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RESTAURACIÓN Y PRESERVACIÓN DEL MONUMENTO CULTURAL TURÍSTICO “CRISTO REY” DE LA CIUDAD DE RIO CARIBE

josbelkysTrabajo3 de Noviembre de 2014

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN

LICEO BOLIVARIANO DR. CARLOS FRANCISCO GRISANTI

RIO CARIBE ESTADO SUCRE

5TO SECCIÓN “A”

Titulo

RESTAURACIÓN Y PRESERVACIÓN DEL MONUMENTO CULTURAL TURÍSTICO “CRISTO REY” DE LA CIUDAD DE RIO CARIBE

MUNICIPIO ARISMENDI ESTADO SUCRE 2013-2014

Rio Caribe, Enero 2014

DEDICATORIA

Nuestro proyecto va dedicado primeramente a Dios por darnos la oportunidad de vivir., por darnos fuerza para lograr nuestras metas y conservarnos. Y con mucho cariño se lo dedicamos a nuestros padres que nos dieron la vida también, por apoyarnos cada día más a cumplir esos sueños deseados y estar con nosotros siempre, dándonos su amor, cariño y comprensión se lo agradecemos con todo el corazón, ya que son ustedes que con su sacrificio nos dan estudios para un mejor futuro. También se lo dedicamos a nuestros profesores por orientarnos ha ser mejores personas y aconsejarnos a estudiar para tener un futuro brillante y exitoso; a nuestros queridos familiares amigos y todas esas personas con el cual hemos vividos grandes momentos inolvidables.

También dedicamos a Belkys Gil gracias por ayudarnos y orientarnos a elaborar este proyecto. Y por supuesto nuestra casa de estudio Liceo Bolivariano “Dr. Carlos Francisco Grisanti”.

AGRADECIMIENTO

En primer lugar a Dios Todopoderoso que nos ha conservado con vida salud e inteligencia, nos ha guiado y cuidado siempre. Agradecemos a Dios porque les dio fuerza a nuestros profesores para soportarnos y guiarnos hacia el camino exitoso. Agradecemos a nuestros padres a veces personajes ocultos, pero que son los que nos alienta, son esas frases amiga que nos ayuda a seguir adelante, los que nos socorren en los momentos de debilidad y de flaqueza y a quienes también les corresponden ser el sustento económico de nuestro trabajo.

Gracias por su amor, comprensión, ayuda y por permitirnos tener acceso al más prioritario de los derechos humanos la educación. Agradecemos al resto de nuestra familia por estar siempre con cada uno de nosotros. Gracias a nuestros compañeros por su simpatía y amistad por sus bromas que cada día le dan un matiz cálido a nuestra vida estudiantil y le agradecemos por haber estado con nosotros siempre, por su apoyo confianza y por todos esos momentos vividos gracias. A todas esas personas especiales e importantes, al liceo Bolivariano “Dr. Carlos Francisco Grisanti”, por habernos abierto sus puertas para recibir educación.

Gracias los Queremos muchos

CAPÍTULO I

CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

En este capítulo se exponen y analizan los antecedentes, basamentos teóricos y legales que sustentan la Restauración y Preservación del Monumento Cultural Turístico “Cristo Rey” de la ciudad de Rio Caribe Municipio Arismendi Estado Sucre 2013-2014.

2.1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN

Durante la Antigüedad el patrimonio tenía el significado unívoco de riqueza personal. Los mecanismos de consecución de elementos patrimoniales fueron muy variados, e incluían viajes de exploración, intercambios comerciales, relaciones diplomáticas y otras muchas circunstancias, pero con mayor frecuencia se asociaron a la adquisición de botines de guerra. A partir de entonces los bienes culturales se consideraron elementos significativos del acervo cultural de toda la nación. “Una ley francesa de 1791 transmitía a la sociedad la necesidad de inventariar y conservar los monumentos nacionales, aduciendo nueve razones por las que debían ser valorados; entre ellas se citaban, su importancia histórica, su belleza estética y su interés pedagógico para el conocimiento de las técnicas artísticas del pasado.” (Ballart, J.: El patrimonio histórico y arqueológico: valor y uso, 1997, pág. 120).

Fueron pequeños esfuerzos de protección y de difusión de la cultura que pusieron las bases para lograr una mayor implicación de la sociedad hacia el patrimonio. Pero también es cierto que, en general, los bienes culturales siguieron siendo accesibles sólo para una minoría aristócrata y burguesa, que disponía de los recursos educativos y económicos necesarios para disfrutar de su contemplación. Los contenidos de esta cultura de élite estaban lejos del alcance y la comprensión del pueblo, que permanecía lejos de la acción desarrollada por las instituciones ilustradas.

En el artículo “Historia y Patrimonio” escrito por el historiador Carlos González Batista, se señala que la historia debe ir de la mano con el patrimonio. Comenta González Batista que el trabajo de los historiadores latinoamericanos en la defensa del patrimonio ha sido arduo en todo el siglo XX. Entre los más destacados menciona al mexicano José Iturriaga, precursor del rescate del centro histórico de la ciudad de México, al historiador puertorriqueño Ricardo Alegría, a quien se puede denominar el salvador del viejo San Juan, y a Eusebio Leal Spengler quien dirigió la restauración de La Habana Vieja. Carlos González Batista indica que el historiador debe establecer contacto directo con los monumentos de interés patrimonial, en este caso con el testimonio arquitectónico. El monumento sólo es rescatable a través de su historia.

Para que esto suceda es necesario la implementación de una gran campaña en todos los medios de comunicación social, escritos u orales, públicos o privados, como también de los medios alternativos, para el afianzamiento en el venezolano de los valores tradicionales que son legado de nuestros antepasados, todo esto dirigido al fortalecimiento de una Identidad Nacional.

La doctora Jacqueline Clarac señala en su artículo “Patrimonio e Ideología” que hay tres tipos de actitudes frente al patrimonio cultural. Primero, los comprometidos con activismo, los cuales señala son muy pocos. Dentro de este grupo se encuentran dos tipos de actitudes, los que tienen un sentido amplio de la historia y no tienen “Vergüenza Étnica”, ni sentimientos ambiguos y los que restringen la historia por sentir tal vergüenza. Segundo, los que no tienen ningún compromiso, divididos en dos grupos, los que no tienen compromiso por indiferencia, y los que no tienen ningún compromiso y que, además, persiguen y atacan a los que se quieren comprometer con la defensa del patrimonio cultural. Y por último, una actitud intermedia, el compromiso sin activismo, compromiso verbal que no llega a ser activo. No hay acción social en éste ya sea por miedo, o por falta de interés.

Según González Varas en Conservación de bienes culturales, Teoría, historia, principios y normas, señala en resumen, que la restauración de monumentos medievales efectuada en Francia a mediados del siglo XIX coincidió con un deseo de restablecimiento de la monarquía, y de reafirmación de una cultura nacional que había sido destruida por la Revolución de 1789. Siguiendo a González Varas (Conservación de bienes culturales. Teoría, historia, principios y normas. 2000, pp. 34-35), la recuperación y valorización del patrimonio histórico se desarrolló en el siglo XIX por medio de tres fases:

a) Una interpretación ideológica o espiritualista que dotó a los monumentos del pasado de una fuerte carga emocional y simbólica, según la cual empezaron a ser considerados como manifestaciones gloriosas de la cultura nacional.

b) Un progresivo interés turístico por conocer el patrimonio cultural de cada país, que se difundió gracias a la moda de los viajes pintorescos y a la publicación de numerosos libros, revistas y enciclopedias ilustrados, que presentaron a los monumentos artísticos como objetos de estudio literario, histórico e iconográfico.

c) El desarrollo de la Historia del Arte como disciplina científica para el estudio de los monumentos y las obras de arte del pasado, tanto en sus aspectos estéticos como testimoniales, ideológicos, culturales, etc.

El aumento cualitativo del conocimiento reunido sobre las obras de arte, los estilos y los artistas del pasado, sirvió para establecer las primeras teorías e interpretaciones rigurosas sobre los mismos. En el centro de estas investigaciones, historiadores como Aloïs Riegl (El culto moderno a los monumentos, 1.999, pág. 45) consiguieron delimitar con mayor precisión el concepto de patrimonio. En su trabajo Riegl analizaba el proceso de atribución de valores que se daba a las obras de arte, dividiéndolos en dos categorías:

 Valores rememorativos: entre los que se encontraba el valor de antigüedad, el valor histórico o documental, y el valor rememorativo intencionado.

 Valores de contemporaneidad: entre los que citaba el valor instrumental o funcional, y el valor artístico propiamente dicho.

Fue entonces comúnmente aceptado el valor relativo de los bienes culturales, y se abrió la posibilidad de considerar como tales las creaciones contemporáneas y las expresiones folklóricas o de otro tipo, que no son específicamente artísticas pero que pueden adquirir una significación importante para la sociedad.

Según el Dr. Fernando Báez, autor del Diplomado “Aspectos sobre el Patrimonio Histórico”,

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