Poesía Y Respiración

Poesía y respiración

El respirar es un elemento muy importante para la lectura de versos, todo esto se vuelve un ejercicio respiratorio tal como lo indica en este capitulo que Octavio Paz denomina poesía y respiración.

El respirar bien, es un ejercicio que tenemos que tener contemplado en la lectura de cada verso, es un ejercicio que debemos tener canalizado en nuestro cuerpo, de la misma manera que ejercitamos nuestros músculos en el gimnasio, de igual forma de vemos ejercitar nuestro lenguaje y nuestra respiración a leer cada verso.

El saber leer versos es una práctica de respiración , además de saber unirnos al mundo y participar en el ritmo universal. Ya lo menciona Octavio Paz en este capítulo, que el recitar versos es como danzar con el movimiento general de nuestro cuerpo y naturaleza. Ahora bien, el saber recitar versos es un movimiento de nuestro cuerpo pero especialmente de nuestra boca, labios y aparato respiratorio.

El saber respirar es un rito, aspiramos y respiramos, es un juego entre el mundo y con el mundo, hay una relación entre el ritmo, la imagen y sentido. Todo esto lleva a un “placer poético”, esto placer que en el texto se menciona como un ejercicio de nuestro cuerpo, una suerte de gimnasia pero especialmente de nuestros labios, lengua y otros músculos de la boca y garganta. Esto nos lleva a comprender que la lectura de versos nos lleva esencialmente a un placer poético, un contacto más natural con la poesía y el mismo cuerpo, es un contacto con lo escrito y lo natural, una esencia que nos lleva al placer y a la exitación misma.

Todo esto nos lleva a comprender que la respiración es aplicable a todo sentido de la poesía, bien lo dice la lectura de este texto según Octavio Paz, el ritmo no es sonido aislado, ni mera significación, ni placer muscular sino todo junto, en unidad indisoluble.

Todo placer poético lo asimilamos y lo relacionamos de acuerdo al texto con un origen fisiológico, y más especifícamente, muscular y respiratorio. A través de este contexto podemos entender que la poesía está ligada con nuestro ser, no se queda ajeno de lo humano, mas bien, penetra lo sensible y lo más íntimo del humano.

Comprendo que la poesía nos lleva a placer erótico a través de todos estos elementos que la componen, se entiende que la poesía nos enamora, nos excita y nos pentra en lo más ondo de nuestro ser natural. La respiración es un mero ejercicio que sirve para que vincularnos con la poesía y que encontremos un sentido diferente a la lectura de los versos y que ejercitemos el placer poético.

Sin tener un pleno conocimiento de respiración sería inútil poder encontrar un placer poético en la lectura y mucho menos podríamos leer adecuadamente los versos. Bien lo dice Paz en su escrito, todo hecho espiritual es también físico, o sea que sin respiración no hay poesía

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