámetro de 3,5 a 4,5 metros y una profundidad de 10 a 20 metros, en la que se introduce un gran cilindro metálico que sirve de base a la torre.
Los parques eólicos se conectan a tierra por cables submarinos enterrados para reducir el riesgo de daños ocasionados por equipos de pesca, anclas, etc. En zonas estratégicas del parque se colocan, entre otras instalaciones de servicio, centros de transformación que convierten la baja o media tensión en alta para favorecer así el transporte hasta la costa.
En cambio, Con un promedio de 4 Km. De profundidad, mares y océanos cubren las tres cuartas partes de la superficie de nuestro planeta. Constituyen un enorme depósito de energía siempre en movimiento. En la superficie los vientos provocan las olas que pueden alcanzar hasta 12 metros de altura, 20 metros debajo de la superficie, las diferencias de temperatura (que pueden variar de -2º C a 25º C) engendran corrientes; por último, tanto en la superficie como en el fondo, la conjugación de las atracciones solar y lunar.
Las mareas, es decir, el movimiento de las aguas del mar, producen una energía que se transforma en electricidad en las centrales mareomotrices. Se aprovecha la energía liberada por el agua de mar en sus movimientos de ascenso y descenso de las mareas (flujo y reflujo). Ésta es una de las nuevas formas de producir energía eléctrica.
La utilización de las mareas como fuente de energía montaba varios siglos. Los ribereños de los ríos costeros ya habían observado corrientes que hacían girar las ruedas de sus molinos, que eran construidos a lo largo de las orillas de algunos ríos del oeste de Francia y otros países en los cuales las mareas vivas son de cierta intensidad. Aún pueden verse algunos de estos molinos en las costas normandas y bretonas francesas. Los progresos de la técnica provocaron el
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