Propositos Y Contenidios

Campaña cristera de Colima

Campaña cristera de Colima

Parte de Guerra Cristera

Fecha 1927 - 1929

Lugar Colima, México

Resultado Indesciso

Beligerantes

Ejército Cristero

República de México

Comandantes

Jesús Degollado Guízar

Andrés Salazar

Dionisio Eduardo Ochoa

Heliodoro Charis

Eulogio Ortiz

Rodrigo M. Talamante

Campaña Cristera de Colima

(1927 a 1928)

Piedra Imán - Caucentla - Los Rubios - Tenaxcamilpa -Nogueras - Borbollón - Manzanillo

La Campaña cristera de Colima fueron una serie de ofensivas masivas apoyadas por la artillería, la marina y la aviación efectuadas en el estado de Colima por el ejército federal mexicano en contra de los insurrectos cristeros durante la Guerra Cristera. Es fácil pensar, que no sería problema aplastar sin dificultad la insurrección popular cristera en el pequeño estado de Colima, pues se caracteriza por ser una zona aislada y limitada. A pesar de estas ofensivas comandadas por los mejores generales de la época como lo eran Jesús Ferreira, Rodrigo M. Talamante, Beltrán, Buenrostro, Manuel Ávila Camacho, Maximino Ávila Camacho, Pineda Rodríguez, Flores, Martínez, Heliodoro Charis, Eulogio Ortiz y el propio secretario de guerra y marina Joaquín Amaro Domínguez, quien dirigió la campaña cuatro veces, los cristeros se mantuviesen en muchos casos victoriosos, controlando la zona y hostigando constantemente durante periodos a su enemigo. Sin embargo, las fuerzas cristeras fueron incapaces de vencer, y su fracaso durante el Asalto de Manzanillo demostró los límites de su estratégica guerra de guerrillas.

[editar]Los Combatientes

La ciudad de Colima se encontraba comunicada con Jalisco y el puerto de Manzanillo por el ferrocarril que era constantemente amagado por las tropas cristeras. Los cristeros tenían una estrategia simple, recorrían diariamente los valles, pero nunca se quedaban en ellos por mucho tiempo. Sus cuarteles se encontrarían en el Volcán de Colima y el Nevado de Colima que se convertirían en su refugio y base, pues en los mapas no se encontraban las rancherías de los volcanes como la Arena y Caucentla. La infantería cristera se organizaba en pequeños grupos, de aproximadamente entre 25 y 70 personas, dispersos sobre los campos, pues a pesar de nutrir a las huestes cristeras la mayoría de los mismos vivía con sus familias en los cerros y trabajaban para comer. Solo formaban una columna de 200 a 300 hombres cuando eran convocados por los jefes para hacer una operación de mayor magnitud y esta no duraba más de que unas horas, ya que por razones militares y económicas no se podía juntar mucha gente. Principalmente la unidad de base, que era comandada por un capitán era de 35 a 40 hombres. La ganadería y la agricultura de las rancherías del lugar daba alimento al ejército cristero pero en contraparte limitaba el número de guerrilleros pues no había suficiente alimento para todos. Los federales en cambio tuvieron que formar grandes concentraciones de soldados para así no perder tantas vidas en la guerra de guerrillas cristera, por lo que no podían llevar alimento para siempre, incluso por razones económicas, pues el paso de los volcanes en Colima hacia ardua la avanzada federal.

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