Recorriendo El Mundo De La Evaluación

Ahondar en la evaluación de los aprendizajes es considerar las emociones que despierta en el evaluador y en los evaluados, interpretar los contenidos y los modos de enseñar y aprender, los valores que se ponen en juego, los criterios de inclusión y exclusión, las creencias de los docentes acerca de las capacidades de aprender de sus alumnos.

Rebeca Anijovich.

En lo personal esta lectura deja mucho que reflexionar sobre las diversas técnicas y formas de realizar y ver la evaluación, a la hora de leerla te das cuenta que muchas de nuestras realidades se basan en eso en considerar a la evaluación como un resultado final del aprendizaje del infante y que un número en el papel es el que te indica realmente lo que él sabe y lo mucho o poco que aprovecha al acudir a la escuela. Valorar los conocimientos, por ejemplo, no es un error, pero sí lo puede ser el valorar exclusivamente, obsesivamente, los conocimientos, sin tener en cuenta su naturaleza, su importancia, su interés, su adecuación, su coordinación con otros conocimientos, eso es lo que como docentes debemos de tomar en cuenta.

Como no lo muestra esta lectura muchas de las veces para muchos padres y alumnos es el resultado de su capacidad y de su falta o derroche de esfuerzos.

Desde muchos ángulos se puede ver las maneras o aspectos que se evalúan entre ellos:

Solo se evalúa al alumno, se evalúan solamente los resultados, se evalúan solo los conocimientos, solo se evalúan los resultados directos, solo se evalúan los efectos observables, se evalúa principalmente la vertiente negativa, solo se evalúa a las personas, se evalúa cuantitativamente, se evalúa competitivamente.

Cada una de estas técnicas o instrumentos tienen o buscan un objetivo común el saber cuál ha sido el trabajo que ha desarrollado el docente y posteriormente el alumno. Por lo que considero que la evaluación de los aprendizajes es una de las tareas de mayor complejidad que realizan los docentes, tanto por el proceso que implica como por las consecuencias que tiene emitir juicios sobre los logros de aprendizaje de los alumnos.

Reforzando esta lectura y la opinión del autor el Plan de estudios 2011, nos dice que se debe “evaluar para aprender”. Así mismo en la actualidad, se insiste en la importancia de que el propósito de la evaluación en el aula sea mejorar el aprendizaje y desempeño de los alumnos mediante la creación constante de mejores oportunidades para aprender, a partir de los resultados que aquéllos obtienen en cada una de las evaluaciones que presentan durante un ciclo escolar.

En muchas ocasiones vemos a la evaluación como algo negativo quizá porque en nuestras infancias fue algo que marco el sentido de nuestros aprendizajes ya que como se mencionó anteriormente por el número que obtenías eras aceptado o no en otras instituciones aprobado y reprobado el caso era que solo en eso se fijaba el docente y aviento una pregunta al aire ¿ porque solo les importa el resultado a los docentes por que no observan otras cuestiones como puntualidad, participaciones, tareas, valores, y claro conocimientos llevando estos aspectos de manera cíclica, si vemos que los resultados del menor no son buenos de ahí tomémonos para mejorar, dándoles la confianza necesaria de superación y dejando entre ver que esta no debe ser una técnica etiquetadora sino un punto de partida para mejorar la calidad del aprendizaje de los alumnos.

Aprendan de sus resultado, no sólo hace referencia a los alumnos y sus aprendizajes, también se dirige a las educadoras, las maestras y los maestros, quienes con los procesos de evaluación tienen la oportunidad de mejorar la enseñanza, al adecuarla a las necesidades de aprendizaje de sus alumnos. En este sentido, la evaluación también es una herramienta para mejorar la práctica docente.

Como docentes

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