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Riesgo Caficultura En Nicaragua


Enviado por   •  12 de Octubre de 2013  •  2.593 Palabras (11 Páginas)  •  330 Visitas

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SITUACION ACTUAL Y PERSPECTIVA

DE LA CAFICULTURA DE NICARAGUA

(Medidas de apoyo a la caficultura nicaragüense)

Nicaragua, Octubre 2011

Documento preparado por:

Alejandro A. Aráuz L.

RESUMEN EJECUTIVO

El presente estudio sobre la situación y perspectiva actual de la caficultura nicaragüense, tiene como objetivo poner en evidencia técnica y económica los factores de riesgo, tanto externos como internos, que están atravesando de manera general los productores, la industria de procesamiento (trillado) y exportadores de café.

También se propone en el documento de forma abierta y sustentada “sugerencias relevantes” para resolver en el corto plazo situaciones “preocupantes” de la política salarial que define el MITRAB a través de normativas de recolección y trillando del grano de café para cada periodo de cosecha. Para soluciones de mediano y largo plazo, se presenta varias políticas que requiere el sector para garantizar la sostenibilidad del sector, de tal forma se requiere el apoyo conjunto del Gobierno y el sector privado para emprender y garantizar la estabilidad del cultivo del café y la permanencia continua y sostenida de la agroindustria del café.

La caficultura nicaragüense atraviesa actualmente un punto de inflexión decisivo y preocupante. Los factores de riesgos tienen a ejercer sobre las expectativas de los caficultores nacionales intranquilidad e impotencia para enfrentar los desafíos actuales, y los que se podría presentar en el mercado del café a partir de 2012. Entre los factores de riesgos más importante están:

Factores de riesgos externos:

i. El mercado internacional del café se está comportando de forma más inestable e impredecible que en periodos anteriores, influenciados por efectos de las crisis económicas, lenta recuperación de las economías industrializadas, perspectivas de menores crecimientos a los esperados en las economías emergentes, etc.

ii. El consumo mundial que es un factor de intervención en los precios, sigue creciendo a una tasa media anual del 2,5%, podría alcanzar un nivel de 168 millones de sacos en 2019 (según estimaciones de la OIC). No obstante, esta tasa de crecimiento es considerablemente más elevada que la de décadas anteriores y podría ser difícil de mantenerse a largo plazo. Pues estudios de la FAO indican sobre cálculos de consumo llegará tan sólo a un nivel de 151,5 millones de sacos en 2019. El resultado más probable es una cifra intermedia entre esas dos. Por consiguiente los precios tendrán un proceso de poca energía para seguir creciendo y sus comportamiento muy inestables y erráticos.

iii. El comportamiento de las economías industrializadas y emergentes después de la crisis parecen cambiar los consumos pércapita. En ocho países exportadores se registró un consumo medio por habitante de más de 2 kg en los 11 últimos años y sólo tres de esos países se registró un promedio anual de más de 3 kg. El crecimiento de la población e ingresos de Brasil ha hecho posible que su consumo promedio, aparte de ser exportador neto, podría aumentar a más de 5 kg producto del crecimiento pércapita. Es el único caso donde se observa que el pércapita podría elevarse en el futuro.

iv. La producción mundial del café podría crecer a un ritmo mayor al del consumo, cuyo efecto se traduce en precios menores, en gran parte debido a las producciones crecientes de Brasil, los países asiáticos y actualmente Perú, que se está incorporando como un gran productor. En este contexto la producción más los inventarios acumulados pueden jugar un papel determinante para que la energía de los precios disminuya y tiendan a iniciar un nuevo ciclo de depresión y caída del mercado.

v. Es casi imposible que el mercado del café se vuelva un mercado equilibrado y mantener unos niveles de precios relativamente firmes, pues aun el desarrollo de las economías cafeteras no está basado en actividades que promuevan el equilibrio entre la oferta y la demanda. Caso principal es Brasil, que ha modificado totalmente su estrategia de producción cafetalera con aspiraciones muy altas de convertirse en un país decisivo para intervenir en los mercados mundiales y en consecuencia bajar nuevamente los precios del café. Intención que se traduce en la salida del de varios países productores y posteriormente ejercer su peso hegemónico y beneficiarse con mejores precios.

vi. Los análisis del consumo por parte de la FAO y OIC indican que el consumo mundial ha seguido creciendo a un ritmo firme desde 2000. Las perspectivas de la demanda de café siguen siendo prometedoras, en especial en los mercados emergentes y en los países exportadores, a lo que hay que sumar la expansión de los mercados especializados en los países importadores tradicionales. Pero, los factores de riesgo que inciden sobre el consumo son también relevantes para asegurar que este indicador se mantendría estable en el tiempo.

vii. La debilidad del dólar y los precios elevados de otras materias primas han mantenido al mercado de café bajo presión en los últimos tiempos. Escenario que propicia el progreso de los cafés especiales y para singulares segmentos de consumidores de altos ingresos. Pero, los demás mercados de café se mueven bajo el ritmo de las cosechas de Brasil, países africanos y asiáticos que están empecinados en hacer crecer su producción y buscar cada vez una mayor tajada de participación en el comercio mundial del café.

viii. En el caso concreto de Brasil, aunque en los últimos diez años se ha producido una reducción del área cultivada de un 3%, la productividad se ha incrementado en más de un 30%, producto de la incorporación de nuevas tecnologías, mayor densidad de plantaciones y nuevas variedades. Para los próximos años Brasil está apostando a continuar incrementando sus niveles de productividad, reduciendo consecuentemente en forma sustancial sus costos de producción. Actualmente el 20% del área cultivada de café en Brasil es cosechada mecánicamente, un fenómeno que ha venido creciendo en años recientes que ha permitido reducir los costos de cosecha en un tercio del costo actual, esta situación ha motivado una creciente demanda de maquinarias cosechadoras. El 80% por ciento del área cultivada de café actualmente en Brasil puede ser mecanizada. La eficiencia productiva y de reducción de costos podría colocar a este país en una posición privilegiada para desplazar a aquellos países cafetaleros más ineficientes,

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