Reflexiones finales

REFLEXIONES FINALES

Los procesos de globalización en el llamado “mundo moderno” nos invitan a pensar en una economía mundial, en la cual las economías nacionales forman parte de una totalidad articulada que relaciona los principales circuitos de capital, tecnología, comercio y cultura .

Bauman hace una metáfora de la liquidez en su libro Modernidad liquida, intentado dar cuenta de la precariedad de los vínculos humanos en una sociedad individualista y privatizada, marcada por el carácter transitorio y volátil de sus relaciones. Donde el individualismo nos marca, nuestras relaciones y las torna precarias, transitorias y volátiles. Retomando a Bauma decimo que “los sólidos conservan su forma y persisten en el tiempo: duran, mientras que los líquidos son informes y se transforman constantemente: fluyen. Como la desregulación, la flexibilización o la liberalización de los mercados” .

Con relación a esto miramos que actualmente las sociedades donde la multiculturalidad que conlleva a la diferencia, y sobre todo al miedo a la diferencia del “otro”, las personas viven en una incertidumbre constante donde el potencial peligro es el otro, siendo, tal vez, la mayor amenaza, al atentar contra la clasificación misma que sostiene el orden del espacio social en el que se sienta el mundo.

Justamente, los extraños irritan, fastidian, trastornan porque tienden con su sola presencia a ensombrecer la nitidez de las líneas marcadas por lo establecido en la sociedad. Siendo este el caso de los tan llamados grupos minoritarios (que en muchas ocasiones son mayoría) que por el simple hecho de profesar una religión sexo, color, posición política ect, diferente, son marginados y atacados pues con sus sola presencia amenazan las pocas certezas que se tiene del mundo

Y con todo esto, es claro que estamos viviendo un tiempo sin certezas. En donde se han eliminan todas tradiciones por poder obtener libertades, se ha pasado a tener que diseñar la vida con proyectos que sean permanentes y estables, ha ir mas allá de ello, pues en la cultura laboral en donde la flexibilidad arruina la previsión de futuro, se deshace el sentido de la carrera profesional y de la experiencia acumulada.

Por su parte, la familia como tradicionalmente se conoce, se ha transformado en una “relación libre” donde cada miembro puede abandonar al otro a la primera dificultad. El amor se hace flotante, sin responsabilidad hacia el otro.

Para concluir es necesario mirar con relación a una sociedad como esta llena de incertidumbres, el trabajo social tiene un gran reto y es que en una sociedad tan cambiante, ya no funciona la acción por la acción, sino allí antes una comprensión, en donde se pueda mirar como el contexto y analizar sus necesidades, pero para ello además allí que replantearse y redefinir las técnicas de investigación y además

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