Proyecto_ los animales

Seres que ya no veremos más

Es día de muertos, Cristian y sus amigos, José, Martin y Mario saldrán juntos a pedir caramelos. pero antes uno de ellos dijo, en primer lugar: “hay que ponerse los disfraces”. Los tres amigos se van a disfrazar juntos en la casa de Cristian. José dijo; ¡Este día de muertos será muy divertido!

Llegaron a la casa de Cristian y al llegar se encontraron con el altar que su mamá había realizado para recibir a sus difuntos.

¿Quiénes son los de las fotos? Pregunta José lleno de curiosidad.  Son mis abuelos, explica Cristian. Para el día de muertos mi mamá siempre hace una ofrenda para recordarlos.

¿Y para qué es toda esa comida? -pregunta Mario. -Dicen que los muertos vienen a visitarnos, y hay que darles algo de comer- agrega Cristian. ¡que bonito le quedo el altar a tu mamá! Agrega Martin. Si yo le ayude a mi mamá ayer junto a mi hermana y mi papá

Dice Martin: ¡Hay que miedo!, Mario contesta: además espera a que veas mi disfraz.

Los niños se dirigen a la habitación de Cristian para alistarse cuando Cristian nota que su hermana de encuentra en la cocina con su mamá. ¿Qué pintas? le pregunta Cristian a su hermana Rosa. Mi conejo azul; dice rosa con voz muy baja, ¿Aún no lo encuentras? Pregunta Cristian, no mi conejito se ha perdido. Ya no lo veré a ver más, el año pasado pasamos día de muertos añade rosa con tristeza.

En eso rosa y su mamá se dirigen a la cocina: ahora necesitamos unas flores blancas para poner con el dibujo de tu conejito: dijo la madre, en eso llegó el papá de Cristian y rosa, diciendo; “traje más calaveras de azúcar para adornar el altar”. mi conejito se ha perdido papá, ya no lo veré nunca más: dijo María.[pic 1]

Piensa en algo que le guste mucho a tu conejito, y lo ponemos también en el altar; le dijo el papá. Yo sé que estás muy triste, pero si tienes a tu conejito en tu corazón lo llevarás contigo a todas partes; dijo la mamá. Anímate, mi cielo, anda, disfrázate y vamos a pedir caramelos.

Mientras tanto Cristian y sus amigos se encuentran en su habitación:

¡Hacer los disfraces es más divertido que comprarlos!; Dice Mario, ¿Verdad que les da mucho miedo mi esqueleto? A mí no me da miedo. ¡Soy un pirata muy valiente! Exclama José.

Ja,ja,ja. Veamos si eres tan valiente cuando te enfrentes al gran fantasma del castillo embrujado dice Cristian con voz tenebroso.

Por un lado, rosa se estaba alistando, con el disfraz de bruja que decidió ponerse, el cual se encontraba sobre la cama que el año pasado era de su hermano, pero recordó las palabras de su mamá y decidió cambiar de idea.  “mi conejito se ha perdido. Ya no lo veré más. Pero si lo tengo dentro de mi corazón, puedo llevarlo conmigo a todas partes...”

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