Pasado Positivo Y Fallido

PASADO POSITIVO Y FALLIDO.

La Filosofía positiva se define por oposición a la filosofía negativa y crítica de Rousseau y Voltaire (postura a la que Comte atribuye los males de la anarquía y la inseguridad social que caracterizan al período post-revolucionario).

El término positivo hace referencia a lo real, es decir, lo fenoménico dado al sujeto. Lo real se opone a todo tipo de esencialismo, desechando la búsqueda de propiedades ocultas, características de los dos primeros estados. Lo positivo tiene como características el ser útil, cierto, preciso, constructivo y relativo (no relativista) en el sentido de no aceptar ningún determinismo absoluto a priori. Se podría afirmar también que la filosofía positivista lo que hace es basar su conocimiento en lo positivo, o sea en lo real, dejando a un lado las teorías abstractas como la del fenomenalismo kantiano, al considerarlas como metafísicas.

Comte plantea tres estados del conocimiento humano: un estado teológico, un estado metafísico (concreto / abstracto) y un estado positivo, el más deseado y al que en teoría deberían tender los dos anteriores, ya que basa el logro del conocimiento en la razón aplicada. Lo que busca la Filosofía positiva de Augusto Comte es una reorganización social, política y económica en el contexto de la Revolución industrial.

Pero es el llamado último Schelling, el que, de manera autocrítica, se desprende un poco de este pensamiento e inaugura su pensamiento último: el de la filosofía positiva y la filosofía negativa

Sobre la filosofía negativa Schelling nos dice que las ideas no explican todavía la existencia de un mundo concreto. El mundo, en una filosofía negativa, está sólo presente de manera ideal. Lo que Schelling llama filosofía negativa tiene varias particularidades. Una de ellas es que la esencia (la idea) es el principio de toda realidad. Y a partir de esto, se puede decir que de una esencia se siguen otras esencias, así como de una idea se sigue otras ideas, pero nunca se sigue una realidad de hecho.

La filosofía negativa es incapaz de explicar la realidad fáctica del mundo. Y se puede mencionar también que la explicación del mundo que se desprende de una filosofía negativa, no trata de cosas realmente existentes. Pero, primordialmente, una filosofía negativa se constituye por completo sobre la razón. Y esto nos hace pensar en Hegel, sobretodo.

La filosofía positiva tiene que ser consciente de la existencia real de las cosas. Hay una implicación real en el acto de existir. Para Löwith, como sabemos, la filosofía positiva de Schelling se refiere a la existencia real. Y, siguiendo a Löwith, se comienza un camino hacia la filosofía: la filosofía de la existencia. Que empezará a criticar a Hegel. Esto nos hace pensar en que la filosofía negativa de Hegel tendría que trabajarse, en una especie de dialéctica. Y dicha dialéctica tendría que girar en torno a la filosofía positiva que propone Schelling. Éste creía que Hegel incluía de manera aparente la existencia en el problema del ser. Situación que parecía darle un carácter de positiva, pero que en realidad era filosofía negativa.

Para la filosofía positiva la existencia es un hecho: es una realidad. Y distingue el concepto existencia del concepto esencia. Schelling hace la distinción muy clara entre los conceptos Was y Dass.

Estado positivo o real.

1er. Carácter principal: La ley o subordinación constante de la imaginación a la observación. La lógica especulativa había consistido entonces en razonar sobre principios confusos, que careciendo de toda prueba suficiente, suscitaban siempre debates sin fin. En lo sucesivo la lógica reconoce como regla fundamental que toda proposición que no es estrictamente reducible al simple enunciado de un hecho, particular o general, no puede tener ningún sentido real o inteligible. Los principios mismos que emplea no son a su vez más que verdaderos hechos, solo que más generales y abstractos que aquellos a los que deben servir de vínculo.

La revolución fundamental que caracteriza la virilidad de nuestra existencia consiste esencialmente en sustituir en todo lo inaccesible la determinación de las causas propiamente dichas, por la simple averiguación de las leyes, o sea, de las relaciones constantes que existen entre los fenómenos observados. Trátense de los menores o de los más sublimes efectos del choque y del peso, lo mismo que del pensamiento y de la moralidad, nosotros no podemos conocer verdaderamente más que las diversas relaciones mutuas propias de su conocimiento, sin penetrar nunca en el misterio de su producción.

2do. Carácter principal: Naturaleza relativa del espíritu positivo. Este segundo género de dependencia, propio de las especulaciones positivas, se manifiesta tan claramente como el primero en el curso entero de los estudios astronómicos, considerando, conmemoración de un personaje histórico. Este calendario se conoce también como el "Calendario positivista".

Por ejemplo, la serie de las nociones, cada vez más satisfactorias, obtenidas desde el origen de la geometría celeste, sobre la figura de la Tierra, sobre la forma de las órbitas planetarias, etc. Así pues, aunque por las doctrinas científicas sean necesariamente de una naturaleza bastante variable como para obligarnos a desechar toda aspiración a lo absoluto, sus variaciones graduales no presentan carácter arbitrario que pueda motivar un escepticismo todavía más peligroso; cada cambio sucesivo conserva, espontáneamente, una actitud indefinida para representar los fenómenos que les ha servido de base al menos mientras no se tenga que rebasar el grado primitivo de precisión efectiva.

3er. Carácter principal: Destino de las leyes positivas; previsión racional. El verdadero espíritu positivo consiste en ver para prever, en estudiar lo que es para deducir lo que será, según el dogma general de la invariabilidad de las leyes naturales.

4to. Carácter principal: Extensión universal del dogma fundamental de la invariabilidad de las leyes naturales. Finalmente, cabe destacar la propuesta que hizo Comte de un calendario humanista donde cada uno de los meses y de los días representaba la

Conclusión.

Soy de la idea que todos los acontecimientos que han ocurrido en nuestras vidas son quienes han creado nuestro presente, si en el pasado cometimos erros son de ellos de los que podemos aprender pero también de nuestros logros y éxitos, es decir si cometimos algún error lo podemos mejorar en nuestro presente, pero mejor aún si hicimos algo bien lo podemos mejor, podemos aprender de cualquier pasado del de nuestra familia, nuestro país de cualquier persona se puede aprender de sus logros y errores en su pasado.

El pasado es muy importante en nuestras vidas ya que sin el no seriamos los seres humanos que hoy somos, por eso opino que siempre hay que agradecer al universo por todo en nuestras vidas por que todo sea bueno malo, equivocado o acertado, es una bendición en nuestras vidas.

Bibliografía

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos74/filosofia-carlos-marx-augusto-comte/filosofia-carlos-marx-augusto-comte3.shtml#ixzz2K3r6iHOE

http://es.scribd.com/doc/97863296/Filosofia-positiva-vs-filosofia-negativa

http://es.wikipedia.org/wiki/Auguste_Comte

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