Plan De Intervencion

1. Análisis de la realidad del centro.

La disrupción en las aulas constituye la preocupación más directa y la fuente de

malestar más importante de los docentes. Cuando hablamos de disrupción, nos estamos

refiriendo a las situaciones de aula en que varios alumnos impiden con su

comportamiento el desarrollo normal de la clase, obligando al profesorado a emplear

cada vez más tiempo en controlar la disciplina y el orden. La disrupción en las aulas es

probablemente el fenómeno que más preocupa al profesorado en el día a día de su labor,

y el que más gravemente interfiere con el aprendizaje de la gran mayoría de los alumnos

de nuestros centros.

Hasta este momento, los centros educativos han intentado solucionar este

problema utilizando como única herramienta el Decreto 246/1991, de 23 de diciembre,

del Consell de la Generalitat Valenciana sobre derechos y deberes de los alumnos de los

centros docentes de niveles no universitarios. El número de sanciones por falta grave o

muy grave es diferente según las características del alumnado de cada centro y, por

Proyecto de Formación del Profesorado

Plan de Mejora de la Convivencia y la Disciplina en Centros de Secundaria de Elche

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tanto, las causas por las que aparecen problemas en la convivencia y disciplina también

son diferentes:

a. Los centros reciben todos los años un número elevado de alumnado que no tiene

claro su objetivo y viene “obligado” hasta los 16 años.

b. En algunos centros, la incorporación de alumnado perteneciente a primer ciclo de

secundaria ha aumentado el grado de conflictividad del centro, produciéndose

graves desperfectos en el centro y situaciones de violencia entre el alumnado o

hacia el profesorado.

c. Con la llegada de alumnado inmigrante a los centros educativos están apareciendo

brotes de racismo y xenofobia en los centros educativos.

d. La necesaria escolarización de alumnos procedentes de Centros del Menor; las

características de estos alumnos los hacen especialmente proclives a ser fuente de

problemas de disciplina en los centros educativos.

Se trata de una población escolar heterogénea; son jóvenes procedentes de

ambientes de todo tipo y condición, alumnado a menudo con grandes retrasos

instrumentales y grandes carencias en su proceso de socialización. Esta variedad suele

ser lo normal en nuestros centros, pues la normalidad está muchas veces en la

diversidad. El alumnado de este tipo no puede y / o no quiere seguir el currículum;

poco a poco deja de hacer las tareas, deja de atender y genera actitudes de pasividad que

terminan convirtiéndose en conductas agresivas y disruptivas. Deberíamos ser capaces

de atender a toda esta variedad para entonces poder controlar la disciplina y asegurar un

buen clima de convivencia en el centro. Garantizar la atención eficaz a todos supone

asegurar las mayores cotas de calidad para el sistema educativo.

Para atender a tal diversidad de alumnos se hace necesaria crear unas bases para

establecer la disciplina que exige el proceso docente, lo cual no implica necesariamente

el uso de actitudes autoritarias o intolerantes, sino más bien una combinación de ternura

con firmeza. Las motivaciones, expectativas, valores, ambiente familiar y social de los

alumnos que nos llegan en la Educación Secundaria Obligatoria exigen nuevas formas

de organización y metodología más flexibles que las que se tenían hace 20 años.

En la mayoría de ocasiones, estas actuaciones disruptivas implican una apertura

de expediente siguiendo el marco legal del Decreto 246/1991, que no siempre

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