Que Imagen Tengo Como Escritora

¿Qué imagen tengo de mi como escritora?

¡No me gusta escribir!

La verdad es que nunca me gusto hacerlo y nunca busque una razón de por qué no me gusta. Entiendo que escribir implica leer, analizar, imaginar, discernir, etc. y soy consciente de la deficiencia que poseo en la redacción y elaboración de los textos.

En fin!, heme aquí desojando mi perfil de escritora, aunque podría arrojar una conclusión precipitada pero no menos acertada, de que no poseo perfil alguno que me caracterice como tal. Nunca se me ocurrió escribir por el solo placer de escribir. En realidad siempre que lo hice fue, porque mi proceso educativo así lo ameritaba.

Escribo por obligación los textos de la universidad que son de un contenido especifico y responden a una consigna predeterminada y con el fin de obtener un beneficio personal que es el aprobar una materia, lo hago unos días antes de la entrega pautada. Respecto del ánimo con el que escribo, no lo definiría como el peor de los ánimos, sino mas bien con el ánimo comprometido. Ya que estudiar fue una decisión muy personal y como adulto que soy debo hacerlo con responsabilidad. Soy inconstante, impaciente, carente de creatividad.

Siempre leo bibliografía al respecto cuando tengo que hacer los trabajos, me preocupo y me ocupo de que los contenidos plasmados en los textos sean de calidad, los leo una y otra vez, reviso la redacción, los términos utilizados, utilizo el diccionario, etc. reconociendo con esto que no soy un erudito en la escritura, y esto me lleva a hacer alguno que otro borrador, antes de obtener el texto finalizado.

Igual soy una convencida de que si leyera más libros tal vez me costaría menos trabajo escribir, sobre cualquier tema.

Bueno, por ahora no me han reprobado ninguno trabajo, y espero que este no sea el primero, mmmmh... definitivamente así lo espero.

Volviendo al tema de mi imagen como escritora. Desde que supe que iba a ser madre se encendió en mi un atisbo de luz literaria que no paso de ser un atisbo pero lo hago con la cabeza, el corazón y los sentimientos propios de la maternidad.

Las veces que he escrito ha sido para transmitir sentimientos a mis hijos, en actos de fin de curso, ceremonias scouts que son en las que más les he escrito y estas no suceden muy a menudo.

Los escribo durante la noche asegurándome un silencio casi total y para evadir interrupciones auditivas; tipo: má, má, má..., o no viste dónde...?. Interrupciones que me desmotivan, y coartan mi poca creatividad, entonces la noche resulta ser mi mejor aliada para escribir.

En este contexto lo hago de muy buen ánimo, antes leo algún capitulo de "El libro de las tierras vírgenes" de Rudyard Kipling o alguno de sus poemas, pienso bien lo que voy a escribir, lo

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