Recursos Naturales
Tasadar66619 de Octubre de 2012
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Introducción
Los recursos naturales son los elementos y fuerzas de la naturaleza que el hombre puede utilizar y aprovechar.
Estos recursos naturales representan, además, fuentes de riqueza para la explotación económica. Por ejemplo, los minerales, el suelo, los animales y las plantas constituyen recursos naturales que el hombre puede utilizar directamente como fuentes para esta explotación. De igual forma, los combustibles, el viento y el agua pueden ser utilizados como recursos naturales para la producción de energía.
La conservación del medio ambiente debe considerarse como un sistema de medidas sociales, socioeconómicas y técnico-productivas dirigidas a la utilización racional de los recursos naturales, la conservación de los complejos naturales típicos, escasos o en vías de extinción, así como la defensa del medio ante la contaminación y la degradación.
Las comunidades primitivas no ejercieron un gran impacto sobre los recursos naturales que explotaban, pero cuando se formaron las primeras concentraciones de población, el medio ambiente empezó a sufrir los primeros daños de consideración.
Los recursos naturales son de dos tipos: renovables y no renovables. La diferencia entre unos y otros está determinada por la posibilidad que tienen los renovables de ser usados una y otra vez, siempre que el hombre cuide de la regeneración.
El uso por humanos puede agotar a muchos recursos renovables pero estos pueden reponerse, manteniendo así un flujo. Algunos toman poco tiempo de renovación, como es caso de los cultivos agrícolas, mientras que otros, como el agua y los bosques, toman un tiempo comparativamente más prolongado para renovarse.
Sin embargo, los minerales y el petróleo constituyen recursos no renovables porque se necesitó de complejos procesos que demoraron largos períodos geológicos para que se formaran. De estos, los minerales metálicos pueden reutilizarse a través de su reciclaje. Pero el carbón y el petróleo no pueden reciclarse.
Todo esto nos hace pensar en el cuidado que debe tener el hombre al explotar los recursos que le brinda la naturaleza.
Los recursos naturales también pueden clasificarse por su origen en:
1. Bióticos, los que se obtienen de la biósfera, como las plantas y animales y sus productos. Los combustibles fósiles (carbón y petróleo) también se consideran recursos bióticos ya que derivan por descomposición y modificación de materia orgánica; y
2. Abióticos, los que no derivan de materia orgánica, como el suelo, el agua, el aire y minerales metálicos.
Clasificación de los Recursos Naturales
Los recursos naturales se han dividido en recursos naturales renovables o no agotables y recursos naturales no renovables o agotables. Los recursos naturales no renovables o agotables son aquellos cuya explotación lleva indefectiblemente a la extinción de la fuente productora.
El ejemplo mayor, es el de los recursos minerales. Las minas no vuelven a regenerarse en ningún lugar de la Tierra (por lo menos en tiempos humanos o del que conocemos abarca nuestra cultura), con excepción de los yacimientos de tipo salino. Tales recursos nunca podrán regenerarse y la humanidad, en largo plazo, se verá enfrentada irremisiblemente a su desaparición. Las leyes modernas toman nota de esta característica y tratan por todos los medios de preservar el recurso para las generaciones presentes y futuras.
Así, los recursos naturales no renovables, por regla general, forman parte del patrimonio inalienable de la colectividad toda del país. Ciertos recursos agotables, entre ellos los metales, son reutilizables en determinados casos y el proceso de agotamiento se opera en forma lenta a través del progresivo desgaste o de la no recuperación total del material en desuso o chatarra.
Otros recursos agotables, en cambio, no son reutilizables, como ocurre en general con la mayoría de los minerales y rocas, el petróleo, el gas natural y el carbón mineral.
Los recursos naturales están ligados a la existencia misma de la humanidad y su cultura. La necesidad de protegerlos, conservarlos y también desarrollarlos constituye, por lo tanto, una regla ineludible de la misma, asegurando así nuestra supervivencia. La protección y conservación del recurso no significa, en modo alguno, impedir el aprovechamiento al máximo. El uso que se haga de él, sin embargo, debe ser conservativo, es decir, racional o inteligente. Debe obtenerse el mayor provecho posible del mismo, procurando extender su término de vida, utilizando las mejores técnicas de explotación, tratando de reponerlo e incluso de acrecentarlo en la medida en que se produce su agotamiento.
La mayoría de los recursos admiten la aplicación de técnicas de conservación. Una de las formas de aplicación de las técnicas conservacionistas consiste en desarrollar el recurso para compensar el uso o consumo creciente. En este sentido, no se debe confiar sólo en las fuerzas espontáneas de la naturaleza, sino, el contrario, se está en posesión de técnicas que permiten estimular y mejorar los procesos naturales de asimilación y acelerar el crecimiento.
En las últimas décadas, las ciencias genéticas han posibilitado el desarrollo de nuevas especies o variedades en el reino animal y vegetal que han mejorado la calidad y el rendimiento de los recursos, lo que permite atender la subsistencia y las necesidades de una cantidad cada día mayor de personas.
Otra de las técnicas conservacionistas del recurso es perfeccionar su aprovechamiento, para que éste resulte total. El uso del recurso, en lo posible, debe ser múltiple, es decir, obtenerse de él todas las ventajas que ofrece. El agua utilizada para generar electricidad puede ser aprovechada al mismo tiempo para riego, regulación del régimen de los ríos, suministro de agua potable a la población o recreación. La "lucha contra el despilfarro", o uso parcial de los recursos en los procesos de producción y consumo, debería formar parte de un estado de conciencia general por parte del público usuario.
Pero el recurso no sólo debe ser conservado, en el sentido de mantener su cuantía, sino también protegido en su calidad contra los factores del medio que producen su pérdida o deterioro. El uso de un recurso exige que otro no resulte afectado, dada la relación de interdependencia que existe entre ellos. Evitar la degradación o contaminación de los suelos por el uso indebido del recurso, la polución de la atmósfera o de las aguas, el incendio intencional de los bosques, las inundaciones, las pestes y las plagas que afectan la vida animal y vegetal, equivale no sólo a proteger el recurso sino también a acrecentarlo por el mayor rendimiento que ofrece un recurso sano.
El Agua
El agua, al mismo tiempo que constituye el líquido más abundante en la Tierra, representa el recurso natural más importante y la base de toda forma de vida.
El agua puede ser considerada como un recurso renovable cuando se controla cuidadosamente su uso, tratamiento, liberación, circulación. De lo contrario es un recurso no renovable en una localidad determinada.
No es usual encontrar el agua pura en forma natural, aunque en el laboratorio puede llegar a obtenerse o separarse en sus elementos constituyentes, que son el hidrógeno (H) y el oxígeno (O). Cada molécula de agua está formada por un átomo de oxígeno y dos de hidrógeno, unidos fuertemente en la forma H-O-H.
En nuestro planeta las aguas ocupan una alta proporción en relación con las tierras emergidas, y se presentan en diferentes formas:
Mares y océanos, que contienen una alta concentración de sales y que llegan a cubrir un 71% de la superficie terrestre.
Aguas superficiales, que comprenden ríos, lagunas y lagos.
Aguas del subsuelo, también llamadas aguas subterráneas, por fluir por debajo de la superficie terrestre.
Aproximadamente 97% del agua del planeta es agua salina, en mares y océanos; apenas 3% del agua total es agua dulce (no salina) y de esa cantidad un poco más de dos terceras partes se encuentra congelada en los glaciares y casquetes helados en los polos y altas montañas.
Importancia del agua para la vida.
La vida en la Tierra ha dependido siempre del agua. Las investigaciones han revelado que la vida se originó en el agua, y que los grupos zoológicos que han evolucionado hacia una existencia terrestre, siguen manteniendo dentro de ellos su propio medio acuático, encerrado, y protegido contra la evaporación excesiva.
El agua constituye más del 80% del cuerpo de la mayoría de los organismos, e interviene en la mayor parte de los procesos metabólicos que se realizan en los seres vivos. Desempeña de forma especial un importante papel en la fotosíntesis de las plantas y, además, sirve de hábitat a una gran parte de los organismos.
Dada la importancia del agua para la vida de todos los seres vivos, y debido al aumento de las necesidades de ella por el continuo desarrollo de la humanidad, el hombre está en la obligación de proteger este recurso y evitar toda influencia nociva sobre las fuentes del preciado líquido.
El agua dulce es un recurso renovable pero la disponibilidad de agua fresca limpia, no contaminada, está disminuyendo de manera constante. En muchas partes del mundo, la demanda de agua ya excede el abastecimiento; a medida que aumenta la población mundial, así también aumenta la
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