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Pensamiento


Enviado por   •  17 de Septiembre de 2013  •  3.011 Palabras (13 Páginas)  •  200 Visitas

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RELIGION

En el primer grupo tenemos interpretaciones de la religión como explicación racional de los misterios de la naturaleza, ,1 también se ha visto en lo religioso una forma de controlar los fenómenos a través de la magia,2 o como respuesta a los sentimientos de soledad ante los fenómenos de la naturaleza o el misterio de la muerte.

El término poder tiene múltiples definiciones y usos. Esta palabra, como sabrán muchos de ustedes, se utiliza para describir la facultad, habilidad, capacidad o autorización para llevar a cabo una determinada acción. El poder implica también poseer mayor fortaleza corporal e intelectual en relación a otro individuo y superarlo en una lucha física o en una discusión.

INFLUENCIA DE LA RELIGION EN EL PODER MUNDIAL

La religión ha sido, desde hace ya siglos, una forma de brindar paz y fe a los hombres, sin embargo también ha sido una herramienta de esclavitud que ha llevado a la humanidad a realizar los más horrendos crímenes en nombre de dios.

Para empezar queremos mencionar Siempre ha sido crucial para los poderosos inculcar ideas religiosas en el pueblo, como eficaz mecanismo de control social, por la resignación y sumisión que fomentan entre los desfavorecidos y porque “legitima” y justifica al poder (“Rey -o Caudillo- por la Gracia de Dios”…). El pueblo ingenuo ha aceptado siempre la visión simplista que del mundo ofrecen las religiones, porque se le ha cercenado el espíritu crítico y nunca se le ha preparado para afrontar las grandes preguntas de la vida… Pero ninguna religión ha hecho ni mejores ni más felices a los hombres. Porque a través de la mentira, la manipulación, la ignorancia o el error, malamente se puede arribar a buen puerto… Pero es previsible que habrá quien prefiera vivir engañado (es más cómodo), aun a costa de diferir la justicia y la felicidad personal a esa prometida vida de ultratumba, ante la que las Iglesias tienen la absoluta certeza de que jamás van a venirles reclamaciones. Sencillamente, porque no hay el menor indicio de que exista.” (Anónimo)

La Iglesia se resiste a perder poder en la sociedad, insiste en querer llevar su “mensaje” a los hombres. Antes lo hacía a espada y daga, ahora lo hace criticando todo aquello que haga avanzar a la humanidad. Porque, claro, la definición de moralidad les pertenece.

UN EJEMPLO0 DE ELLO EN TIEMPOS ANTIGUOS FUE EL DE LA Inquisición hace referencia a varias instituciones dedicadas a la supresión de la herejía mayoritariamente en el seno de la Iglesia Católica. La herejía en la era medieval muchas veces se castigaba con la pena de muerte, y de ésta se derivan todas las demás. La Inquisición medieval fue fundada en 1184 en la zona de Languedoc (en el sur de Francia) para combatir la herejía de los cátaros o albigenses, que en 1249 se implantó también en el reino de Aragón (fue la primera Inquisición estatal) y que en la Edad Moderna, con la unión de Aragón con Castilla, fue extendida a ésta con el nombre de Inquisición española.

Inquisición medieval

La Inquisición, cuadro de Goya.

Aunque el procedimiento inquisitorial como medio para combatir la herejía es una práctica antigua de la Iglesia católica, la Inquisición medieval fue establecida en 1184 mediante la bula del papa Lucio III Ad abolendam, como un instrumento para acabar con la herejía cátara. Fue el embrión del cual nacería el Tribunal de la Santa Inquisición y del Santo Oficio. El castigo físico a los herejes había sido dispuesto con anterioridad por Federico II Hohenstaufen, la institución de la Inquisición se dio para detener los abusos que estos procesos podrían sufrir por parte del poder civil. Mediante esta bula, se exigía a los obispos que interviniesen activamente para extirpar la herejía y se les otorgaba la potestad de juzgar y condenar a los herejes de su diócesis.

A las anteriores disposiciones [...] agregamos el que cualquier arzobispo u obispo, por sí o por su archidiácono o por otras personas honestas e idóneas, una o dos veces al año, inspeccione las parroquias en las que se sospeche que habitan herejes; y allí obligue a tres o más varones de buena fama, o si pareciese necesario a toda la vecindad, a que bajo juramento indiquen al obispo o al archidiácono si conocen allí herejes, o a algunos que celebren reuniones ocultas o se aparten de la vida, las costumbres o el trato común de los fieles.1

En las siguientes décadas, el proceso de la Inquisición resultó intermitente y contradictorio en muchas ocasiones. Un ejemplo vivo fue el caso del primer director de la Inquisición de Hungría, Paulus Hungarus, quien por misericordia defendió a los chamanes paganos húngaros valiéndose de su gran influencia con el Papa Inocencio III, e inclusive aseguró que estos al adorar al sol adoraban al ente supremo que era el mismo Dios, así que no hallaba razón para condenar a la gente. Paulus Hungarus fue uno de los primeros frailes dominicos, quien escribió importantes documentos como la Suma de poenitentiae, tendiendo las bases de la nueva orden a petición de Domingo de Guzmán. Sin embargo, Paulus fue destituído y reemplazado por un religioso más estricto cerca de 1232, después de haberse iniciado propiamente la Inquisición.2

En su primera etapa (hasta 1230), se denomina oficialmente "Inquisición episcopal" porque no dependía de una autoridad central, sino que era administrada por los obispos locales. En 1231, ante el fracaso de la Inquisición episcopal, Gregorio IX creó mediante la bula Excommunicamus la "Inquisición pontificia", dirigida directamente por el Papa y dominada por órdenes mendicantes, especialmente los dominicos. El hecho de que religiosos bajo el control directo del Papa tuvieran a su cargo los tribunales, fue un freno a su expansión, ya que algunos obispos no querían ver limitado su poder en una diócesis por la presencia de estos organismos papales.3

En 1252, el papa Inocencio IV autorizó en la bula Ad extirpanda el uso de la tortura para obtener la confesión de los reos. Se recomendaba a los torturadores no se excedieran hasta el punto de mutilar al reo o finiquitarlos. Las penas eran variables. Los que se negaban a abjurar, "herejes relapsos", eran entregados al brazo secular para la ejecución de la pena de muerte.

La Inquisición pontificia funcionó sobre todo en el sur de Francia y en el norte de Italia. En España, existió en la Corona de Aragón desde 1249, pero no en la de Castilla.

Texto de Erasmo de Rotterdam tachado por la Inquisición.

Inquisición

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