Popol Vuh
chucholopu2s7 de Febrero de 2012
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POPOL-VUH
(Libro del consejo de los
indios Quichés)
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BREVE NOTICIA
El Popol-Vuh, que puede traducirse Popol, comunidad, consejo, y Vuh, libro,
Libro del Consejo o Libro de la Comunidad, fue pintado. Lo dice el texto: "Este libro
es el primer libro pintado antaño". ¿El primer libro? ¿Querrá significarse con esto
el más importante, algo así como la Biblia? "Pero su faz está oculta", sigue el
texto. ¿Oculta, por qué? ¿Fue destruido? ¿Fue quemado? ¿Se consumió en la
ciudad de Utatlán, entregada a las llamas, reducida a cenizas por el
Conquistador? "Su faz está oculta al que ve", añade el texto, lo que mueve a
pensar que no está oculta para el que, sin ver, conserva dicha faz en la memoria y
la transmite oralmente.
Originalmente, el Popol-Vuh fue pintura, memoria, palabra, y en esta forma de
tradición oral se conserva hasta mediados del siglo XVI, época en que vuelve a
ser escrito, por un indígena, antiguo sacerdote quizá, en lengua quiché, con
caracteres latinos. Este manuscrito, que constituye el verdadero original del Popol-
Vuh, llega a manos de Fr. Francisco Ximénez, cura párroco de Santo Tomás
Chuilá, población guatemalteca llamada actualmente Chichicastenango, a
principios del siglo XVIII. Por eso se conoce el Popol-Vuh con el nombre de
"Manuscrito de Chichicastenango".
Descubrirlo el Padre Ximénez, varón versadísimo en lenguas indígenas, y
entregarse a su estudio y traducción del quiché al castellano, todo es uno. Pero el
perilustre dominico no se contenta con traducir el Popol-Vuh. Para dar testimonio
incuestionable de la autenticidad del texto y curarse en salud ante las autoridades
religiosas, tal similitud hay entre el Génesis indígena y algunos pasajes de la
Biblia, hace algo que la posteridad jamás le pagará bastante: al par de su versión
castellana, en columna paralela, copia del texto quiché, es decir, que no sólo nos
lega su traducción, sino la transcripción del texto indígena.
El Padre Ximénez realiza dos versiones. Una primera literal, que no le
satisface, y una segunda, más cuidada, que incluye en el primer tomo de la
"Crónica de la Provincia de Chiapa y Guatemala", obra monumental que del
archivo de los dominicos pasa en 1854 —con otros documentos del Padre
Ximénez—, a la Biblioteca de la Universidad de San Carlos Borromeo. A partir de
ese momento el libro sagrado de los quichés va a ser traducido a otras lenguas. El
Dr. Carl Scherzer copia el texto en la Biblioteca de la Universidad de Carolina, y
traducido al alemán lo publica en Viena, en 1857, bajo el título de "Las historias del
origen de los indios de esta Provincia de Guatemala". El abate Carlos Esteban
Brasseur de Bourbourg llega a Guatemala, desde Francia, atraído por la luz de
ese manuscrito prodigioso, se afinca en el país, estudia y profundiza la lengua
quiché y traduce el Popol-Vuh al francés, versión que publica en París, en 1891,
con el título de "Popol-Vuh, le livre sacre et les mythes de l"antiquité américaine".
Varias otras traducciones se han hecho desde entonces, y se han publicado
algo más de treinta y dos volúmenes, en todas las lenguas, interés que crece de
día en día por tratarse de uno de los documentos milenarios de la humanidad.
De estas traducciones, citaremos las últimas. La del licenciado J. Antonio
Villacorta y el profesor Flavio Rodas, publicada en Guatemala, en 1927, con el
texto quiché fonetizado; la del licenciado Adrián Recinos, el cual encontró en la
Biblioteca de Ewberry, de Chicago, el primer texto del Padre Ximénez, la
traducción más literal, pero no la mejor, dado que el mismo autor la mejoró
enormemente, y fue su segunda versión, ya más dueño del idioma quiché, la que
incluyó en su famosa historia. De ésta, el profesor Georges Raynaud, después de
más de cuarenta años de estudio, toda una vida, realizó su versión francesa
ajustada al texto con rigor científico, sin restarle por ello su primigenia hermosura,
su vuelo poético, su frescor vegetal, su hondura misteriosa. Dos de sus alumnos
en la Escuela de Altos Estudios de París, el mexicano J. M. González de Mendoza
y el guatemalteco Miguel Ángel Asturias, vierten al español, bajo la dirección del
propio profesor Raynaud, la traducción del Popol-Vuh, hasta ahora considerada
como la mejor, y la publican en París, en 1927, con el título de "Los Dioses, los
Héroes y los Hombres de Guatemala Antigua", de la que después se han hecho
varias ediciones, siendo merecedora de citarse, en primer lugar, la de la Biblioteca
del Estudiante Universitario ["El Libro del Consejo"], en las publicaciones de la
Universidad Nacional Autónoma de México.
Y es la versión del Profesor Georges Raynaud, la de mayor autoridad científica,
la que ahora publicamos, en la traducción al español de González de Mendoza y
Miguel Ángel Asturias, seguros de que por igual ha de interesar al investigador, al
sociólogo, al poeta, al escritor, al artista y al curioso lector que ame los mitos
antiguos, y en este caso, el de cómo los dioses formaron el mundo americano y
cómo fue creado el hombre de maíz.
1
Aquí comenzaremos la antigua historia llamada Quiché. Aquí escribiremos,
comenzaremos el antiguo relato del principio, del origen, de todo lo que hicieron
en la ciudad Quiché los hombres de las tribus Quiché. Aquí recogeremos la
declaración, la manifestación, la aclaración de lo que estaba escondido, de lo que
fue iluminado por los Constructores, los Formadores, los Procreadores, los
Engendradores; sus nombres: Maestro Mago del Alba, Maestro Mago del Día
[Gran Cerdo del Alba], Gran Tapir del Alba, Dominadores, Poderosos del Cielo,
Espíritus de los Lagos, Espíritus del Mar, Los de la Verde Jadeita, Los de la Verde
Copa; así decíase. Rogábase con ellos, invocábase con ellos, a los llamados
Abuela, Abuelo, Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora, Guarda Secreto, Ocul-
tadora, Abuela [que forma parte] de la Pareja [Mágica de Abuelos], Abuelo de la
[misma] Pareja. Así está dicho en la historia Quiché todo lo que ellos dijeron, lo
que ellos hicieron, en el alba de la vida, en el alba de la historia. Pintaremos [lo
que pasó] antes de la Palabra de Dios, antes del Cristianismo: lo reproduciremos
porque no se tiene [ya más] la visión del Libro del Consejo 1 , la visión del alba 2 de
la llegada de ultramar, de nuestra [vida en la] sombra 3, la visión del alba de la
vida, como se dice.
2
Este libro es el primer libro, pintado antaño, pero su faz está oculta [hoy] al que
ve, al pensador. Grande era la exposición, la historia de cuando se acabaron de
medir todos los ángulos del cielo, de la tierra, la cuadrangulación, su medida, la
medida de las líneas, en el cielo, en la tierra, en los cuatro ángulos, de los cuatro
rincones 4, tal como había sido dicho 5 por los Constructores, los Formadores, las
Madres, los Padres de la vida, de la existencia, los de la Respiración, los de las
Palpitaciones, los que engendran, los que piensan. Luz de las tribus, Luz de los
hijos, Luz de la prole 6, Pensadores y Sabios, [acerca de] todo lo que está en el
cielo, en la tierra, en los lagos, en el mar. He aquí el relato de cómo todo estaba
en suspenso, todo tranquilo, todo inmóvil, todo apacible, todo silencioso, todo
vacío, en el cielo, en la tierra. He aquí la primera historia, la primera descripción.
No había un solo hombre, un solo animal, pájaro, pez, cangrejo, madera, piedra,
caverna, barranca, hierba, selva. Sólo el cielo existía. La faz de la tierra no
...