Proceso de Paz en Colombia: Párrafo disyuntivo.

Proceso de paz: párrafo disyuntivo.

El 4 de septiembre de 2012 comienza un proceso de paz entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y el grupo ilícito armado FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia); con este proceso de paz se lograría la finalización de casi 50 años de guerra y muerte, además que ésta organización termine con su ola de terror y por fin entregue sus armas. Aunque el proceso de paz traiga consigo muchos beneficios para las víctimas, debe reconocerse que todo acto efectuado por ésta agrupación ha sido de carácter ilegal y por ello deben rendir cuentas ante la ley y recibir un castigo que resulte justo y sea sometido a plebiscito, como ha sido manifestado por el presidente de la República de Colombia Juan Manuel Santos. Firmar el proceso de paz significaría la “solución” al tema de las drogas ilícitas y esto a su vez un gran paso para erradicar el narcotráfico en Colombia, la edificación de una paz estable y que sea duradera, cese al fuego bilateral y definitivo, sustitución de cultivos de uso ilícito, entre otros más beneficios. Por otro lado, el hecho de no finalizar exitosamente este proceso de paz representaría seguir exponiendo a Colombia a una guerra interminable, donde innecesariamente seguirán muriendo cientos de colombianos.

Para finiquitar, debe clarificarse que el proceso de paz, una vez firmado, sería entonces un gran paso para Colombia en la lucha contra la corrupción.

El pasado 4 de septiembre de 2012 el gobierno del presidente Juan Manuel Santos hace formal el inicio de las negociaciones por la paz con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), llevadas a cabo en La Habana, Cuba. Con este tratado de paz se trata de poner fin a casi 50 años de guerra, muerte, dolor y narcotráfico. Luego de un extenso lapso de caos, tristeza, terror e intolerancia firmar el acuerdo de paz representaría para Colombia un cambio extraordinario y extremo desde varios ámbitos, además de representar una luz a lo que parecía el inicio del caos total. Las negociaciones que se han venido tratando en este proceso han sido lentas, pero al final lo pactado se convertirá en grandes acciones que cambiaran, quizá para siempre, a Colombia y a los colombianos.

Los puntos ya pactados en La Habana muestra un gran avance, ya que se habla de: una reforma agraria integral, donde se dará el acceso y uso de la tierra, una frontera agrícola, la protección de zonas de reserva, mejoramiento de infraestructura y sobre todo potencializarían el desarrollo social basado en salud, educación, vivienda y el exterminio de la pobreza extrema; respecto al narcotráfico y cultivos ilícitos se pactó el desminado, la entrega de rutas y las estrategias para bajar el consumo de drogas, representando así un progreso para de esa forma poder erradicar con las drogas ilícitas en Colombia; también se busca que haya verdad, justicia y reparación para las víctimas, Santos (2016) dice: “No se trata de sanciones meramente simbólicas. No”, o sea que los guerrilleros recibirán una sanción justa por todos los actos ilegales que han cometido. Esta es “(…) La primera vez en la historia de la resolución de conflictos armados con grupos insurgentes que no se otorga una amnistía general, sino que los máximos responsables de crímenes de guerra y lesa humanidad deberán ser investigados, juzgados y sancionados” (Santos, 2016, Periódico El Espectador). La firma de este proceso de paz simbolizaría que Colombia se preocupa por avanzar y porque se mejore la perspectiva que se tiene del país. Además, se refleja que ésta organización pagará por todo acto ilegal que cometió y que ¡EL PROCESO DE PAZ ES REAL! y no se cometerá impunidad en ningún caso.

Se espera que para el 24 de marzo de 2016, el tratado de paz esté completamente evaluado y por fin comiencen a cumplirse los puntos pactados en La Habana y de esta forma comience

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