Periodismo De Espectaculos

Los periodistas y los trabajadores de los medios

Hace 50 años este oficio se veía muy diferente a como se percibe hoy. Se trataba de una profesión de alto respeto y dignidad, que jugaba un papel intelectual y político. La ejercía un grupo reducido de personas que eran reconocidos por su sociedad. Pero eso cambió en los últimos 20 años, a partir de una tremenda transformación en las prácticas de este oficio.

El periodismo escrito contemporáneo representa apenas una reducida porción del gran mundo de los medios. Cada día es mayor el número de quienes se emplean en la televisión, especialmente entre los medios audiovisuales. A ellos se los aplica la denominación de media worker, ya que eso son trabajadores de los medios masivos.

A diferencia de aquel periodista de hace 50 años, este trabajador de hoy es una persona anónima. Eso se debe a que el producto final que crea un trabajador de los medios masivos no es de su autoría sino que constituye el resultado de una cadena de gente como él que participó en la construcción de una noticia.

Como consecuencia, en esta profesión se perdió el orgullo de lo personal, que también implicaba la responsabilidad del periodista por su trabajo.

Un mundo virtual

Los jóvenes periodistas van a trabajar en una civilización donde nuestra tarea importara por dos razones: la primera, porque es una profesión a través de la cual se puede manipular a la opinión pública; la segunda, porque los mecanismos de los medios construyen un mundo virtual que remplaza al mundo real.

La manipulación de los modos en que piensa la gente se emplea en numerosos sentidos y medidas. Ya no existe la censura como tal, con excepción de ciertos países. Los poderosos de este mundo siempre están atentos a los medios, porque así dominan la imagen que dan a conocer a la sociedad y operan sobre la mentalidad y la sensibilidad de las sociedades que gobiernan.

Con el desarrollo de los medios vivimos en un mundo donde la historia se ha vuelto doble, donde conviven dos historias simultáneas: aquellas que aprendimos en la escuela y en la familia, de manera personal, y la que nos inculcan los medios, que fijamos a través de la televisión, la radio, los métodos de distribución electrónica.

Esas manipulaciones nos alejan de las historias y problemas reales que suceden en las diversas civilizaciones. Vivimos en un mundo de tantas culturas que solamente un reducido grupo de especialistas es capaz de entender y aprender algo de lo que está pasando. El resto accede al discurso fragmentado y superficial que los grandes medios condensan en un minuto: se trata de un problema que seguiremos sufriendo mientras las noticias muevan tanto dinero, estén influidas por el capital y compitan como productos de los dueños de los medios.

Nosotros juntos a los otros

La condición fundamental de este oficio es el entendimiento con el otro: hacemos, y somos, aquello que los otros nos permiten. Ninguna sociedad moderna puede existir sin periodistas, pero los periodistas no podemos existir sin la sociedad.

El mejor camino para obtener información pasa por la amistad, y si el otro

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